Fútbol

Pedri ya tiene una peña con su nombre: «Es un fenómeno y somos parte de ese fenómeno»

Su abuelo fue el fundador de la casa barcelonista en Tegueste, que ahora adopta el nombre del ocho azulgrana

Pedri, con la bufanda de su peña.

Pedri, con la bufanda de su peña.

Manoj Daswani

Manoj Daswani

La realidad supera las expectativas en la historia de la Peña Barcelonista de Tenerife, que acaba de adquirir el nombre de su socio más ilustre y embajador universal: Pedri González López.

El crío que un día correteaba con el balón por la teguestera sede del grupo se hizo futbolista. Yademás, del Barça. «La historia es perfecta», relata Óscar Arjona, el secretario de la peña, la cual forma parte del registro oficial desde 1994, si bien sus orígenes se remontan mucho más atrás, allá cuando el abuelo del ahora futbolista internacional e icono del barcelonismo se reunía con sus amigos para ver jugar a su equipo. «¿Sabes cómo llamaban a la familia? Los catalanes», responde Arjona.

«La verdad es que llevábamos tiempo dándole vueltas entre la directiva y era el mismo padre de Pedri el que nos frenaba un poco. Nos decía: no nos precipitemos. Pero era un acto de justicia llamarnos peña Pedri, ser la peña dePedri;era ineviable porque la peña la fundó su abuelo y está llena de recuerdos suyos, de los tiempos que venía a ver los partidos aquí. Ahora, es el protagonista», sonríe.

En Canarias hay diez grupos inscritos en el registro del club: la Euro Barça 92 en Fuerteventura, otra en la Aldea de San Nicolás, la peña Nicolau Casaus de Gran Canaria, la Blaugrana Isla Bonita, las de Garachico y La Orotava, la de El Paso, otra en La Gomera y por supuesto la peña Pedrito.

«Su abuelo Fernando era casi un fundamentalista del Barça, si bien compartía su pasión con el seguimiento al CD Tenerife. Era una época en la que no había tecnologías y no era fácil ser peñista», aduce Óscar, que ahora disfruta de los tiempos de oro de la peña. «Ya tuvimos un socio que llegó a futbolista, como Jeffren. Pero que el nieto de nuestro fundador haya llegado a estas cotas supone un caso excepcional en el fútbol español. De jugar a la pelota en la sede de la peña, a hacerlo en el Camp Nou», relata con orgullo.

De sus recuerdos de Pedri, rescata del baúl unas cuantas anécdotas. «Los mayores de la peña le pedían que se estuviera quieto con la pelota. Lo cierto es que ha sido siempre muy devoto del fútbol, como también su hermano mayor Fer. El barcelonismo lo llevaba en la sangre;así que es normal que saliera mal la prueba aquella con el Madrid», bromea. El resto de marcas felices del pasado están estampadas en el mural dedicado al ocho culé.

«Ahora mismo es un fenómeno mundial y nosotros somos parte de ese fenómeno», cuenta el directivo de la peña, quien no ve límites al crecimiento exponencial de la marca Pedri, la misma con la que se han impregnado ellos. «A este paso van a tener que rebautizar hasta al restaurante del padre», sonríe. Entre sus parede steguesteras nació un sueño de futbolista. Que ahora juega al balón.