“Yo soy la prueba de que se puede”, el mensaje del humorista Aarón Gómez para las personas con ansiedad

El cómico hace visible el trastorno por el que ha cancelado actuaciones en el programa ‘Punto de Partida’ de Televisión Canaria 

Gracias a una amiga, a los 19 años le puso nombre y apellido a lo que padecía 

Aarón Gómez, uno de los humoristas más exitosos de Canarias

Aarón Gómez, uno de los humoristas más exitosos de Canarias / Andrés Gutiérrez

El humorista tinerfeño Aarón Gómez convive con un trastorno de ansiedad desde su adolescencia. “La típica madre canaria protectora hace que cuando sales al mundo, te des una hostia de realidad y comiences a ver peligro donde no lo hay”, reconoció en el programa Punto de Partida de Televisión Canaria. “Cuidado, cuidado, cuidado”, la palabra que más escuchaba en su infancia se tradujo en un miedo irracional que le obligó a cancelar actuaciones, a dejar escapar muchas oportunidades laborales y a ser incapaz de subirse a un avión. Ahora, tras años de terapia, el actor que no era capaz ni de desplazarse a Gran Canaria alardea de sus dos viajes a Japón y lanza un mensaje: “Soy la prueba de que se puede”.

Aarón cruzaba el Parque García Sanabria para ir al instituto. Algunos días le resultaba imposible, se daba media vuelta y volvía a su casa. De los nervios sentía ganas de vomitar y, por ese entonces, ya tenía claro que algo en sus pensamientos no era normal. Creía que se activaban según el lugar en el que estuviera, porque “al principio siempre parece que es algo ajeno a ti”.

A los 19 años pudo poner nombre a aquello que padecía y que le hacía permanecer en casa durante días porque siempre se sentía mal: tenía un trastorno de ansiedad. Desveló que fue gracias a la fotocopia de un libro que le trajo una amiga a casa en el que se describían todos sus síntomas y se relacionaban con la ansiedad. “Me relajé porque sentí que no estaba loco, que lo que tenía le pasaba a otras personas también” aseguró. 

Pasión por su trabajo

“El amor por mi oficio está por encima de mis miedos”. Durante dos años, el teatro fue la única actividad que realizó Gómez, que apenas salía de casa. Reveló que la ansiedad para él ha sido un gran maestro a la hora de actuar porque ese nivel de tensión es necesario, pero no se puede descontrolar. Una frase que recuerda siempre de su psicólogo es que las personas sensibles a la ansiedad, lo serán para toda la vida.

El humorista aprende diariamente a convivir con ello y aprovecha espacios como YouTube para teatralizar el trastorno a través de un personaje amarillo que él mismo interpretaba y que perseguía a un chico que lo padecía en todas sus desiciones. Con el toque de humor que lo caracteriza, el sketch representaba una situación que, antes de aprender a manejar, era rutinaria para el cómico.

Terapia como solución

La terapia fue lo que realmente le ayudó. Pasó por varios centros psicológicos y por psiquiatría. También estuvo con ansiolíticos y antidepresivos una época, aunque defendió en Punto de Partida que la farmacología no es suficiente porque es necesario contar con herramientas que solo puede aportar un terapeuta. El psiquiatra Nelson Naranjo confirmó en el mismo programa que los fármacos son efectivos, pero que deben mantenerse a medio-largo plazo para encontrar la respuesta que “todos buscamos”. 

“Subirme al avión era uno de mis grandes desafíos, no podía ir ni a Gran Canaria. Ahora, puedo decir que he visitado Japón dos veces”

Aarón Gómez

Los intentos de su progenitora por evitar que sus hijos pasaran por lo mismo que ella vivió lograron el efecto contrario. Esta cuestión unida al sentimiento de peligro constante y el desconocimiento para manejarlo crearon el caldo de cultivo perfecto para que la ansiedad se desarrollara en el humorista desde edades tempranas. Su familia ha sido un gran apoyo para él, pero también tiene un pasado con este trastorno que Aarón Gómez considera “hereditario y educacional”. 

El 33% de canarios se siente ansioso y deprimido

El humorista llegó a agobiarse por cualquier aspecto: “Empezó en una guagua y se fue expandiendo hasta el punto que en un vuelo fui todo el rato temblando y agarrado a mi expareja”. No poder huir de un sitio le generaba mucha ansiedad y el avión era la máxima expresión de un lugar del que no podía salir. Desveló que el primer viaje que pudo hacer después de años fue una terapia de acompañamiento con su psicólogo.

Su voz se alzó para visibilizar las enfermedades mentales. Hay quien lo ve como un acto de valentía, pero para él no es ningún superpoder, “tener ese trastorno es una cuestión horrible”. La pandemia hizo que las cifras se dispararan. El primer año hubo un 25% más de pacientes y ahora, el 33% de la población en las Islas dice sentirse ansioso o deprimido, según datos del programa. Pese a que hay factores predisponentes o características de la personalidad que favorecen la aparición de la ansiedad, la realidad es que todo el mundo puede padecerla en algún momento.