Un plan aboga por un cambio de modelo turístico en el casco de La Laguna

El Plan Director de Turismo plantea soluciones para diversas problemáticas

El documento advierte sobre la ‘gentrificación’ en el centro de la ciudad

La calle de La Carrera, en el centro histórico de la ciudad.

La calle de La Carrera, en el centro histórico de la ciudad. / Andrés Gutiérrez

El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, presentó el pasado 5 de octubre en Milán la oferta turística que las quince ciudades Patrimonio de la Humanidad de España proponen al visitante italiano. Lo hizo en su condición de presidente de ese grupo de urbes reconocidas por la Unesco y entre las que se encuentra Aguere desde 1999. La Ciudad de los Adelantados ha vivido desde entonces distintas etapas en su situación turística, mientras que su futuro en esta materia muestra algunas incertidumbres y debe apostar por un cambio de modelo. Así lo recoge el Plan Director de Turismo del Casco de La Laguna, accesible a través de la web de Turismo de La Laguna y que ofrece una descripción pormenorizada de esta actividad en el centro histórico.

El trabajo fue realizado en el marco de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de La Laguna, la Universidad de La Laguna y la Fundación General de la Universidad de La Laguna, y fue encomendado a la Cátedra de Turismo Fundación Cajacanarias-Ashotel. La versión inicial es de mayo de 2021 y fue informada por las áreas municipales en los meses siguientes, tras lo que incorporaron sus aportaciones al Plan en la versión actual, de mayo de 2022. El estudio acabó siendo presentado públicamente el 21 de julio de 2022. El Consistorio lagunero envió entonces una nota de prensa, pero en la que se elude la batería de «debilidades» que el documento de partida atribuye a Aguere como destino turístico.

El Plan Director de Turismo del Casco de La Laguna enumera la falta de organización de gestión del destino «con competencias y recursos adecuados a las tendencias recientes de demanda», problemas con los horarios y establecimientos cerrados en la franja en la que se visita la ciudad, falta de accesos peatonales y conexiones de transporte público con los paisajes y recursos naturales circundantes, falta de innovación y colaboración público-privada en la dinamización cultural y bajo gasto del visitante. También expone, sobre opiniones de turistas, que parte de la oferta alojativa y complementaria (guías, monitores…) «funciona de forma alegal y no profesionalizada», que actores clave de la oferta y la demanda «no están directamente comprometidos con el desarrollo turístico» y que resulta compleja la «interpretación y organización autónoma de la visita al casco».

El texto, de 131 páginas, indica que La Laguna perdió en 2020 el 68,8% de los turistas en relación a 2019. Hubo una caída desde 89.243 a 27.843 visitantes. «Se constata que el excursionismo es la actividad nuclear del funcionamiento del destino, con cifras de clientes varios órdenes de magnitud por encima de los turistas alojados», se apunta en el retrato inicial, y se precisa que los excursionistas son fundamentalmente canarios, alemanes, ingleses, franceses e italianos. «Aunque el objetivo de afianzar una oferta alojativa singular que, además, sirva a las necesidades del turista o viajero regional no debe ni mucho menos descartarse, existe un potencial muchísimo mayor en la optimización del flujo de excursionistas», añade el trabajo.

Así es que el Plan Director de Turismo del Casco de La Laguna propone un cambio de modelo. El objetivo: que sea «un destino alternativo a los núcleos turísticos convencionales de la isla, enriqueciendo, al tiempo, la estancia de los turistas que sí se alojan en ellos con una experiencia singular de contacto con el presente, pasado y futuro de la sociedad isleña».

