Coger lo necesario, meterlo en la mochila y salir a hacer un pateo en medio de la naturaleza es algo que tenemos la suerte de poder hacer en Canarias prácticamente durante todo el año. Los senderos de Tenerife son especialmente bellos para ello y, por eso, son miles las personas que eligen la Isla para pasar sus vacaciones y aprovechar la estancia para hacer senderismo entre paisajes espectaculares y totalmente alejados a lo que encuentran en sus países de origen.
La isla ofrece de todo, desde senderos para principales hasta para los más experimentados, con una bella cascada o un recóndito charco natural en el que darse un chapuzón. Sin duda, las propias características de la Isla hacen que sus senderos sean muy transitados por los amantes de la naturaleza.
Hay quien elige hacer la caminata con familiares o amigos, otros acompañados de su mascotas y también hay quien decide hacer los pateos en solitario -aunque esto es lo menos recomendado-. Pero si hay algo que nunca falla es que siempre van equivados con su mochila.
Éste es el complemento que no puede fallar en ninguna caminata, ya sea para cargar el agua, la comida o un pequeño botiquín... Siempre va con nosotros. De hecho, esta práctica es definida en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua como mochilear. Y, siguiendo su definición, aquí te presentamos algunas de las mejores rutas de Tenerife para mochilear.
Cruz del Carmen - Punta del Hidalgo
En el Parque Rural de Anaga encontramos una de las rutas más bonitas, tanto por el verde de la naturaleza como por las vistas al mar que ofrece. Se trata del sendero que baja desde Cruz del Carmen hasta Punta del Hidalgo. El trayecto es de dificultad media y tiene un un desnivel máximo de 916 metros. Durante el camino se pasará por zonas de sendero, pista forestal y algunas zonas de carretera. Sin duda, una opción perfecta para disfrutar de una panorámica de la costa de Anaga.
Además, nada como terminar un pateo con una baño en la playa en la zona de La Punta.
Garachico - Montaña de Chinyero
La ruta entre Garachico y Montaña de Chinyero está destinada a los más valientes. Se trata de un sendero de bastante dificultad, ya que pasa de una cota de apenas 46 metros a una altura máxima de 1.521 metros en un trayecto de 17,7 kilómetros. El camino empieza en Garachico, y se asciende por el Camino de El Lance hasta San Juan del Reparo, a través de coladas volcánicas que conforman un paisaje de gran valor.
En este trayecto es absolutamente necesario ir con la mochila como mejor compañera, ya que su alta exigencia obliga a ir con bastantes previsiones.
Tras pasar por La Montañeta, se llega al área recreativa de Arenas Negras y Montaña de Las Flores, donde se inicia un recorrido circular alrededor del Volcán Chinyero, entre coladas de picón volcánico, pasando por antiguos pinos centenarios.
Siete Cañadas
El sendero de Siete Cañadas conforma parte del antiguo Camino de Chasna, que se utilizó desde la época prehispánica para cruzar del norte al sur de la Isla. Se trata de un sendero lineal de 16,6 kilómetros, que cuenta con una dificultad media. Esta ruta comienza en el Centro de Visitantes del Portillo y termina en el Centro de Visitantes de Cañada Blanca.
El camino discurre por la base de la pared de la Caldera de Las Cañadas, destacando por su belleza gracias a la presencia del tajinaste picante, que florece en el mes de junio. También se puede ver otro tipo de vegetación, como el tajinaste rojo.
Si quieres coger tu mochilas si salir de pateo por Tenerife, éstas son solo algunas de las opciones que tienes para disfrutar de una paisaje maravilloso descubriendo los rincones de la Isla.
