Opinión | EN EL CAMINO DE LA HISTORIA

Juan Jesús Ayala

La autodeterminación en un callejón sin salida

El expresidente de la Generalitat y eurodiputado de Junts, Carles Puigdemont, comparece en una rueda de prensa para explicar los detalles del acuerdo de investidura con el PSOE, en el Parlamento Europeo, a 9 de noviembre de 2023

El expresidente de la Generalitat y eurodiputado de Junts, Carles Puigdemont, comparece en una rueda de prensa para explicar los detalles del acuerdo de investidura con el PSOE, en el Parlamento Europeo, a 9 de noviembre de 2023 / Europa Press

Los nacionalistas llevan tiempo defendiendo el derecho que tienen sus pueblos a ejercer el de la autodeterminación. Pero ese derecho se ha quedado en un discurso vacío de una intencionalidad tajante y decidida eludiendo poner en practica lo acordado en el Pacto Internacional de Derechos Civiles, Económicos y Políticos aprobado por Naciones Unidas el 16 de diciembre de 1966, ratificado el 23 de marzo de 1976, entrando en vigor el 27 de julio de 1977 y refrendado por la Jefatura del Estado español en abril de1977.El cual en su articulo 1 apartado 1 registra que «Todos los pueblos tienen derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural». Derecho que no tuvo inconveniente alguno incorporarlo Portugal a su Constitución actual, desde 1976. Concretamente en el articulo 7.

Mientras que ese Derecho en el Estado español tiene su intrahistoria que es bueno recordar los quiebros que se hicieron para esquivar que no se plasmara en la vigente Constitución española.

Por lo que anteriormente a que se nombrara la Comisión que iniciara el texto constitucional, tanto Cataluña como Euskadi tenían dos posiciones distintas; mientras la izquierda comunista y socialista insistían que habría que abordarla, sobre todo ,el Titulo VIII como un problema general de reorganización del Estado como un Estado federal, los nacionalistas catalanes y vascos ponían el acento principalmente en la obtención de las máximas cotas de autogobierno dejando en segundo plano al resto de las Autonomías.

No todo terminó ahí reconociendo a Cataluña y Euskadi como nacionalidades históricas sino que el diputado Letamendia de Eukadisko Esquerra y posteriormente diputado de Herri-Batasuna defendía una enmienda proponiendo la introducción de un nuevo artículo sobre el derecho a la autodeterminación.

Al presentar la enmienda se produjo en el ámbito de la Comisión constitucional un extraño fenómeno ya que el representante de Convergencia Democrática de Cataluña, Miquel Roca Junyent, y los representantes del partido Socialista de Cataluña experimentaron súbitamente unas necesidades urgentes fisiológicas que le impidieron tomar parte en la votación. Lo que a pesar que esta no fue satisfactoria el diputado del PNV , Marcos Vizcaya, había votado a favor sabiendo que su voto no era necesario para que esa enmienda no saliera y según manifestó que había votado favorable al derecho de autodeterminación de los pueblos como actitud teórica con coherencia con la resolución del reciente Congreso en Berlín de la Democracia Cristiana Europea favorable al derecho de autodeterminación de los pueblos, pero que en realidad no deseaban que tal derecho se incluyese en la Constitución.

Se sabe que había miedos ocultos por lo que se podía sospechar que una vez que se había salido de una dictadura aun se oían ruidos de sables y algún que otro revoloteo de sotanas. Recordemos que el asalto de Tejero al Congreso aconteció el 23 de febrero de 1981, a los 3 años de la aprobación de la Constitución.

Y da la impresión como este asunto del referéndum y de la autodeterminación para la independencia tanto de Cataluña como del País Vasco es como si fuera un arma arrojadiza que se tiene, desde los viejos tiempos, entre los nacionalista y el gobierno, donde hay que seguir manteniendo esa discusión para unos, fortalecer y ampliar sus competencias y todo aquello que compete a solventar deudas pendientes y para el gobierno que se negocie lo que sea sobre esta cuestión de un referéndum que no será vinculante si no se accede al articulo 168, pasando de largo lo que permite el articulo 92 con tal de conseguir formar gobierno, y de momento quedarse tranquilos unos y otros .

Pero los miedos ocultos a no lograr ni unos ni otros sus propósitos. parecen continuar ya que para el independentismo , aunque fuera más complicado y tardío su recorrido, haber ido por la vía segura del Pacto refrendado por Naciones Unidas que recoge el derecho a la autodeterminación que continuar manteniendo su fortaleza en lo que pudiera acontecer, lo que seguramente sacarían , como lo hacen, más rédito político.

En definitiva, según la intrahistoria reseñada y los actuales acontecimientos es como sino hubiera deseo político de desatascar este derecho de un callejón que no tiene salida si no se modifica la Constitución, lo que por parte del PP (imprescindible contar con su aprobación) se sabe que no están por la labor.

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