Consumo

Así debes consumir las papas con grelos para evitar riesgos para la salud

Un experto alerta sobre los riesgo de comer este producto y señala la mejor manera de hacerlo

Papas con grelos.

Papas con grelos. / Consumer Eroski

El consumo de papas forma parte de la dieta de la mayoría de las familias, sobre todo en Canarias. Se trata de un producto habitual que se puede consumir de diferentes maneras, por lo que históricamente ha sido una pieza clave en la cesta de la compra.

Además de comerlo, probablemente hayas visto la aparición de algunos brotes (también llamados grelos en Canarias) cuando la papa lleva mucho tiempo en la despensa, pero hay que tener cuidado a la hora de consumirlo si esto aparece.

Para evitar que esto suceda, es importante que la papa se mantenga en buenas condiciones ambientales, tanto de luz como de humedad, aunque, como todos los productos perecederos, lo esencial es no almacenarlos durante mucho tiempo.

¿Cómo aparecen los grelos?

La aparición de los grelos en las papas se produce por el paso del tiempo. Por ello, la principal recomendación es no dejar pasar mucho tiempo desde que se compran hasta que se consumen.

Según el experto Miguel Lurueña, en la actualidad es más fácil que salgan brotes a las papas, ya que hace tiempo que se prohibió el uso de clorprofam, una sustancia que se utilizaba para evitar la germinación de las papas.

Papas con grelos.

Papas con grelos. / Telecinco

Explicación del experto

Lurueña, que es divulgador y doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos, ha publicado un hilo en Twitter informando sobre todo este proceso y ofreciendo las claves para consumir este producto de manera adecuada, sin que afecta a la salud de las personas.

Así, aclara que la mejor manera de evitar la aparición de estos brotes es almacenar las papas a oscuras y en un lugar fresco, pero no en la nevera.

¿Cómo cocinar las papas?

El experto indica que no hay problema a la hora de consumir estas papas, aunque sí da algunos consejos sobre cómo cocinarlas. Este tipo de papas se puede guisar, o también freír u hornear, pero durante poco tiempo o a temperatura no muy alta. Lo importante, en cualquier caso, es evitar la formación de coloraciones pardas, apunta Miguel Lurueña.