Entrevista | J. Fernando López Aguilar Eurodiputado socialista

López Aguilar: «No puede ser que el crecimiento del turismo expulse a los canarios de la vivienda. ¡Basta!»

El eurodiputado canario Juan Fernando López Aguilar repite en la lista del PSOE a las elecciones europeas. Hace un balance de la legislatura y de la importancia de estos comicios para las Islas

Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado del PSOE

Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado del PSOE / PHILIPPE BUISSIN

¿Cómo se percibe desde Europa el órdago de Pedro Sánchez de dimitir y su decisión de quedarse? El PP habla de ridículo mundial.

Pedro Sánchez es seguramente el presidente de la democracia que más se ha involucrado en los asuntos europeos personal y políticamente: la excepción ibérica, el pacto verde, las reglas fiscales... En todos los asuntos principales, el liderazgo de Pedro Sánchez es reconocido e indiscutido y, desde luego, lo es en la familia socialdemócrata, apreciado y querido. Lo que Pedro Sánchez ha puesto negro sobre blanco es que España no es inmune a ese síndrome que recorre Europa y buena parte del mundo, y que está minando la democracia, que es la mentira, lo que en España llamamos bulo, y en inglés se llama bullshit, es decir, la patraña, la insidia calumniosa que pretende desacreditar al adversario político faltando al respeto sobre las normas en las que se fundamenta la convivencia en democracia. Eso está en cuestión, y eso es lo que todo el mundo ha visto que está pasando en España. Una derecha y una extrema derecha enrabietadas porque han sido incapaces de formar gobierno. Lo intentaron, pero fracasaron. Y en cambio, Pedro Sánchez lo intentó y lo consiguió. Y no se lo perdonan.

Usted es jurista y exministro de Justicia. Pedro Sánchez prepara medidas en el ámbito judicial y para los medios de comunicación. ¿Eso no es controlar demasiado?

No. Nadie habla de controlar, se habla de sujetar a todos los poderes a la ley democráticamente legitimada. Cualquier jurista, yo lo soy, sabe que las denuncias y las querellas no pueden ser admitidas a trámite si no portan una mínima base probatoria. Y, en ningún caso, solo con recortes o titulares de diarios digitales. Y cuando un juez toma decisiones manifiestamente infundadas, eso tiene un nombre en derecho que todo el mundo sabe. Ya va siendo hora de que se hable de ello. Y en cuanto a los medios, hay que recordar que el Parlamento Europeo en esta legislatura ha aprobado la Media Freedom Act, uno de cuyos mandatos es precisamente la dación de cuentas con transparencia de la fuente de financiación, del accionariado y también de la publicidad institucional en todos los medios, ya sean de prensa convencional o digital, y ya va siendo hora de que esas normas vinculen a todos, de que todo el mundo sepa de qué se financian todos esos medios digitales, esa bulosfera alimentada por los dineros de la Comunidad de Madrid, que envenena la convivencia en toda España mintiendo 24 horas al día para perjudicar exclusivamente al Gobierno progresista.  

Se vuelve a presentar a las elecciones europeas en el número 13 de la lista del PSOE. Ya ha sido confirmado y gana puestos.

Soy un socialista, amo al Partido Socialista, lo he servido con lealtad, energía y convicciones muchos años de mi vida, desde que tengo uso de razón, desde que fui mayor de edad. Y agradezco la confianza que se deposita en mí cualquiera que sea la posición.

¿En qué centrará su campaña?

En una movilización proeuropea, una movilización de la gente canaria que es muy consciente de cuánto nos va en un territorio incardinado en una construcción supranacional con vocación de ser globalmente relevante. Un archipiélago como el nuestro abandonado a su suerte, sin ningún paraguas, sin ningún colchón de solidaridad colectiva, se desmoronaría en los estándares de calidad de vida que hemos disfrutado desde que somos Unión Europea. Por tanto, podemos encontrar soluciones al hecho migratorio, al derecho de asilo, a la protección del medio ambiente, a la incorporación de economía azul, verde y circular que son el futuro de Canarias, de modo que podamos mantener nuestro nivel de bienestar sin depredar irremisiblemente el territorio. Encontrar una solución, siendo europeos, para los grandes desafíos sociales de Canarias y que pasan por las oportunidades de la gente joven y por el acceso a la vivienda digna que corrija el modelo de crecimiento descontrolado del turismo.

