BARRIO A BARRIO | Añaza

Añaza, de los ‘pirulos’ de la policía a los cantos de gallos y gallinas

Viviendas Municipales y el Distrito Suroeste suman a los diez millones para rehabilitar 381 casas, cuatro millones para 140 viviendas de Añaza que modernizarán el barrio

Humberto Gonar

Humberto Gonar

«En Añaza hemos pasado de los pirulos de la policía a los cantos de las gallinas». La frase corresponde a Estefanía Alonso, que desde hace ocho años trabaja el kiosco de la plaza negra que se localiza junto a la avenida Decano Consular y con esta afirmación resume la transformación que ha vivido este barrio del Suroeste desde que comenzó su desarrollo liderado por el Instituto Canario de la Vivienda desde los años ochenta. 

De la mano del concejal del Distrito Suroeste, el nacionalista Javier Rivero, se hace un recorrido por 140 casas que se localizan en las dos parcelas donde se reparten setenta casas en régimen de alquile que se identifica por el color de su fachada, las azules, y otras tantas viviendas en otra zona continua, denominada las verdes. Ambas construcciones se incluyen en la segunda fase que llevará a cabo el Ayuntamiento de Santa Cruz en Añaza con fondos europeos incluidos en la convocatorias de Entornos Residenciales de Rehabilitación.

Esta misma semana el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, acudió para confirmar a los vecinos de cuatro parcelas que aglutina 381 viviendas que los trámites administrativos ya han comenzado y que se procede estos días a la convocatoria del concurso para asignar arquitecto redactor. Esto dará paso a un plazo de otros tres meses, período que se otorga para la elaboración de los proyectos y, a partir de ahí, otro período de entre seis y nueve meses para conseguir el consenso con los vecinos y los permisos pertinentes y convocar la adjudicación de los trabajos que, según los cálculos de Javier Rivero, se demoraran un año y medio.

En esta primera fase se incluyen 381 viviendas que se reparten en cuatro lotes, en los que se incluyen las casas rosadas. Cuando se pusieron en marcha las Áreas de Regeneración y Rehabilitación Urbana, siempre fue un anhelo intervenir en Añaza, y que se convirtió en un afán para el concejal del Suroeste, Javier Rivero, y el responsable de Viviendas Municipales, su compañero Juan José Martínez, que se trazaron la estrategia. Mientras Martínez se comprometía a buscar los recursos económicos en Europa, Rivero desarrollaba en trabajo de campo para cumplir un requisito básico que se había convertido en un obstáculo en el caso de Añaza. Tanto las viviendas azules, verdes y rosadas, así como las amarillas, forman parte de las primeras promociones que se construyeron en el distrito y que comenzaron a habitarse a partir de 1986, cuando Añaza empieza a tomar forma con familias llegados de Los Pocitos –una zona deprimida del barrio que se localiza en la costa–, así como de Los Llanos y otras zonas de la capital tinerfeña; familias en su mayoría sin recursos económicos. Con el paso de las décadas, el mayor hito –en el mejor de los casos– fue constituir comunidades de vecinos por portales. Pero se daba el caso de que esas urbanizaciones carecían de una comunidad general que aglutinara todos los portales de cada parcela. Fue precisamente ahí donde Rivero centró los esfuerzos para conseguir hacer realidad que los fondos europeos beneficiaran a Añaza, en su empeño por lograr que este barrio se encardine como parte de la ciudad. «Piensa que desde mi casa –Rivero vive en el Suroeste– tardo menos en llevar a Las Caletillas que a Santa Cruz». Pero el concejal de este distrito se ha empeñado en romper la barrera geográfica para integrar los antiguos distritos once y doce en la nueva capital.

El concejal de Distrito Javier Rivero cita a vecinos de las casas 'azules' y 'verdes' a una reunión el miércoles

Mientras Rivero lograba que los vecinos constituyeran las comunidades, Juan José Martínez logró el primer hito para Añaza. Más de diez millones de euros llegados de Europa para regenerar las primeras 381 viviendas, a las que se incorporaron las primeras parcelas que ya tenían cumplimentando los trámites. Estos vecinos son los que ya han comenzado la cuestión administrativa, a falta ahora de reunir en los próximos dos años los 1.300 euros que debe aportar cada familia a los 30.000 euros de media que aportan para regenerar las viviendas con el único requisito de que se integrarán en la convocatoria europea siempre que cumplan con el requisito de incorporar energías limpias. 

