Reclamación
Impiden el acceso a una pareja de ciegos a un restaurante de Palma por ir acompañados de sus perros guía
Los invidentes avisaron a la Policía Local de Palma porque en el local les negaron también la hoja de reclamaciones
Lorenzo Marina
Una pareja de invidentes, españoles de 50 años, no pudo entrar en un restaurante de Palma, al impedirles el acceso por ir acompañados de sus respectivos perros guía. En dicho establecimiento, también le negaron la hoja de reclamaciones. A continuación estas personas ciegas no tuvieron otra opción para expresar su profunda disconformidad con el trato discriminatorio recibido que avisar a la Policía Local de Palma. Los agentes rellenaron en primera instancia el formulario de quejas que negaban a estas personas con discapacidad visual y les instaron a interponer la correspondiente denuncia.
Los hechos ocurrieron sobre las siete y cuarto de la tarde del pasado sábado en un céntrico restaurante de Palma. Una pareja ciega trató de sentarse en una mesa del negocio y se topó con la oposición frontal de la responsable del mismo. El motivo de su reiterada negativa a atenderlos y a franquearles el paso al interior del establecimiento no eran directamente ellos sino los animales que les acompañaban: sus perros lazarillo.
A esta pareja no le quedó otra opción que avisar a la Policía Local de Palma. En dicho restaurante no se habían limitado a impedirles el paso por el solo hecho de ir acompañados de sus perros guía. También les negaron el derecho a algo tan básico para expresar su queja como es el acceso a la hoja de reclamaciones.
Los invidentes explicaron a la responsable de dicho restaurante que la ley habilita a los perros guía acceder a cualquier lugar sin limitación. Pese a ello, la encargada del establecimiento se negó en rotundo tanto al paso de los animales como a facilitarles la hoja de reclamaciones para que no quedara constancia de lo que les estaba ocurriendo y del trato discriminatorio que les estaban dispensando.
Ante este comportamiento claramente hostil de la responsable del céntrico restaurante de Palma, los discapacitados visuales tuvieron que recurrir a que una patrulla de la Policía Local se personara. El objetivo era hacer valer los derechos que les asistían.
"Perfectamente adiestrados"
Agentes de la Policía Local de Palma se desplazaron rápidamente hasta el lugar para averiguar qué estaba ocurriendo. En primera instancia, los policías rellenaron las hojas de reclamaciones que la encargada del restaurante negaba a los ciegos. Asimismo le informaron a esta pareja invidente de la posibilidad de denunciar lo ocurrido.
En conversaciones posteriores con los agentes, la mujer invidente explicó que los dos perros guía se han sometido a multitud de revisiones veterinarias, que pueden acreditar con certificados, y tienen permitido incluso el acceso a hospitales. Así, Xelma, una pastor alemán de diez años, y Ures, un labrador de seis años, "están perfectamente adiestrados y cumplen con los más estrictos controles veterinarios".
Desde la Policía Local de Palma hacen especial hincapié en que un perro guía "no es una mascota, sino una extensión de su propietario". Salvo puntuales excepciones, estos canes especialmente adiestrados "pueden acceder a los mismos lugares que las personas".
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