De hecho, ha habido una manifestación masiva en Canarias para pedir un cambio del modelo turístico. Y el Gobierno, cabildos y el Parlamento regional están en ese debate...

Protestas que deben ser atendidas. No puede ser que el crecimiento indefinido del turismo expulse del derecho a la vivienda a una generación de canarios. No puede ser que todo sea planta alojativa, que todo sea alquiler vacacional, que todo sea uso turístico... ¡Basta! No puede ser que celebremos que haya 12 millones de turistas y debamos celebrar más que haya 16 millones. Y supuestamente debamos celebrar más que haya 18 millones. ¿Y así hasta cuándo? Los canarios somos 2.200.000 personas y tenemos derecho a una dignidad, a un acceso a la vivienda digna y adecuada y no lo puede hacer imposible el crecimiento desordenado, indefinidamente incremental del turismo en Canarias. Máxime cuando los beneficios del turismo nunca han estado efectivamente repartidos.

¿Qué se juega Canarias en estas elecciones europeas?

Se lo juega todo. ¿Puede Canarias esperar algo de una UE escorada hacia fuerzas insolidarias de ultraderechas y nacionalistas con el PP? La respuesta es no. La única esperanza para Canarias es que haya una Europa con un claro compromiso socialdemócrata que defiende el estado social y la voluntad correctora de las desigualdades que se padecen en un archipiélago como Canarias, y que la Unión Europea siga contemplando las singularidades a la hora de aplicar el derecho europeo y generando medidas específicas para las Islas. 

¿Cree que esta reflexión de Pedro Sánchez puede movilizar al electorado de izquierdas en los comicios europeos del 9 de junio?

Espero que sea un revulsivo y un movilizador para el voto progresista. Un factor dinamizador, en una de las elecciones que son decisivas porque Europa se juega su futuro. Frente a las encuestas que pronostican un crecimiento de la extrema derecha, yo digo que esa es una batalla política que tenemos que dar. Además, vivimos en un mundo globalizado rodeados de vecinos cada vez más peligrosos. La vecindad inmediata con Rusia es el ejemplo superlativo. Rusia es vecino inmediato de la Unión Europea y la Rusia de Putin es una amenaza para la paz mundial. A la vista está porque no hay día que no nos recuerde su arsenal nuclear, que está dispuesto a utilizarlo, llevándose el mundo por delante.

¿Y cómo está siendo la actuación de la UE en la invasión de Ucrania por Rusia?

La Unión Europea tiene que despertar estratégicamente. Además de despertarse falta que tenga fuerza para levantarse de la cama. Y hablar de tú a tú con el lenguaje del poder a los actores globalmente relevantes. Ese tiene que ser el mandato de la Unión Europea en la próxima legislatura. Esta claro que la UE no puede confiar exclusivamente su defensa en los Estados Unidos. Los Estados Unidos están desenganchándose de Europa con toda claridad.

¿A qué se refiere?

Significa que tenemos que incrementar nuestra inversión estratégica en la industria de la defensa, en la investigación, en generar una fuerza de intervención rápida y en nuestra diplomacia unitaria para poder incidir o influir en el comportamiento de actores terceros cuando eso resulte imperativo, como es el caso de la brutalidad y la desproporción de la respuesta de Netanyahu al ataque terrorista de Hamás, el 7 de octubre, que ha sido una destrucción tan masiva, tan desproporcionada de Gaza, que requiere que la Unión Europea claramente sea capaz de intervenir para condicionar un alto al fuego, no solamente pedirlo, sino condicionarlo.

Pedro Sánchez está liderando el reconocimiento del Estado de Palestina. ¿No echa en falta ese apoyo al pueblo saharaui?

Son objetivamente distintos, no solo por la historia del contencioso del conflicto y por la población involucrada, sino también por la situación material de cronificación de una guerra que se baña en sangre un día sí y otro también en el curso de los años. No es comparable. Cuando dicen que el Gobierno de Sánchez ha reconocido la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara no es verdad, es un bulo. España no tiene el poder de entregarle el Sáhara a Marruecos porque España no puede modificar el derecho internacional. Solo ha dicho que Marruecos ha hecho una oferta seria y creíble y eso no modifica la legalidad internacional que dice que es un territorio que sigue estando bajo un contencioso. 

