Cuando Texxcoco reivindicó los pezones femeninos contra la censura de las redes

YouTube eliminó y repuso en 2018 el videoclip de 'Velvet Love', de la banda grancanaria, que denuncia el puritanismo y la hipocresía imperante en Internet

Un fotograma del videoclip de 'Velvet Love', de Texxcoco.

Un fotograma del videoclip de 'Velvet Love', de Texxcoco.

Si Rigoberta Bandini cuestionó ante el mundo por qué dan tanto miedo nuestras tetas y Amaral volvía a encender la chispa de la Revolución en el Sonorama, la cantante grancanaria Adriana Moscoso, líder de Texxcoco, puso en jaque a todas las redes sociales y su política patriarcal sobre desnudos con el videoclip de su tema Velvet Love, protagonizado por una diversidad de mujeres bailando a pecho descubierto junto a la vocalista.

«Pezones femeninos contra la hipocresía», manifestó Moscoso tras su lanzamiento en el año 2018, pergeñado con el objetivo de «reivindicar la libertad de las mujeres para mostrar su cuerpo y denunciar el puritanismo y la hipocresía imperantes en las redes sociales más habituales».

Y es que la propia Moscoso se declaraba «harta» de la censura e hipersexualición del cuerpo femenino que imperan en las redes sociales, donde ella misma había sufrido el bloqueo de Instagram al compartir una imagen en la que mostraba un pezón, y que fue eliminada por la red en menos de un minuto.

Como era de esperar, el videoclip de Velvet Love, un guiño musical a la Velvet Underground que constituía un adelanto del segundo disco de la banda, Disorder, de la mano del sello Subterfuge, fue censurado por YouTube dos semanas después, tras acumular más de 30.000 reproducciones, por considerarlo «ofensivo» y que «no se ajustaba a su política sobre desnudos y contenido sexual». La respuesta de la banda tampoco se hizo esperar: «El arte no es compatible con la censura. Una vez más, las mentes retrógradas con miedo al progreso nos han jodido. Velvet Love eliminado de YouTube por infringir su política de mierda», denunció Moscoso.

"Las políticas de Facebook, Instagram y YouTube censuran un pezón femenino, pero se puede publicar una foto con armas, imágenes violentas u hombres luciendo sus pezones", denunció Texxcoco

El ruido que generó esta polémica censura a una de las bandas canarias independientes con mayor proyección nacional llevó a la plataforma internacional a rectificar y reponer el videoclip de Velvet Love al día siguiente. Un triunfo para el arte, la libertad creativa y la sororidad frente al machismo, el odio y la moral conservadora. Porque, tal como manifestó la banda, «las políticas de Facebook, Instagram y YouTube censuran un pezón femenino, pero se puede publicar una foto con armas, imágenes violentas u hombres luciendo sus pezones sin que sus perfiles sean eliminados».

Hoy, con respecto al debate generado en torno al gesto de Eva Amaral en el Sonorama, Moscoso considera que «es un gesto increíble y valiente que una artista mainstream como ella y con una carrera tan larga haya dado este paso, basado en la sororidad». «Pero tampoco podemos olvidar a las que ya lo habían hecho antes», reflexiona «Como siempre, todos los discursos contraculturales o que de alguna forma van contra lo hegemónico -en este caso, la misoginia de la sociedad occidental y neopuritanista, así como todos los discursos del odio- ya se daban desde los años 60 con los movimientos de liberación sexual y del cuerpo femenino». En esta línea, la vocalista cita a figuras tan importantes del underground como Kathleen Hannah, cantante y activista de la banda de punk rock Bikini Kill, encuadrada dentro del movimiento Riot Grrrl en los 90, «que ya en su momento salían a escena en tetas o desnudas para reclamar su propio cuerpo como suyo, y no de la sociedad como mero producto capitalista».

"Es un gesto increíble y valiente que una artista mainstream como Amaral y con una carrera tan larga haya dado este paso, basado en la sororidad», declara Adriana Moscoso

Con todo, cinco años después de la revuelta de Velvet Love, Moscoso afirma que «me alegro de que el feminismo radical y el pensamiento crítico estén llegando a la cultura popular y de masas, porque significa que algo está cambiando realmente, y me refiero tanto del gesto de Amaral como a la última película de Greta Gerwig, Barbie». Ahora bien, «seguimos suspendiendo como sociedad contemporánea, en esta y en muchas otras tareas, si seguimos votando a partidos que solo fomentan discursos del odio y de la censura en cuestiones tan fundamentales para conformar nuestra sociedad como es la cultura, no desde la producción y el capitalismo, sino desde el sentimiento colectivo que Amaral ha podido promover con este acto», concluye.