Los médicos alegan perder dinero al convertirse en docentes de la ULL

Los nuevos facultativos contratados en la ULL cobran una cantidad semejante a final de mes pese a asumir más tareas

Una profesional se prepara para atender a un paciente aislado.

Una profesional se prepara para atender a un paciente aislado. / Andrés Gutiérrez

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Los médicos que se convierten en profesores universitarios en la Universidad de La Laguna (ULL) pierden casi un 60% del salario que percibían por parte del Servicio Canario de la Salud (SCS) como facultativos en el hospital, pese a que solo hayan reducido un 37% su jornada laboral. Esta situación, que han denunciado los profesionales que han optado a una vinculación con la universidad a través de la figura de Contratado Doctor Tipo 1, supone, a ojos de los afectados, una falta de incentivo para la docencia universitaria que, a largo plazo, «amenaza» el mantenimiento del Grado de Medicina en la ULL y del sistema sanitario isleño.

Así lo han manifestado varios profesores vinculados de los departamentos de Medicina Interna y Cirugía del Grado de Medicina de la ULL, quienes han insistido que el SCS ha dejado de pagarles entre 2.000 o 3.000 euros –dependiendo de su categoría profesional–. Una cifra que, aseguran, no se ve compensada por los pagos a cargo de la universidad. De esta forma, a final de mes perciben un salario similar al que tenían trabajando tan solo en el hospital, «pero con el doble de responsabilidades», como insisten. 

El Servicio Canario de la Salud (SCS) por su parte, niega que se haya producido una «merma» en el salario de estos profesionales y asegura, incluso, que estos facultativos que trabajan como docentes cobran, a final de año 15.000 euros más que sus compañeros sin vinculación alguna a la universidad, «sin contar las guardias, programas especiales y o méritos investigadores», a los que la Administración asegura «también se pueden acoger los vinculados a las universidades». 

Los profesionales sugieren que esta merma salarial tiene su origen, entre otros motivos, en la desaparición «inexplicable» de uno de los conceptos retributivos que recibían cuando solo trabajaban en el hospital. En concreto se refieren a la «armonización retributiva», un concepto de casi 600 euros que no se paga a los profesores contratados doctor tipo 1.

Para los profesionales, esta falta de incentivos económico para los profesionales que deciden impartir docencia, va en contra de la urgente incorporación de nuevos profesores al Grado de Medicina. Durante los últimos años se ha producido una jubilación masiva de los titulares de estas dos áreas (Medicina y Cirugía) y, mientras, apenas han entrado nuevos profesionales. Las universidades españolas, para tratar de contener esta gran necesidad ha creado la figura de Profesor Contratado Doctor tipo 1, que permite a los facultativos vincularse a tiempo completo a la institución sin necesidad de pasar por un proceso de acreditación tan tedioso y largo como el de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca). En lugar de ello, realizan dicho trámite a través de la Agencia Canaria de Calidad Universitaria y Evaluación Educativa (Accuee), lo que facilita el desarrollo de la carrera docente. 

Sin respuesta

Esta situación se ha puesto en conocimiento tanto a la exrectora de la Universidad, Rosa Aguilar, como a las gerencias de los hospitales de Tenerife y a la dirección del Servicio Canario de la Salud (SCS) para aclarar la situación. Sin embargo, no han recibido respuesta ni citación. Los nuevos facultativos que han aceptado el cargo de Contratado Doctor tipo 1, se han visto sorprendidos por estas retribuciones hasta el punto que algunos han desistido en firmar la plaza obtenida por concurso público porque «no les vale la pena».  

El Grado de Medicina de la ULL se encuentra en una situación «límite», según los propios profesionales. En dos décadas ha perdido el 76% de los profesores funcionarios (catedráticos y titulares), y la edad media de la plantilla supera los 60 años. De hecho, según datos del Ministerio de Educación, el 7% del profesorado en Medicina tiene más de 67 años frente al 2% de profesores jóvenes. El déficit de profesorado es lo que ha impedido ampliar el número de plazas de alumnos nuevo ingreso, tal y como solicitaba el Ministerio de Sanidad. 

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