Multas de 1.000 euros a dos vecinos en Santa Cruz por alimentar a las palomas en la calle

Carlos Tarife advierte de que se sancionará a todo aquel que dé de comer a estos animales

Palomas en Santa Cruz de Tenerife.

Palomas en Santa Cruz de Tenerife. / E. D.

Está totalmente prohibido en la capital tinerfeña alimentar a las palomas en la vía pública. El Ayuntamiento lo ha gritado a los cuatro vientos en varias ocasiones, pero algunos ciudadanos siguen haciendo oídos sordos. En estos días, el Consistorio ha vuelto a interponer sanciones por este motivo. En esta ocasión, se trata de dos vecinos que fueron pillados in fraganti proporcionando comida a estos animales, uno en la avenida Ángel Romero y otro, en la avenida de Las Asuncionistas. Han sido sancionados con una multa de 1.000 euros cada uno.

El edil responsable de Sostenibilidad Ambiental, Carlos Tarife, del PP, recuerda que la infracción por alimentar a las palomas en la vía pública está recogida en la Ordenanza Municipal Reguladora de la Protección y Tenencia de Animales de Santa Cruz de Tenerife, y calificada como grave, por lo que puede ser sancionada con una cuantía de hasta 1.500 euros.

Tarife advierte de que el Ayuntamiento, debido a la plaga de palomas que sufre actualmente el municipio, seguirá sancionando a todo aquel que dé de comer a estos animales en la calle, pues, añade, «estamos hablando de unas prácticas que provocan un crecimiento descontrolado del número de ejemplares».

Las palomas pueden transmitir más de 40 enfermedades. Entre éstas se encuentran la histoplasmosis, que puede provocar un grave daño pulmonar; clamidiosis, la bacteria propia de las aves que, esparcida mediante el polvo de las heces respirado por los humanos, provoca ornitosis; encefalitis de San Luis, una grave afección que inflama el sistema nervioso, y alveolitis alérgica (enfermedad del pulmón de la paloma), que si no se trata correctamente puede ser irreversible.

El concejal añade que estos animales también portan chinches y garrapatas y, a través de sus excrementos y nidificaciones, «provocan un grave deterioro del patrimonio arquitectónico y del mobiliario urbano, con la consiguiente repercusión económica para las arcas públicas». Además, comenta, dejan restos de comida en la vía pública que atraen a otro tipo de plagas, como ratas y cucarachas.

Por su parte, el alcalde, el nacionalista José Manuel Bermúdez, resalta que, además de una infracción grave, también es «una falta de respeto» para el resto de ciudadanos proporcionar alimentación «de cualquier tipo y a cualquier animal que se encuentre en la vía pública». «Estos vecinos deben ser sancionados para que no vuelva a ocurrir, ya que son prácticas que acarrean graves problemas de salud pública y deterioran nuestro patrimonio», agrega.

El Ayuntamiento de Santa Cruz, a través del contrato del control de plagas, y por medio de la colocación de jaulas y redes en distintos puntos de la ciudad, captura unas 1.000 palomas al mes. Además, y según recuerda el edil de Sostenibilidad Ambiental, desde la semana pasada, también se están llevando a cabo vuelos controlados de un halcón, en entornos estratégicos, como la plaza de España y el parque García Sanabria, para ahuyentar a las palomas.