FÚTBOL

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso: "No fue un pico de amigos, sino acoso de un jefe"

Las expertas recuerdan el gesto del presidente de la Federación es "perfectamente denunciable" ante los tribunales

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso.

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso.

Olga Pereda

El beso robado en la boca que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, plantó a la jugadora de la selección nacional Jennifer Hermoso tras la pírrica victoria frente a Inglaterra no fue un “pico de amigos”, como Rubiales lo ha calificado. Fue “un acto de machismo y acoso por parte de un jefe poderoso hacia una subordinada”. Es decir, acoso y machismo laboral.

Así lo aseguran todas las expertas consultadas por El Periódico, de Prensa Ibérica. En un momento histórico de empoderamiento femenino, tuvo que venir un señor, un jefe, y demostrar quién tiene, de verdad, el poder. “Tocaba aplaudirlas, no besarlas porque te da la gana y con total impunidad”, sentencia Covadonga Peremarch, portavoz de Emergencia Feminista.

El beso no deseado por parte de Rubiales, de 45 años, a la delantera del equipo español, de 33, ha sido noticia también en la prensa internacional. 'The New York Times', 'Telegraph' y 'L’Equipe' hablan de un gesto sexista, una imagen demoledora para las niñas que aspiran a ser futbolistas profesionales y que, ahora sí, tienen los modelos y los referentes necesarios: un equipo femenino campeonas del mundo.

"Rubiales se sintió con la libertad de plantarle un beso en los labios a Hermoso. ¿Por qué? Porque sí, porque le apetecía, quería y se sentía con la libertad de hacerlo" Covadonga Peremarch, portavoz de Emergencia Feminista

“No podemos pasar este suceso por alto. El centro eran ellas. Se merecían vivir ese momento histórico. Era un momento de libertad y de poder para ellas. Sin embargo, Rubiales se sintió con la libertad de plantarle un beso en los labios a Hermoso. ¿Por qué? Porque sí, porque le apetecía, quería y se sentía con la libertad de hacerlo”, añade Peremarch.

Denunciable

Las expertas aseguran que estamos delante de un hecho -acoso- perfectamente denunciable ante los tribunales. El artículo 191 del Código Penal precisa la denuncia de la persona agraviada para proceder judicialmente ante los delitos de agresión y acoso sexual, informa Cristina Gallardo. Es Hermoso, una persona mayor de edad y capacitada, la que debería dar ese paso.

En todo caso, y más allá del terreno legal, incontables voces han exigido que Rubiales pida, cuando menos, perdón a la campeona mundial. Sin embargo, el máximo responsable de la Federación de Fútbol ha asegurado en una entrevista a Radio Marca que se trató de un “pico de amigos celebrando algo”. “No estamos para gilipolleces”, ha añadido, quitándole importancia y asegurando que el debate originado es cosa de “tontos del culo, idiotas y estúpidos”.

Las voces feministas que luchan por la igualdad real entre hombres y mujeres, sin embargo, sí que le dan importancia al beso no deseado que recibió la jugadora por parte de toda una autoridad del fútbol español. “Hay protocolos contra el acoso. Lo que sucedió fue un beso sin consentimiento, un hecho perfectamente denunciable”, insiste la portavoz de Emergencia Feminista.

"Estamos delante de una expresión más de la de violencia patriarcal" Mirta Lojo, psicopedagoga

Para Mirta Lojo, psicopedagoga y doctora en Ciencias de la Educación, el beso ni consentido ni deseado es una expresión más de la de violencia patriarcal. “Es poco probable que se hubiera producido con la selección masculina de fútbol. Este señor se sintió autorizado para disponer, sin permiso, del cuerpo de la jugadora”, sentencia.

“Es agotador tener que reivindicar continuamente el derecho al propio cuerpo. Es hora que el colectivo de hombres revise su masculinidad tóxica. Este beso fundamenta la base sobre la cual se legitima esta violencia. La reiteración de todo tipo de agresiones contra las mujeres por el hecho de serlo es una cuestión de Estado y una responsabilidad social. Toda la sociedad debe reprobarlo”, subraya Lojo.

Jenni Hermoso

Jenni Hermoso / E. P.

Insistiendo en la idea de que el hecho es “perfectamente denunciable”, la psicóloga social Gemma Altell destaca, sin embargo, que la sociedad cambia no solo por las leyes sino por las reacciones de la sociedad. Una mujer puede saber que la legislación le permite ir a los tribunales por algo así, pero “¿qué consecuencias a medio plazo tendría para ella denunciarlo?”. “Tener poder o no tener poder no es algo que dependa solo de las leyes”, insiste la experta.

En el momento del beso, el poder lo ostenta Rubiales, que coge la cara de Hermoso y le planta un beso en la boca. Ella, mientras, está indefensa. “Ella no se siente validada para poner un límite”, explica la psicóloga social, que insiste en que también se debe ser muy respetuoso con el grado de gravedad que sienta Hermoso.

Reacción de Hermoso

La jugadora no se ha expresado a nivel oficial, más allá de una conversación de vestuario, en plena celebración, y publicada en redes sociales. En un ambiente de júbilo, se escucha a Hermoso decir que no le ha gustado (el beso) pero que qué podía hacer.

La madre de la jugadora, Marisol Fuentes, sí que ha opinado ante las cámaras de TVE: "Son campeonas del mundo, lo demás no tiene importancia".

El Gobierno

Muchos miembros del Gobierno han salido en tromba para criticar el gesto machista de Rubiales. Las ministras en funciones de Igualdad, Irene Montero, y de Derechos Sociales y Agenda 2023, Ione Belarra, lo han calificado en redes sociales de violencia sexual. Mientras, el titular en funciones de Cultura en funciones, Miquel Iceta, ha asegurado en RNE que estamos delante de un hecho “inaceptable" y que el presidente de la Federación de Fútbol debe "dar explicaciones y pedir perdón”.

Altell muestra su estupefacción ante el hecho que una persona poco capaz como Rubiales dirija una institución tan importante. En su opinión, el beso en los labios derrocha caspa y es lamentable. Demuestra, entre otras cosas, que Rubiales vive fuera de la realidad.