Los científicos no dejan de sorprendernos: hasta una cosa tan sencilla como lo es el tragar una pastilla ha sido objeto de una minuciosa investigación.
Los responsables de la misma pertenecen a la Universidad John Hopkins, ubicada en Baltimore (Estado de Maryland, EE. UU.) y el trabajo ha sido publicado en la prestigiosa revista Physics & Fluids.
Una investigación basada en la dinámica de fluidos
Para llegar a la conclusión, estos expertos se basaron en la parte de la física que se denomina dinámica de fluidos.
A la hora de calcular el tiempo en que un líquido o papilla realiza un determinado recorrido, la dinámica de fluidos tiene en cuenta la actuación de la gravedad, la viscosidad del líquido o mixtura y los obstáculos que el fluido encuentra a lo largo de su trayectoria.
La asimetría del organismo es el factor que explica que la velocidad de absorción de una pastilla sea variable
Por eso, los científicos supusieron que la postura influye en la velocidad de absorción: la asimetría del organismo hace que la acción de la gravedad actúe de distintas formas, según sea la postura adoptada.
Y para confirmar sus suposiciones, los investigadores idearon un modelo que simula el recorrido de una pastilla a través de los recovecos de nuestro aparato digestivo.
La mejor forma de tomar una pastilla: túmbate sobre tu costado derecho
En el trabajo se evaluaron cuatro posturas posibles para tomar una misma pastilla: tumbado sobre el costado derecho e izquierdo, de pie y tumbado boca arriba.
Confirmando las suposiciones de los investigadores, las velocidades de absorción de los principios activos variaron, y mucho, según la postura adoptada.
La absorción permaneciendo tumbado sobre el costado derecho resultó ser de 10 minutos, un tiempo 2,3 veces más veloz que haciéndolo de pie o boca arriba.
Y la peor postura resultó ser la de tumbarse sobre el costado izquierdo, con un tiempo de absorción de 100 minutos.
Todo esto puede parecernos increíble, pero, una vez más, la ciencia no deja de darnos inesperadas y peculiares sorpresas.
