La Orotava ya está trabajando para vivir por segundo año consecutivo una Semana Santa diferente, en la que no van a celebrarse procesiones en la calle, pero “se mantendrá intacto el fervor religioso” en los actos adaptados a las restricciones sanitarias. En la confección del programa “ha primado la seguridad de cada evento, que está sujeto a modificaciones de acuerdo a la evolución de las circunstancias sanitarias, y ha contado para su diseño con la colaboración entre hermandades, cofradías, parroquias y el Ayuntamiento, que integran la Comisión Mixta de Semana Santa”.
La celebración arranca el 11 de marzo con la presentación del cartel y del programa en la Parroquia de San Juan Bautista. La imagen que anunciará las celebraciones de estos días es la del Santísimo Cristo Yacente, de la Hermandad del Santo Entierro.
El concejal Narciso Pérez (CC) señala que “todos y cada uno de los actos dispondrán de estrictas medidas de control de aforo para poder realizarlos con seguridad y de acuerdo a las medidas sanitarias”. Además destaca “la flexibilidad por parte de cofradías, hermandades y parroquias para efectuar ajustes”.
El edil quiso agradecer a la citada comisión “ el intenso trabajo que ha venido realizando para que, a pesar de que no se celebren procesiones, se pueda vivir la dimensión religiosa dentro de los templos, de tal forma que todas y cada una de las cofradías van a realizar sus cultos”. La programación incorpora novedades como el Vía Crucis de las Hermandades y Cofradías, que se va a celebrar d forma muy singular en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán el 13 de marzo. Además, al día siguiente, a las 19:30 horas, tendrá lugar la lectura del pregón, a cargo del sacerdote villero Carmelo González, en La Concepción. El concierto de Marchas Procesionales se traslada al 28 de marzo en el Auditorio Teobaldo Power.
El sacerdote villero Carmelo González García pregonará la celebración el día 14 de marzo en la Parroquia de la Concepción
La Agrupación Musical Orotava y la Banda de Cornetas y Tambores de San Juan Bautista ofrecerán a los asistentes a ese concierto, que comenzará a las 20:00 horas, una selección de marchas de distintos autores españoles y para poder acudir a la cita, el público deberá disponer de invitaciones nominativas, que se retirarán en la plataforma online de eventos Tickety.
El cartel anunciador de la Semana Santa de La Orotava de este año es del popularmente conocido Señor Muerto, un cristo crucificado articulado que se transforma en imagen yacente. Su origen se sitúa en el primer tercio del siglo XVII, siendo atribuido al escultor jienense Francisco de Ocampo. Tras la desamortización de Mendizábal de 1835 y la consiguiente clausura del convento de frailes franciscanos de San Lorenzo, las tallas que constituían el desfile procesional del Santo Entierro pasaron a engrosar los bienes de la parroquia de San Juan Bautista no sin antes librar un largo pleito con la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, de la que el templo de El Farrobo salió victorioso. No obstante, la organización de la procesión durante los años inmediatamente posteriores correspondió a ambas parroquias de manera alterna.
En esta ocasión, por primera vez, se incluye en el cartel otras imágenes complementarias como son los Santos Varones, (San José de Arimatea y San Nicodemo), tallas de candelero atribuidas hasta hace unos años al escultor palmero decimonónico Aurelio Carmona López. Pero la historiografía del arte más reciente las sitúa una centuria antes, aunque sin lanzar hipótesis alguna acerca de su autoría. Destacan por el tratamiento de sus barbas, así como de las manos, portadoras de los atributos de la crucifixión, el copón con los aromas, el martillo y el sudario.
La procesión del Santo Entierro es muy significativa para los orotavenses. Parte desde la parroquia de San Juan Bautista y participan todas las hermandades del templo bajo la coordinación de la Hermandad del Santo Entierro. El cortejo procesional lo configuran: los Santos Varones, Nicodemo y José de Arimatea, anónimas del siglo XVIII; María Magdalena, ejecutada por José Luján Pérez (1801); San Juan Bautista, El Enamorado de Fernando Estévez; y el Señor Muerto, del siglo XVII. Cierra la Virgen de los Dolores, de Fernando Estévez (1816). La procesión recorre las calles de la Villa de Arriba, desciende hasta la iglesia de San Francisco para realizar la tradicional estación en su antigua sede, y tras pasar por la Plaza del Ayuntamiento, asciende por la calle León de regreso a El Farrobo. Una procesión que hasta ahora tenía lugar cada tarde de Viernes Santo.