Junto a esta convocatoria ya aprobada –diez millones para 381 casas de Añaza–, Javier Rivero y Juan José Martínez trabajaron en la búsqueda de una segunda ayuda para beneficiar a las viviendas azules y verdes, con 140 casas, que también mostraron su deseo de secundar la mejora, aunque la constitución de sus comunidades de vecinos no fue al ritmo de las anteriores.

El Ayuntamiento pide la implicación vecinal para recibir los cuatro millones llegados de Europa

Precisamente por este motivo el concejal del Distrito Suroeste, Javier Rivero, mientras realizaba la visita de barrio de Añaza este viernes, compartía con el coordinador de zona, Miguel Ibáñez, el reparto de la convocatoria para citar el próximo miércoles día 19, a las 19:00 horas, a los vecinos de las 140 viviendas –las azules y las verdes– en el Escenario de Añaza, junto al Paseo Flor de Mayo, para informar que «hace unas semanas, a través del área del Ayuntamiento de Viviendas Municipales, hemos solicitado fondos para incluir estas casas en la segunda edición del Plan de Rehabilitación de Añaza», poniendo como ejemplo de la primera fase. En la cita, Rivero ya adelanta recuerda que «desde elAyuntamiento de Santa Cruz estamos trabajando para que las pacerlas de Añaza sean beneficiadas de un proyecto de rehabilitación con cargo a fondos europeos Next Generation, un programa de ayudas que regula las acciones en materia de rehabilitación de las zonas comunitarias de los edificios y que deben cumplir unos requisitos marcados por la UniónEuropea, como la constitución de comunidades, que ya han realizado ustedes».

A falta del compromiso vecinal, que Javier Rivero da por hecho, la Concejalía de Viviendas Municipales que dirige Juan José Martínez ya ha conseguido otros cuatro millones para estas 140 casas de Añaza, que se integran en un lote de un total de 426 casas en Los Gladiolos y Los Verodes, además del referido núcleo del Suroeste.

Rivero, alcalde de Añaza

Caminar con Javier Rivero por Añaza sin pararse a saludar a los vecinos se torna en misión casi imposible. Desde los residentes a los trabajadores, como evidencia el diálogo con unos operarios municipales que se interesan por la situación de una alcantarilla. Es curioso: a Rivero no le pide que arregle nada, sino se interesan por cómo van las gestiones que ya ha realizado, y sobre la marcha le responde en qué estado están. Es uno de los ejemplos de este concejal de CC que, aunque de la parte alta del Suroeste, evidencia el conocimiento de los residentes del distrito y hasta por su historia.

Para Rivero es fundamental intervenir en las viviendas azules y verdes –no porque sean los colores del anagrama de los corazones de Santa Cruz– porque fueron los primeros bloques de viviendas que se habilitaron en Añaza desde 1986. «El principal reto es la accesibilidad», se traza como objetivo este alcalde de Añaza durante su recorrido por las parcelas para señalar los escarpados accesos a los bloques que discurren en forma de «V» para llegar a un cuarto piso en algún caso y sin ascensor.

Los aparcamientos de las viviendas 'azules' y 'verdes' nunca se entregaron a los vecinos, desde 1986

Cuando se entregaron las viviendas sociales en régimen de alquiles sus actuales moradores tenían cuarenta años menos. Con el paso de los años, la garantizar la movilidad se ha convertido en un objetivo fundamental. 

El grado de conocimiento de Rivero del lugar va más allá de las dos reuniones principales que se reunieron en octubre de 2021 y en julio de 2022, pues casi se ha convertido en un vecino más, aunque si vivienda en las parcelas azules y verdes, pero con el grado de conocimiento suficiente para conocer las carencias estructurales y la situación de los vecinos.

En el recorrido, el concejal del Suroeste sorprende cuando no solo afirma sino que muestra los aparcamientos que se construyeron en las promociones levantadas en 1986 y que, desde entonces, nunca se entregaron. Cierto que en la zona no hay carencia de estacionamientos, pero no es menos cierto que dado que las viviendas son en régimen de alquiler, desde el Gobierno no se avanzó en la constitución de la comunidad para gestionar estos estacionamientos que acabaron en un caso como taller para formar en carpintería y donde hoy solo quedan las máquinas abandonadas y decenas, cientos de archivadores quién sabe si con datos confidenciales dentro... Esta situación de abandono no es aislada, pero es la que precisamente Javier Rivero quiere revertir con los fondos europeos para rehabilitar las primeras casas de Añaza.

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