Dicen que para conocer un lugar hay que patearlo. Y nada mejor que hacerlo a través de los magníficos rincones que puedes encontrar en Tenerife.
En la Isla encontrarás diferentes opciones: desde paseos urbanitas hasta costeros, pasando por aquellos que se encuentran en mitad del monte o en las áridas zonas sureñas. A pesar de su variedad, si buscas, seguro que en cada uno de ellos puedes aprender un poquito sobre la historia de Tenerife y sus antiguos pobladores.
En este caso, te proponemos algunas rutas en las que podrás adentrarte un poco más en Arona, conocer su riqueza natural, pero, sobre todo, descubrir algunos lugares históricos que no te dejarán indiferente.
Camino de Túnez
Uno de los mejores senderos para adentrarte en Arona y conocer parte de su historia es el Camino de Túnez. Se parte del barrio del mismo nombre por un camino ascendente, desde donde se puede apreciar viejas construcciones agrícolas y casa rurales deshabitadas, hasta llegar a la zona mas alta de casas, para comenzar el descenso zigzagueando, hasta conectar con el canal de chijas.
Durante esta ruta, de apenas cinco kilómetros, podrás apreciar la belleza del paisaje, que te trasportará a ese pasado agrícola del municipio.
Camino Suárez
Pasear por el Camino Suárez te llevará a tiempos pasados, ya que se trata de un camino cabrero y de serventía que utilizaban los medianeros que habitaban en la finca de Suárez. Esta finca de medianías contiene un caserío ganadero y tierras donde se cultivaba el trigo, la cebada y la papa. Además, era usado por los vecinos de Arona e Ifonche para trabajar las tierras.
Al transitarlo, pasarás por lugares de interés como el antiguo caserío de El Ancón, o espacios de tradición agrícola como eras, hornos de pan, cuevas o bancales.
Camino del Topo
El Camino del Topo es una antigua vía que comunicaba el pueblo de Arona con Ifonche. El camino asciende por una suave pendiente y llega hasta una pista de tierra. Al realizar esta ruta se pasa por espacios que recuerdan el pasado agrícola de la zona, basado en la subsistencia y en el cultivo de la vid y de la papa. Además, su belleza es incomparable, como no podría ser de otra manera al recorrer dos espacios naturales, la Reserva Natural Especial del Barranco del Infierno y el Paisaje Protegido de Ifonche.
