Un nuevo test facilitará la detección de casos de violencia machista

La Consejería de Sanidad actualizará el protocolo de Atención Primaria con un cuestionario que sustituirá a la entrevista clínica habitual a partir de enero de 2024

La consejera de Sanidad, Esther Monzón, y la directora de programas asistencias del SCS, Antonia Maria Pérez, presentan la actuación del protocolo de Atención Primaria a víctimas de violencia machista.

La consejera de Sanidad, Esther Monzón, y la directora de programas asistencias del SCS, Antonia Maria Pérez, presentan la actuación del protocolo de Atención Primaria a víctimas de violencia machista. / EFE / ELVIRA URQUIJO A.

Iván Alejandro Hernández

Un nuevo paso para luchar con mejores herramientas contra la violencia machista desde el ámbito sanitario en el Archipiélago. Se llama Woman Abuse Screening Tool (WAST) y es un cuestionario destinado a mejorar la detección de posibles casos en la atención primaria de manera más ágil y eficaz respecto a la entrevista clínica habitual. La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Esther Monzón, ha adelantado que estará en funcionamiento a partir de enero de 2024 para actualizar el denominado Protocolo de detección y actuación sanitaria ante la violencia de género en Atención Primaria, operativo en Canarias desde hace dos décadas.

El WAST es «una herramienta estandarizada y validada en el ámbito internacional», según Monzón, que puede servir a todos los ámbitos sanitarios, desde la medicina a la enfermería o psicología, a los que se les impartirá la correspondiente formación sobre el protocolo. Con ello, se pretende reforzar un sistema de vital importancia para detectar casos de violencia machista. Durante los últimos tres años, se han localizado precozmente 1.400 casos de abuso de media anual en el ámbito sanitario, de los que 1.100 han sido diagnosticados por médicos y médicas de cabecera, según Monzón, quien reivindica la cercanía entre los profesionales y las víctimas como «marco idóneo» para tratar este problema.

Antonia María Pérez, directora general de programas asistenciales del Servicio Canario de la Salud (SCS), detalla que el cuestionario permite «la detección de posibles casos con preguntas ágiles, sencillas, concretas o directas». Entre los indicadores que ofrece el cuestionario y que permiten sospechar de la existencia de posibles casos, Pérez destaca el abuso de psicofármacos; las lesiones frecuentes; la depresión; el insomnio; la ansiedad o la baja laboral. Y añade que la señales más frecuentes son las «incongruencias entre una lesión y la explicación de sus causas o el retraso en la demanda de asistencia por lesiones físicas».

También se incluyen indicadores de actitud, revelando que comportamientos «temerosos, evasivos o de vergüenza» pueden delatar un caso de violencia machista, así como, por ejemplo, que la mujer reste importancia a sus lesiones o, si está su pareja presente, que se muestre temerosa. Una vez se realiza el cuestionario, hay tres clasificaciones en función del estado, es decir, si se trata de una mujer sin riesgo de sufrir violencia machista en la actualidad; si existen sospechas y requiere de la aplicación de un plan para su intervención o si se constata el caso.

Esta última implica la realización de valoraciones para diagnosticar si se encuentra en peligro extremo; en ambos escenarios se activan recursos, pero cuando es extremo se movilizan los distintos procedimientos a través de las redes disponibles, lo que incluye elevarlo a la Fiscalía.