La opinión de los turistas

Las problemáticas resultaron de un proceso para conocer la opinión de los turistas. Más en detalle, algunos de los primeros puntos que se reflejan son la falta de flexibilidad de Plan Especial de Protección (PEP) del Casco Histórico, tales como limitaciones al uso de cartelería, limitación al uso de la vía pública, tiempo de las licencias), y que los horarios de la Oficina de Información Turística (de lunes a viernes de 9:00 a 16:30) son «inadecuados», que sus materiales son «insuficientes o inapropiados» y que la sede de la Casa Alvarado Bracamonte «no constituye un espacio adecuado, en parte porque coincide con otros usos del Ayuntamiento y también porque los turistas la encuentran cuando ya han empezado su visita». Es por ello que se plantea su traslado al antiguo convento de Santo Domingo, junto al aparcamiento de Las Quinteras.

En cuanto al servicio de rutas guiadas, se cuestionan los horarios y la «escasa difusión» que tiene este servicio; la «falta de comunicación con el Ayuntamiento, lo que lleva a que la información sobre las iniciativas y actividades municipales no llega a los alojamientos», y las «carencias en la comunicación e información online». Asimismo, se señala el «escaso impacto de las acciones de dinamización».

A continuación se profundiza en la «problemática con los horarios». «Aparte de la Oficina de Información, la cuestión de los horarios tiene una repercusión más amplia, ya que tanto la oferta como la demanda se quejan de esta cuestión en relación con establecimientos comerciales y atracciones cerrados en la franja horaria en la que se visita la ciudad», se recoge en el documento. En adelante, continúa el Plan ahondando en cada una de las «debilidades» que presenta la ciudad histórica.

¿En qué medida se han ido tratando de corregir estos problemas desde la presentación del documento? Este periódico ha intentado conocer sin éxito en las últimas semanas la hoja de ruta y opiniones a este respecto de la Concejalía de Turismo. Esta área estaba dirigida por la edil María José Roca (Unidas) en el momento de presentación del documento, mientras que ahora su titular es Leticia Villegas (PSOE).

Las amenazas

El documento también detecta amenazas, como la masificación turística del casco histórico y la gentrificación. «Aunque sin llegar a los extremos conflictivos que se registran en otras ciudades del país, la extendida referencia entre los entrevistados al discurso del parque temático revela que, al menos en el ámbito de las percepciones, el destino ha entrado en la primera fase del proceso de gentrificación turística: el uso del espacio público de los residentes para la prestación mercantilizada de servicios turísticos», se apunta. «No obstante, esta situación dista mucho de considerarse problemática o conflictiva, ya que bastantes entrevistados la juzgan positiva por la animación y el ambiente bullicioso que se genera», se contrapone.

Más amables son las fortalezas como destino y los siete puntos que se señalan con oportunidades. Las primeras son ser Patrimonio de la Humanidad, su peatonalización y que «lagunear» esté de moda, su proximidad al Aeropuerto de Tenerife Norte, la Reserva de la Biosfera de Anaga, contar con una Universidad y su «protagonismo creciente en el segmento del turismo alternativo de la Isla», entre otros aspectos.

Por su parte, las oportunidades pasan por convertir al centro lagunero en un «destino alternativo». Asimismo, se aboga por que sea «100% sostenible». Otras líneas de actuación son la apuesta por la accesibilidad y el concepto de «destino inteligente», dado que «la promoción y la información turística del destino aún tienen un amplio margen para aprovechar el potencial de la tecnología móvil y la datificación para difundir y mejorar el acceso al Patrimonio para los nuevos perfiles de clientela». Se plantea a continuación la oportunidad de mostrar la ciudad antigua como «un destino vivo y animado». «Las visitas turísticas son solo una pieza del dinamismo que muestra el centro de la ciudad, que es, sin duda, uno de los mejores espacios abiertos de ocio de las islas», se indica.

El listado de las siete oportunidades se completa con los «nuevos espacios» y el «área de tráfico restringido». Sobre lo primero se considera que «las dos plazas de mayor tamaño del casco se encuentran infrautilizadas; de ahí que exista margen para redimensionar el espacio turístico mediante la realización de actividades e intervenciones en la plaza del Cristo y, particularmente, en el entorno del Adelantado y el barranco de la Carnicería». El área de tráfico restringido refiere las medidas de urbanismo táctico que han aumentado las áreas peatonalizadas en el centro.

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