Opinión | Crónicas de la Revo-ilusión

Rafa Dorta

Ésta España mía

Feijóo y Sánchez

Feijóo y Sánchez / Fernando Sánchez - Europa Press

Como niños que se pelean por un juguete. Feijóo y Sánchez hablaron en nombre de España durante el patético deváter de investidura. Pero la nación, o patria si quieren, no es suya. Basta el sonrojo de escuchar la pelea infantil por la veracidad de unos versos de Antonio Machado. Luego tenemos a los independentistas que hablan en nombre de Cataluña o Euskadi y lo hacen como si sus habitantes fueran de su propiedad, cuando es radicalmente falso que una apabullante mayoría de la población catalana o vasca esté a favor de la autodeterminación, y menos después del agotador y frustrante procés. Ni España ni ninguna de sus autonomías pertenecen a los asesores de comunicación política que escriben mediocres discursos plagados de chascarrillos, ironías poco brillantes y el consabido recurso del «y tú más». Porque si yo mentí, miento y vuelvo a mentir, tú también lo hiciste, lo haces y lo harás. Si me insultas, te insulto. Si yo soy corrupto, tu peor. Caca, culo, pedo, pis. Cosas de chiquillos que se disputan el poder y aseguran representar mejor que nadie a los votantes porque se dedican a esto por vocación de servicio público. Yo diría que esa vocación la profesan a diario toda esa cantidad de gente, nacida o no en España, que sacan adelante a su familia, a su municipio, a su región y a un espacio común, que debería ser de convivencia, y no el teatral artificio parlamentario que nos brindan los que se aprovechan de nuestra condición corderil, para mayor gloria de su narcisismo patológico. Buenas noticias para el frentismo, magnífica oportunidad de ponernos unos contra otros, nutritivo alimento que engorda la crispación y la discordia. La amnistía, otro gran juguete, es la excusa perfecta, el arma arrojadiza en esta España que no es nuestra, niñato inmaduro. Es solo mía.

dorta@brandwithme.com

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