Con un equipo distinto al habitual -el Israel Start-Up Nation- y en un enclave algo diferente al de siempre -no se hospeda en el Parador sino en unas casas rurales en El Portillo-, pero con Tenerife como denominador común. Chris Froome quiere que la Isla vuelva a ser talismán en su propósito de ganar su quinto Tour de Francia.

Chris Froome concluye mañana una nueva concentración en Tenerife. La segunda de 2021. La enésima desde que, allá por 2012, viajara por primera vez a la Isla. En aquella ocasión lo hizo como gregario de lujo de un Bradley Wiggins que acabaría ganando ese Tour de Francia. En sus visitas posteriores las carreteras de la Isla y sus estancias en el Parador la mejor gasolina para adquirir el fondo físico necesario con el que afrontar en condiciones sus asaltos a la Grande Boucle. Cuatro acabaron en lo más alto del podio. Ahora, tras su grave accidente de 2019, el británico desea sentirse de nuevo ciclista puntero, y Tenerife, como no podía ser de otra forma, está siendo su principal base de operaciones previas. A las faldas del Teide, Froomey quiere que la Isla vuelva a ser su talismán.

¿Qué tal le ha ido a Chris Froome en sus dos concentraciones este año en Tenerife?

Bien, muy bien. Tanto la primera como esta segunda concentración han sido muy positivas y hemos trabajado según lo previsto.

Pero supongo que, por varios motivos, no ha sido como en otros años...

Sí, seguro que ha sido distinto. Obviamente porque estoy con un equipo diferente, y también porque este año no nos hemos quedado en el hotel [Parador] como lo hacemos normalmente, sino que nos alojamos en una casa, en El Portillo, lo cual ha sido genial, especialmente durante este período covid en el que quieres estar un poco más aislado y dentro de una burbuja. Es un lugar realmente bueno para estar concentrados como equipo y poder hacer nuestro trabajo.

¿Por qué elige Tenerife desde hace 10 años?

Pues Tenerife es prácticamente el único lugar en el hemisferio norte, y cerca de Europa, donde podemos subir unos 2.000 metros por encima del mar y no estar condicionados por la nieve. Eso lo convierte en un gran lugar para entrenar. Tenemos bastantes rutas por las que hacerlo y creo que las autoridades han trabajado mucho en estos últimos años para el buen mantenimiento de las carreteras, que poseen una gran calidad para rodar por ellas. Es un lugar muy cómodo para que venga un equipo y realice su trabajo.

¿Cuál es su lugar preferido de la Isla? ¿Para entrenarse y también para disfrutar, al menos con la vista?

Bueno, la verdad es que no tenemos muchas oportunidades de hacer turismo durante nuestra estancia en la isla. Como mucho, en nuestros días de recuperación, damos algunos paseos y en ocasiones nos subimos al Telesférico y llegamos a la cima del Teide. A mí, personalmente, me gusta la parte Norte de la isla, y también las montañas de Anaga, que probablemente sea la zona más hermosa de la Isla.

Usted ya ha dicho varias veces que Tenerife es como su segunda casa. ¿Se siente como una especie de embajador de la Isla?

Después de tantos años en los que pasas un buen tiempo aquí sí que empiezas a sentir esto como un hogar. Por ejemplo, este año probablemente estaremos aquí un mes y medio en esta parte inicial de la temporada para preparar el Tour de Francia. Es normal que te sientas como en tu segunda casa. E incluso, durante nuestra estancia aquí, publicamos fotos en redes sociales que seguro sirven para promocionar la isla. Y creo que en cierta medida está justificado ya que Tenerife tiene mucho que ofrecer y es un gran lugar para andar en bicicleta.

Pero en cambio nunca ha venido de vacaciones...

Nunca. No.

¿Le gustaría?

Sí, seguro. Tal vez en unos años, una vez que haya terminado mi carrera como ciclista profesional, pueda traer a la familia y disfrutar de quedarme en algún lugar aquí abajo para ir a la playa en lugar de tener que coger la bicicleta todos los días.

Han pasado casi dos años de su grave accidente en el Criterium del Dauphiné. ¿Qué ha sido lo peor para usted en todo este tiempo?

Ese accidente que tuve supuso un gran golpe para mí. Me rompí muchos huesos del cuerpo y todavía ahora me estoy recuperando. Pero he podido regresar al ciclismo después de ese día, así que creo que esos meses posteriores a tener el accidente, cuando, por ejemplo, ni siquiera podía caminar, fueron, probablemente, los momentos más difíciles.

¿En ese instante llegó a pensar que su carrera había terminado?

