Opinión

La patraña del multilateralismo: Namibia, Haití o China 1

Lula, durante el acto en que firmó las nuevas reservas

Lula, durante el acto en que firmó las nuevas reservas / AP

Si hay algo común a los progres es mostrar que lo son (Gustavo Petro/M-19, sin frac en el Palacio Real), le dan mucha importancia y hacen por destacarse, y alguien que por pinta y trayectoria distaba de aquellos, como el casi estadista Rodríguez Zapatero, hubo de acreditar esa imagen: no levantándose al paso de la bandera (y tropa) norteamericana y sacando unilateralmente las tropas españolas de Irak. Los actos suelen tener consecuencias. En la siguiente secuencia ya vemos por fin a Zapatero con los Obama en Naciones Unidas, no están las hijas de ellos, pero si las del español. Y no solo eso, sino que disfrazadas de punkis, de manera infinitamente grotesca; tenían que dar una lección de modernidad en ¡Nueva York! Los progres siempre vendiendo su superioridad ética que sin estética (expresión) no se presentiría. Zapatero no parece que sea reclamado en Estados Unidos por universidades, medios, tribunas pero sí en Venezuela. Se solidariza con la chorizo y delincuente mayor de Cristina Kirchner, y está en el Grupo de Puebla, con ese izquierdismo hispanoamericano descorchado: o rebosado fluyendo cansino o sin burbujas. A medida que su papel es más inane y triste su exhibición, más ambición pone. Zapatero ya ha pasado a adoptar un papel mundial, holístico, ecuménico, para saltar a la trinchera antinorteamericana no sin advertirnos del peligro actual estadounidense. Otrora fue donante a la ciencia política del concepto científico de «talante» y de que el legítimo poseedor de la Tierra es el viento. Como por el viento de tsunami, que conoce presencialmente, son los arrastrados al éxodo: muchos millones de venezolanes. Como no sabe arreglar nada real, solo crear derechos (es solo proponérselo, gratis y apenas resistencias), decide arreglar el mundo. Lo hace también el izquierdismo hispanoamericano, de producirse un «salto cualitativo», siempre será a totalitarismos más perfeccionados.

El liberal fáctico cuando gobierna, Lula da Silva, igual que Pepe Múgica cuando gobernó, hacen políticas liberales clásicas, con gotas de «justicia social»; tras el periodo carcelario de él, se ha subido al carro de China, que con Rusia y otras potencias emergentes (Brasil precisamente, India, Sudáfrica) van a remodelar el mundo instaurando el multilateralismo, el fraternal de tú a tú, y todos idénticos ¡compañeros! y terminar con la oprobiosa hegemonía norteamericana y occidental.

Rusia ha iniciado la remodelación del orden mundial invadiendo Ucrania con ingentes crímenes de guerra. China potencia de gran expansionismo terrestre (Taiwán acosada), marítimo (Islas artificiales de cierre) y carrera armamentística (portaviones), junto a su intensivo imperialismo en África.

El multilateralismo es la apuesta por la fijeza de las castas izquierdistas hereditarias/personalistas con masiva subsistencia subvencionada, buscada. Estatismo chulo.

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