'Influencer' por sorpresa: la logopeda tinerfeña Inés Rodríguez entretiene y divulga sobre discapacidad en redes

La joven cursó sus estudios en la Universidad de La Laguna y, en la actualidad, trabaja en una consulta especializada en daños cerebrales

En su vídeo más viral reivindica que no hay que infantilizar a las personas con discapacidad

Inés Rodríguez, la joven logopeda tinerfeña con parálisis cerebral

Inés Rodríguez, la joven logopeda tinerfeña con parálisis cerebral / Inés Rodríguez

Inés Rodríguez (@inusu_al) es una campeona, aunque detesta que la llamen así. La joven logopeda con parálisis cerebral representó a Tenerife en el Mundial de Londres de natación paralímpica 2019 con el equipo español, que regresó con 14 medallas del campeonato. Su relación con el deporte tras la pandemia perdió fuerza, pero casualmente la tinerfeña consiguió ganar miles de seguidores en pocos meses gracias a un vídeo en el que reivindicaba que no la llamaran campeona. En ese caso, nada tenía que ver con su etapa como nadadora, sino con el hecho de tener una discapacidad. "Igual a alguien le encanta que le feliciten por existir, pero a mí no", argumenta. Las 4,7 millones de visitas alcanzadas convirtieron al vídeo en el más visto de su cuenta. Ahora Inés, con la naturalidad y el humor que la caracterizan, no solo entretiene con su contenido diario, también realiza una labor social para concienciar de que existen muchas realidades diferentes. 

La joven de 25 años nació en Tenerife. Creció en la Isla y estudió Logopedia en la Universidad de La Laguna. Se marchó a Granada hace seis años para estudiar un máster. De ahí a Vitoria y luego a Madrid, donde ahora reside. "Cuando nací hubo una serie de complicaciones médicas, pero a mis padres les dijeron que finalmente estaría bien, que no había sufrido ningún daño", explica. A los dos años, su padre se dio cuenta de que algo no funcionaba bien. Según comenta Inés, al principio nadie le explicó a sus familiares sobre la parálisis cerebral infantil que le diagnosticaron, su madre tuvo que buscar en libros más información. Espera que en ese aspecto la comunicación entre la salud y el sistema administrativo haya mejorado, en especial, en materia de becas y ayudas. "Las familias que lidian con una patología de cualquier tipo tienen bastante encima como para que no se les facilite un servicio más atento y cercano", subraya.

Inés ha precisado varias terapias a lo largo de su vida, pero la logopedia no ha sido una de ellas. De hecho, llegó a la carrera de rebote, pues su principal opción era Psicología. Se le hizo tarde para matricularse y optó por una elección similar. Recuerda con cariño sus años en la ULL y afirma que "el profesorado ha sido muy bueno". Aprovecha para criticar la ausencia de un doctorado en su rama de estudios y el hecho de que solo tuviera una profesora titulada en Logopedia en cuatro años y el resto fueran de otras áreas. "No conviví con profesionales, por tanto, no tenía referentes. Hay mucha información que se pierde, la salida al mercado laboral es difícil", reflexiona. En un futuro la tinerfeña planea doctorarse, pero primero quiere ganar más experiencia en su trabajo y descubrir qué es lo que realmente le gusta. 

La logopeda se ha especializado en daño cerebral. Trata pacientes con ictus, tumores o enfermedades neurodegenerativas como el Párkinson. La gente la toma en serio y la relación es muy buena, aunque no siempre fue así. Reconoce que solo cuando comenzó a ejercer dos personas se negaron a que las tratase: "Quizás estaba más insegura y eso se notó". Durante las prácticas era habitual que la confundieran con alguien que venía a consulta para ser atendido, ahora con uniforme no suele pasarle nunca porque es más evidente. No obstante, su condición clínica en ciertas ocasiones ha jugado a su favor. "Tener experiencia me sirve para aconsejar a los pacientes con lo que a mí me funcionaba. Además, los contenidos de los libros me han ayudado a entender aspectos personales a nivel médico", confiesa. 

Su labor en redes sociales

Sus redes sociales son un espacio para que Inés comparta actividades de su rutina diaria y para que, quien lo desee, cuente su historia. La tiktoker, como muchas chicas de su edad, comenzó a crear ese contenido porque era el que consumía. "Me encanta hacer el tonto en Internet para entretenerme. A raíz de vídeos como el de campeona he visto que tengo un impacto y que la gente me escucha y está dispuesta a aprender conmigo", revela. Además, considera que el mundo debe ser “educado”, porque hay muchas cuestiones que no se explican y, por tanto, se desconocen. Reconoce que a menudo se queja, pero que "en cada palabra también hay comprensión". Lo importante es que haya una actitud y una intención de mejorar detrás de cada comentario. «El mensaje que quiero dar es que cada uno lidia con sus problemas, no es cuestión de infantilizar y endiosar algo que no tiene más mérito», insiste. Su impacto va más allá de las pantallas, generando conciencia y fomentando la inclusión.

"Es cierto que me tomo la vida con humor, pero tampoco se me ocurre otra manera", bromea Inés. Señala que hay gente que no tiene sus oportunidades o que, quizás no puede permitirse ir al psicólogo. "Me hace muy feliz que mi contenido ayude o inspire a otras personas. Me gusta saber que represento y doy visibilidad a un colectivo que realmente lo necesita", así invita la joven a que sus redes sean un espacio abierto para su comunidad. También le ocurre que muchas personas le escriben para hacerle consultas logopédicas que, aunque agradece la confianza depositada en ella como profesional, no son cuestiones que se deban tratar a través de redes sociales, sino en una consulta. "No sería responsable por mi parte dar consejos sin conocer al menos el historial del paciente", subraya en uno de sus vídeos. 

Me hace muy feliz que mi contenido ayude o inspire a otras personas. Me gusta saber que represento y doy visibilidad a un colectivo que realmente lo necesita

Su contenido no solo se limita a compartir lecciones y divulga sobre la discapacidad. Inés comparte su rutina en redes. Su Tik Tok sobre la peculiar forma en la que se echa máscara de pestañas logró más de un millón de visitas. "Hoy he venido a exponerme en el Internet", así comienza el clip en el que muestra cómo su pulso, que difícilmente le permitiría ser cirujana, le complica aplicarse el maquillaje que muestra al final de un vídeo que titula: "Antes tuerta que sencilla". Su contenido es similar al de otras influencers, desde abrir paquetes que le envían las marcas hasta el color de sus uñas o una lista con razones por las que la fruta es increíble. 

Consejos para familiares

La logopeda comparte un consejo para los familiares de personas con discapacidad que sus padres le inculcaron inconscientemente durante su infancia: "No hay que poner limitaciones extras, la vida ya se encarga de poner las suyas propias". Con cuatro años, Inés quiso apuntarse a ballet. Sus padres nunca le pusieron trabas porque las limitaciones vendrían solas, o quizás no. Para la experta en daños cerebrales es fundamental intentar, como ella hizo con la danza, porque así la propia persona se dará cuenta de si es capaz. La tinerfeña se siente afortunada de haber crecido rodeada de un entorno que siempre la ha animado a seguir. Las clases de ballet duraron poco, pero la joven se llevó una de las lecciones más importantes de su vida