VOTACIÓN DE LOS DECRETOS

El PSOE señala a Yolanda Díaz por el naufragio del subsidio de paro al querer marcar perfil

“El factor personal juega un papel importante”, reconocen fuentes socialistas conocedoras de las negociaciones para insistir en que el decreto ómnibus sí lo votaron los morados

Reclaman al espacio a su izquierda que rehaga puentes: “No pueden estar así porque los números son tercos”

La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, conversan durante el debate de convalidación de los decretos.

La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, conversan durante el debate de convalidación de los decretos. / JOSÉ LUIS ROCA

Iván Gil | Ana Cabanillas

El Gobierno está inmerso en la evaluación de daños tras la agónica negociación de los tres primeros decretos de la legislatura. Junts acabó levantando su veto en el último momento para facilitar su tramitación a cambio de diversas cesiones, pero el rechazo de Podemos al decreto del paro promovido por Yolanda Díaz provocó que fuese el único en no convalidarse. Los morados acusaron la falta de contrapartidas de la vicepresidencia segunda a cambio de su apoyo. Algo que sí obtuvieron por parte del PSOE, con un acuerdo para suspender los desahucios hipotecarios hasta 2028, para votar a favor del decreto anticrisis. En Ferraz se lamentan de la falta de entendimiento entre Díaz y Podemos y señalan que “si sus medidas fueran dentro del decreto ómnibus estarían aprobadas, pero todo el mundo quiere marcar lo suyo”.

El PSOE extrae sus propias lecciones, como la necesidad de atar los acuerdos con sus socios antes de llevarlas al Consejo de Ministros, y piden a la vicepresidenta hacer lo propio con los morados. Desde la ruptura entre Podemos y Sumar, los socialistas asumieron que los morados serían un actor más con el que negociar. También que no pondrían en riesgo la gobernabilidad, como le trasladó la líder del partido, Ione Belarra, al ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños. Pero sí que podrían tumbar “leyes menores” y que serían “más exigentes” con las propuestas de los departamentos de Sumar. Así ocurrió este miércoles con la reforma del subsidio por desempleo, con críticas de suponer “recortes” en los parados de más de 52 años.

“El factor personal juega un papel importante”, reconocen fuentes cercanas a las negociaciones para insistir en que el decreto ómnibus sí lo votaron los morados. De ahí que de sus primeras conclusiones en la evaluación de daños sean que Díaz debe intentar “recomponer puentes” con Podemos. “No pueden estar así porque los números son tercos”, añaden en referencia a la apretada aritmética parlamentaria. El Ejecutivo de coalición necesita el apoyo de todos sus socios para sacar adelante la legislatura, con el único margen de la abstención de uno de los grupos.

“Es cuestión de hablar y hablar y tener capacidad de diálogo”, concluyen estas mismas fuentes. Si la dependencia de Junts es la principal derivada de la nueva doctrina negociadora en esta legislatura, otros efectos secundarios son que la posición de fuerza de Podemos debilita la acción de Díaz dentro del Gobierno. Desde el PSOE ya apostaron en las negociaciones para la conformación de la coalición que se incluyese algún representante de Podemos para evitar situaciones como las de este miércoles en el pleno del Congreso“De aquellos polvos, estos lodos”, explican fuentes de Ferraz con resignación.

“El PSOE los aguantó cuatro años en el Gobierno y Díaz solo cuatro meses en la coalición”, argumentan para descargar responsabilidades en la vicepresidenta segunda. Aunque califican como un “error” que Podemos haya dado un golpe en la mesa para mostrarse como partido independiente, repartiendo responsabilidades con el partido de Belarra, asumen que “no se puede seguir así”.

Rebaten también en las filas socialistas que no les valen las palabras de Díaz asegurando que “así no se puede gobernar”. “Así gobernamos nosotros cuatro años y se agotó la legislatura. Hubo discrepancias y transigencias, pero fue posible”, responden.

Fruto de un acuerdo entre Díaz y Calviño

En el Ministerio de Trabajo consideran que no había margen de negociación con Podemos, debido a los términos en que planteó sus exigencias, al acusar a Díaz de haber incluido "recortes" en el texto. Se referían así a la rebaja progresiva de la base de cotización de los perceptores del subsidio, que hasta ahora cotizaban más que los empleados que cobran el SMI. Una "sobrecotización", defienden en Sumar, que el texto "corrige" para igualarlos al resto de trabajadores. 

Pero más allá de la propuesta, el hecho de que Podemos elevara el tono acusando a Díaz de haber introducido recortes suponía ya una afrenta para la vicepresidenta: "No podemos comprarles ese marco", aseguraban en las últimas horas fuentes de Sumar, que precisan que acceder en la única exigencia de Podemos, la retirada de ese apartado, suponía admitir la premisa de los morados.

A esto se une el hecho de que el decreto que salió derrotado este miércoles era fruto del acuerdo entre Yolanda Díaz y el ministerio de Economía de Nadia Calviño. La primera logró arrancar la subida de las prestaciones durante los primeros meses y su ampliación a menores de 45 años sin cargas familiares, pero que estaba ya pactada con el PSOE. Cualquier modificación de las medidas tendrían por tanto que recibir de nuevo el 'ok' del ala socialista del Gobierno.

Nueva propuesta

La vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero, vinculaba la posición de Podemos con “intereses partidistas y cuestiones internas en los espacios, en este caso en el espacio a la izquierda del PSOE”. Eso sí, durante una entrevista este mediodía en La Sexta, decía no entender la decisión de Podemos y apostaba por reestructurar la reforma del subsidio de desempleo y volver a intentar un acuerdo para aprobarla lo antes posible. De ello depende el próximo desembolso de los fondos europeos, aunque el Gobierno negociará con Bruselas si es posible prorrogar esta reforma sin que afecte a la solicitud del tramo de 10.000 millones de euros.

Desde la parte socialista del Ejecutivo vaticinaron tras la ruptura en el espacio a su izquierda que los morados estarían esta legislatura “con la lupa para sacar más que Sumar”. Una actitud fruto de la competitividad entre ambos espacios y el ánimo de diferenciación de los morados. Esta dinámica es similar a la que vienen manteniendo desde la pasada legislatura EH Bildu y PNV, por su tensión competitiva, y que también mostraron en el proceso de negociación de investidura ERC y Junts.