Haga un balance de cómo ha sido esta legislatura que finaliza de la Unión Europea.

A mi juicio, es la más productiva, la más ambiciosa. Esta legislatura arrancó con hambre atrasada. Una agenda muy ambiciosa en la que los socialistas fuimos determinantes imprimiendo ambición al contrato de investidura de la candidata Ursula von der Leyen. En cuanto arrancó se fijaron cuatro grandes objetivos. Primero una Unión Europea geopolítica. En segundo lugar, una agenda verde, una transición justa hacia una economía descarbonizada. Y ahí Canarias ha conseguido preservar sus singularidades, y debo decir que yo he sido decisivo en la defensa de esas singularidades en el Parlamento Europeo y en la legislación. Luego está el objetivo de la agenda digital y la regulación de la inteligencia artificial, en la que la Unión Europea se coloca de nuevo campeona del mundo. Y en cuarto lugar, por fin, y en esto me empleo a fondo porque soy el responsable, una respuesta europea frente al derecho migratorio y el derecho de asilo.

Por partes. ¿Son suficientes las excepciones de Canarias en la tasa verde que grava las emisiones de dióxido de carbono en el transporte aéreo y marítimo? Canarias no se ha quedado exenta en los vuelos internacionales.

Mire, ha sido un avance extraordinario para la singularidad de las regiones ultraperiféricas, porque hemos peleado a brazo partido y se ha conseguido excepcionar a las regiones ultraperiféricas de cualquier compromiso en el transporte aéreo y marítimo en sus comunicaciones entre islas y en sus comunicaciones con el Estado de referencia. Y se ha financiado al cien por cien la transición energética a la economía descarbonizada en el resto de las conexiones para las regiones ultraperiféricas, con programas específicos.

Usted ha jugado un papel muy destacado como presidente de la Comisión de Libertades, Justicia e Interior del Parlamento Europeo en cuanto a la política migratoria. ¿Se siente el padre, digamos, del Pacto de Migraciones y Asilo aprobado en abril?

En el Parlamento Europeo nadie puede jugar infantilmente a ser el único autor de ningún resultado, pero, desde luego, he sido determinante y todo el mundo me lo reconoce. Hemos legislado para que no haya una respuesta acción-reacción, ni induzca al pánico, sino que comprenda que la migración siempre ha existido, siempre existirá, y que necesita unas respuestas reguladas por leyes europeas. Por fin las hay. 

Aunque las oenegés censuran el pacto.

Conozco las posiciones de las oenegés no solo porque las he escuchado en mi despacho, sino porque las he hecho mías a lo largo de la negociación. Pero con 27 estados miembros, con 27 gobiernos y ministros del Interior, sin duda alguna el formato más duro de discusión que se pueda pensar, la legislación que se pone en vigor es un avance. Hay solidaridad donde antes no había ninguna. No solo va a haber programas de realojamiento después de operaciones de salvamento y rescate, sino que la contribución financiera al fondo de solidaridad interior y al fondo de migraciones y asilo es una forma de solidaridad obligatoria actualmente inexistente, que mejorará la capacidad de respuesta de los Estados de primera línea, incluida España, incluida Canarias. Ahora vamos a tener una responsabilidad compartida. Y el desarrollo legislativo será el trabajo de la próxima legislatura.

Casi nos hemos olvidado del Brexit. ¿Cómo está influyendo en la Unión Europea?

La salida del Reino Unido fue un quebranto para la UE y se produjo en esta legislatura. Pero una vez fuera, la UE ha cerrado filas. Garantizó su unidad y previno la expansión del síndrome del Brexit. No se produjo ningún efecto contagio, como se temió al principio. Ahora solo depende de los británicos que alguna vez vuelvan a tocar en las puertas de la UE, y no parece que eso vaya a suceder mañana por la tarde. Ellos han salido perjudicados por una decisión estratégicamente errónea, de la que Unión Europea se ha recompuesto.

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