El Toscal venera al Señor de las Tribulaciones

Los vecinos rinden tributo a la imagen con la confección de alfombras de sales teñidas en las calles del barrio santacrucero

D. R.

La procesión con mayor tradición de Santa Cruz recorrió ayer las calles de El Toscal, el célebre barrio capitalino. La imagen, a la que hay quienes denominan el Señor de Santa Cruz, salió desde la parroquia de San Francisco de Asís y después se introdujo en una zona cargada de historia. Allí los vecinos volvieron a realizar alfombras de sales teñidas y se repitieron las escenas de devoción de cada año. Fue pasadas las 20:30 horas cuando el paso abandonó la iglesia y comenzó el desfile. Por fuera del templo aguardaban santacruceros incondicionales del Señor de las Tribulaciones y vecinos de otros puntos de la Isla.

«Sabía que el tiempo estaba mejor en Santa Cruz que en otros sitios y decidimos venir a pasar la tarde aquí», manifestó Marcos, que acompañaba a sus padres, poco antes de que comenzara la procesión, cuando la banda y otros integrantes del cortejo se situaban. «Llevaba años sin venir y es complicado aparcar en esta zona de Santa Cruz, pero nos animamos y vinimos a ver esto», explicó este lagunero.

«Yo llevo viniendo toda la vida, menos cuando estaba trabajando en el Sur», apuntó María Pérez, criada en Santa Cruz y vecina de Tacoronte. «Tengo familiares que han vivido en El Toscal y toda mi familia siempre le ha tenido mucha devoción al Señor de las Tribulaciones», expuso. Otro testimonio es el de Carlos González, de 58 años: «Aproveché que tenía el día libre y que, siempre que puedo venir, lo hago, para pasarme por aquí esta tarde».

La historia de esta imagen que despierta tanta fe es relatada en el programa de actos de este año de la Semana Santa capitalina. La restauradora-conservadora de obras de arte Meritxell Barroso, que ejecutó la última actuación que se ha realizado sobre la obra, dedica a ella y sus avatares el artículo Imagen del Señor de las Tribulaciones. «Se le conoce como el Señor de Santa Cruz y en concreto es el patrón del mítico barrio santacrucero de El Toscal. Saliendo en procesión todos los Martes Santo.

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El barco italiano ‘Remo’ trajo a la Isla una epidemia de cólera-morbo y solo se libró El Toscal, encomendado al Señor de las Tribulaciones

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La imagen está recién restaurada tras los trabajos presentados el pasado año

En 1893, la presencia en el puerto de Santa Cruz del barco italiano Remo trajo una epidemia de cólera-morbo, librándose de la enfermedad solo el barrio pesquero de El Toscal, por encomendarse por medio de incesantes rogativas al Señor de las Tribulaciones, que había alcanzado mucha popularidad y devoción en relación con acontecimientos-hitos relacionados con enfermedades y epidemias colectivas, convirtiéndose en el principal taumaturgo», comienza el texto. Los mencionados trabajos de restauración, que fueron presentados el pasado año, permitieron datar la talla en el último tercio del siglo XVII, y no en el XVIII, como se creía.

Barroso apunta en el artículo que la pieza fue «realizada fuera de Canarias», si bien añade que «no hay constancia documental de cómo y de la mano de quién llegó a la Isla». Y prosigue: «Existen multitud de hipótesis y relatos que la relacionan con la familia Rodríguez de Carta o con el clérigo don Fernando de San José Fuentes como tales. La primera noticia de su existencia es que estuvo a mediados del siglo XVIII en la capilla del viejo Hospital Civil de Nuestra Señora de los Desamparados de Santa Cruz, siendo a finales del mismo siglo cuando se coloca en la iglesia de San Francisco de Asís, en un pequeño retablo donde recibiría culto perpetuo».

«Hasta el momento de restaurarla en el transcurso de los años 2021-2022, desde todas las miradas y opiniones (historiadores, cronistas y aficionados), se trababa de una escultura ligera de pasta de maíz, proveniente de la escuela barroca americana de Michoacán u otra escuela Mejicana, dentro de la técnica llamada titsingueri, técnica cuya base era un armazón sencillo, que dejaba una oquedad interior», expone, y completa: «Sobre el que se añadían estratos de pasta de maíz consiguiendo aspectos anatómicos acartonados, más o menos realistas dependiendo del modo de ejecución y pericia. Incluso escultores de escuelas españolas fueron requeridos en esas escuelas para perfeccionar la técnica y conseguir resultados más realistas».

También ha escrito acerca de esta imagen el cronista oficial de Santa Cruz, José Manuel Ledesma. En 2020, Ledesma recorrió la historia de la talla y recordó otro de sus milagros, narrado como sigue por Francisco Tolosa, administrador del Hospital de los Desamparados, en una carta enviada al vicario de Santa Cruz: «El 22 de junio de 1795, José Carta, tesorero general de Reales Rentas, se llevó la imagen a su casa para colocarla en la habitación de su esposa, María Nicolasa Eduardo, que se encontraba gravemente enferma. Una vez allí, por el rostro del Ecce Homo comenzó a salir un líquido cristalino que, por su fluidez y transparencia, se pensó que era agua, por lo que se secó con unos algodones.

Como al poco rato se volvió a repetir lo mismo, José Carta envió llamar al teniente Pedro Ortiz, quien, haciendo igual diligencia de limpiarla, al considerar que la causa de este acontecimiento se debía a la proximidad de un candil que estaba junto al busto, comprobaron que, una vez retirada la lámpara, volvió a suceder lo mismo por tercera vez, ahora en presencia de los señores citados y varios seculares que se encontraban en el cuarto; los cuales lo testificaron ante un notario público».

Tras esta procesión, hoy sigue la Semana Santa de Santa Cruz con nuevas citas. Desde La Candelaria (Barrio de La Salud) está previsto el desfile del Nazareno, mientras que el programa recoge a partir de las 20:30 la Procesión del Encuentro. El Señor de Medinaceli saldrá de la parroquia de San José a partir de las 22:00 horas.