No, no. Me dijeron bastante rápido que podía recuperarme por completo y desde ese momento tuve claro que era solo una cuestión de hacer todo el trabajo de rehabilitación y confiar en el equipo que me rodeaba para ayudarme a volver al ciclismo profesional.

Pero quizá otro ciclista en su lugar, con su edad y los títulos que usted posee, hubiera arrojado la toalla...

Bueno, eso es algo muy personal. En mi caso, con la lesión no era la forma en la que quería terminar mi carrera. Lo tenía muy claro y cuando el médico me dijo que era posible recuperarme por completo, todo fue súper simple para mí. No entraba en mis planes detenerme.

¿Se puede decir que su fuerza mental es una de sus mayores virtudes?

Creo que desde un aspecto deportivo sí lo es. Tengo la sensación de que el ciclismo es un deporte con un alto componente mental, y tener una ventaja mental sobre tu oponente siempre ha sido uno de esos aspectos que diferencia a los ganadores de los compañeros que pueden terminar en el podio.

¿Y también mentalmente, es duro para usted ver que no logra alcanzar el nivel que tenía hace dos o tres atrás?

Sí, desde luego. Es duro, pero a la misma vez me anima. Es extremadamente motivador saber que tengo la capacidad física para volver a ese nivel de antes del accidente. Por eso, lo que debo hacer es seguir trabajando y confiar en que si sigo el proceso adecuado de entrenamiento llegaré a ese punto.

¿Le frustra o le motiva que la gente diga que Chris Froome no volverá a ser el de antes?

Es normal que se diga. No estoy al nivel que estaba antes, pero tampoco trato de engañar a nadie. Sí que me motiva el querer volver a ese nivel de hace dos años.

Pese a que los resultados en sus primeras carreras este año no han sido positivos, usted ya ha dicho que está en el camino correcto para llegar bien al Tour de Francia. ¿Lo mantiene?

Sí. Seguimos trabajando semana a semana, pero no me estoy estableciendo límite de tiempo alguno. Me encantaría ir al Tour, y hacerlo en las mejores condiciones posibles, por eso seguiré trabajando y cuando llegue julio veré cómo estoy.

¿Y si la carretera le obligara, se ve haciendo de gregario para un compañero?

Todo es posible...

Pero supongo que es algo que ahora mismo no pasa por su cabeza...

En mi mente solo está el trabajar como siempre y tratar de llegar al Tour en las mejores condiciones posibles.

Va a cumplir 36 años en apenas un mes. ¿Se ve corriendo a los 40 al nivel de Alejandro Valverde?

Ciertamente eso espero. Pienso que Valverde es un ejemplo de demostrar que es posible seguir corriendo con esos años, hasta el punto de que todavía está ganando carreras a su edad. Es un ciclista increíblemente inspirador para mucha gente.

¿Y ya ha pensado qué va a hacer cuando se retire?

Ya veremos. No quiero empezar a hablar de eso todavía. Lo haré en su momento.

“Las sensaciones en el Israel son diferentes a las del Ineos”

Después de más de un década en la disciplina del Team Sky, ahora Ineos Grenadiers, Chris Froome ha cambiado de piel. Lo hace para recalar, con un contrato multianual, en el Israel Start-Up Nation, donde se propone recuperar los galones que habían asumido, en su exequipo, corredores como Egan Bernal, Geraint Thomas, Tao Geoghegan Hart y Richard Carapaz. “Son sensaciones muy diferentes”, responde cuando se le cuestiona por lo que separa a un equipo de otro. “Ineos es una formación genial y un equipo increíble en el sentido de que todo está planeado para ti. No hay ningún detalle que no se haya pensado”, comenta el ciclista nacido en Kenia sobre la estructura dirigida por Dave Brailsford. Contrasta con un conjunto, el suyo actual, todavía emergente. “El Israel es un equipo con grandes aspiraciones, pero esta es la primera temporada en la que realmente intenta tener presencia en la clasificación general de las grandes vueltas por etapas”, explica el cuádruple ganador del Tour, que eso sí, no se olvida del “trabajo fantástico” realizado “por Dan Martin el año pasado en la Vuelta a España”, en la que el irlandés fue cuarto. Por ello cree Froome que “como equipo” el Israel tiene “mucho en lo que trabajar”. “Somos bastantes corredores nuevos y la atmósfera es muy diferente; creo que, como protagonistas, debemos pensar mucho más y poner en práctica esos planes, en vez de que se haga todo por nosotros”, añadió en comparación a lo vivido previamente en el Sky/Ineos. Con todo, y pese a ser el indiscutible líder en su nueva formación, Chris tiene claro que ahora siente “menos presión” que en los años previos.