Opinión

En política, no seas una opción, sé un privilegio

El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell

El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell / PARLAMENTO EUROPEO/ ERIC VIDAL

Ser un privilegio es muchísimo más que una opción en la política; es lo que te hace ganar una elección, tener éxito, ser querido y respetado. Para ser un privilegio, y no exclusivamente una opción, como tantas otras, es esencial sentirse privilegiado por representar a una ciudad y a unas personas que comparten en ese lugar lo que más valoran: sus vidas y la felicidad de los suyos.

El sentimiento de orgullo y pertenencia es emocional, y a la vez totalmente percibido y metabolizado por esa ciudadanía expectante a la que nos dirigimos para pedirle su voto, su apoyo, su certeza. Que te sientan como uno más es básico, imprescindible y hasta necesario. Si no te sientes madrileño, gallego, sevillano, gaditana, lagunero, chicharrero o palmero es muy complicado identificarte con ese territorio y esa identidad de ciudad o región.

Para que alguien te dé su apoyo tiene que sentir que te sientes orgulloso de representarlos y liderarlos. Y que ese lugar es el mejor sobre la tierra, sin peros, ni minucias… Para ello, hay que sentirlo, no es suficiente con contarlo y describirlo. La empatía y la compasión hacía la ciudadanía se produce en el momento en que tu percepción y análisis se hacen desde el lugar de tu gente, desde esa persona con la que hablas y te reúnes… Porque esa percepción y perspectiva será la real; lo otro es puro «marketing de campaña», que se deshace ante cualquier competidor con mejores estrategias.

La autenticidad es sentimiento de pertenencia; ese es el mejor recurso en campaña. ¿Y cómo desarrollamos ese sentimiento? Aquí te dejo algunos consejos y reflexiones que quizás puedas aplicar. Tips traídos de la psicología y aplicados en esos liderazgos ejecutivos y de éxito. Ser un privilegio y no una opción es extrapolable a todos los ámbitos de tu vida, ¡llévalo!

Una manera de aumentar ese sentido de pertenencia es encontrar o enfocarte en las similitudes con esa o esas personas, en vez de centrarte en las diferencias. La aceptación no tiene porqué conllevar estar de acuerdo, pero sí encontrar intereses comunes. Eso explica el apego a determinados proyectos políticos por encima de factores ideológicos.

Un segundo aspecto es practicar la validación desde ti, lo que yo llamo «tú, primero». Acepta otros planteamientos y otras creencias. Rompe prejuicios y acércate a la gente.

Usa un lenguaje positivo y consciente del efecto emocional que conlleva.

No eres periodista, eres político. No se trata de informar, se trata de conectar. De ser auténtico, mucho más que de ser perfecto. La perfección es fría e irreal. Queremos personas imperfectas a quienes poder ayudar; ser candidatos de carne y hueso, que nos pidan ser parte de ellos; esa ansiada humildad.

Dale muchísimo valor a los símbolos: colores, formas, conexiones musicales… Eso nos generará identificación.

Seamos regulares y nos esperarán. Me gusta decir que la constancia en nuestras Redes Sociales, la fiabilidad de Agendas y el orden nos hacen previsibles; esa percepción de anticipación genera confianza, y esa confianza nos regala apoyos incondicionales.

¡Sé original! Crea, estimula y despierta sensaciones. No hay nada mejor que alguien que nos haga estrenar sentimientos.

No pelees; cámbialo por escucha.

Busca y haz lo que nadie hace. Desarrolla encuentros novedosos, y pregúntale a la gente eso que nadie le cuestiona; ¿qué siente?, ¿qué piensa?, ¿cómo lo ve?, ¿qué puedes hacer tú para mejorar su metro cuadrado?, ¿qué le transmites?, ¿qué cree que podréis tener en común?, ¿qué es para esa persona sentirse gaditana, lagunera, palmera, canario o andaluz?... Potencia la conexión, y potencia el viaje hacía los sentimientos…

Diseña espacios seguros de comunicación; y, por ejemplo, reduce los equipos con los que te acercas a la ciudadanía. Camina por tu ciudad como uno más y reduce el séquito en campaña. La soledad nos acerca a las personas y nos hace accesibles y atractivos…

La energía que transmitimos es un valor esencial en el liderazgo político. Cuidemos nuestro descanso y equilibrio. Todo comunica; nuestro cansancio, nuestra apatía, nuestra alegría, nuestra duda…

Todos tenemos días en los que pensamos que no somos lo que queremos; es ahí cuando hay que quererse un poco más; como dice mi querido psicólogo Axel Ortiz.

Aprecia para ser apreciado; usa un lenguaje verbal y no verbal apreciativo.

Hay una cita de Jane Austen, una novelista británica que me encanta, y me recuerda a eso de que «el secreto está en las ganas»:

«No hay distancias cuando existe un motivo»

Ponte a ello y enamórate de ese motivo…

Suscríbete para seguir leyendo