Crisis en el país caribeño

Cuba recuerda los 65 años de la entrada de Fidel Castro a La Habana sumida en un derrumbe económico

El ejercicio punitivo del régimen no ha silenciado por completo a la población desde el estallido social del 11 de julio de 2021 

Vista general de una tradicional calle en La Habana vieja, en una imagen de archivo.

Vista general de una tradicional calle en La Habana vieja, en una imagen de archivo. / EFE

Abel Gilbert

"Los rebeldes de este siglo continúan su marcha triunfal por Cuba", aseguró 'Granma', el diario oficial del Partido Comunista, a propósito de los 65 años de la entrada en La Habana de un Fidel Castro con 33 años. La isla atraviesa su peor crisis desde ese momento en que el comandante en jefe proclamó, a modo de programa de la revolución victoriosa: "Nada de pan sin libertad y nada de libertad sin pan". El presente es un rosario de penurias: recesión, el fracaso de programa económico, y tensiones diarias que hablan una sociedad en el abismo, con niveles de violencia cotidiana sin precedentes. "La juventud de hoy, que continúa la obra de los barbudos", sostuvo no obstante 'Granma'a pesar de que durante los últimos dos años emigraron 425.000 ciudadanos a Estados Unidos, lo que representa el 4% de sus habitantes. Esa estadística lacerante no tiene en cuenta a los cubanos que se fueron a Europa, América Latina o Rusia.

El fantasma del estallido social del 11 de julio de 2021 revolotea. Las heridas de aquella protesta histórica están abiertas: 2.000 imputaciones judiciales por desacato y sedición. El ejercicio punitivo no ha silenciado por completo a una población que, desde aquel episodio, redobló sus deseos de irse.

El dictador Fulgencio Batista cayó en la noche del 31 de diciembre de 1958, después de dos años de lucha insurreccional. A los 92 años, Raúl Castro evocó días atrás ese momento al encabezar las celebraciones oficiales en la ciudad oriental de Santiago de Cuba. El heredero de su hermano Fidel volvió a ratificar su confianza en Miguel Díaz-Canel. El actual presidente destacó el carácter "invicto" del proceso iniciado el primer día de 1959.  

"Otra vez es tiempo de rectificar", dijo en la Nochebuena de la escasez. El actual liderazgo asegura haber aprendido de los Castro "la importancia de la corrección oportuna ante cualquier situación que pudiese comprometer el futuro de la construcción socialista". La palabra "rectificación" forma parte del lenguaje estatal, al igual que "autocrítica". Momentos de admisión contrita de los fracasos que se repiten periódicamente.

Rectificación

No en vano, Díaz-Canel recordó que en 1986, y en medio de otra circunstancia compleja, el extinto comandante en jefe lanzó el "proceso de rectificación de errores y tendencias negativas" que no llegó a buen puerto porque, dijo el mandatario, se desplomó la Unión Soviética, el principal aliado de La Habana a lo largo de la Guerra Fría. "En el año 2000 el propio Fidel nos exhortó a cambiar todo lo que debiera ser cambiado, con sentido del momento histórico, y cinco años después, en 2005, desde la Universidad de La Habana, advertía de que la Revolución la podíamos destruir nosotros mismos".

El estilo de la autoflagelación de las autoridades frente a la ausencia de resultados es conocido por una sociedad agobiada. El nuevo llamamiento a subsanar lo hecho mal coincide con novedades aciagas. La economía se derrumbó cerca de dos puntos en 2023, según los cálculos del ministro de EconomíaAlejandro Gil Fernández. La inflación, informó a la Asamblea Nacional del Poder Popular (legislatura), llegó al 30% anual, aunque la percepción de los consumidores es que los precios escalaron más de lo calculado oficialmente. La devaluación del peso cubano devora bolsillo y expectativas. El dólar cuesta oficialmente 24 pesos cubanos, pero en el mercado informal se cotiza por encima de los 200 pesos. Gil Fernández, al igual que Díaz-Canel, confían, no obstante, en que "esta vez" se tomará el rumbo correcto.

De fracaso en fracaso

La isla vive esencialmente del turismo internacional. Durante el año pasado, aterrizaron en la mayor de las Antillas casi 2,5 millones de visitantes, la mayoría de ellos canadienses y rusos, contra los 3,5 millones previstos. Cuba se ha convertido en un destino menos atrayente que otras plazas caribeñas. Esa retracción afecta el desempeño económico general. Sin embargo, las razones del creciente deterioro de las condiciones de vida, con escenas de hambre e indigencia desconocidas, están relacionadas con el reconocido fracaso del llamado "ordenamiento" económico. Bajo ese nombre repetido hasta el hartazgo en la prensa como garantía de prosperidad, se llevó adelante la unificación monetaria y cambiaria, antecedida por una fuerte devaluación, una subida de los precios y la reducción de subsidios.

Díaz-Canel y su equipo tuvieron que olvidarse de sus loas al programa puesto en marcha a principios de 2021, todavía bajo los efectos de la pandemia. El revés, insistió el presidente, no puede estar disociado de la "asfixia diseñada y aplicada contra un pequeño país por el más poderoso imperio de la historia". Las medidas dispuestas por Estados Unidos desde hace más de medio siglo y acentuadas años atrás tienden a explicar indulgentemente casi todos los descalabros internos. "Llamo la atención de aquellos que prefieren que soslayemos el término bloqueo. Ojalá fuera sacarlo de nuestra cotidianidad y borrar sus amenazas y sus efectos sobre la sociedad cubana". Para el portal 'La joven Cuba', el Gobierno "parece enfocarse más en la denuncia de agresiones externas que en la búsqueda de reformas que saquen al país de la crisis". La necesidad de cambios profundos "está en un punto existencial para el Partido Comunista, si quiere seguir existiendo o aspira a mantenerse en el poder, debe transformarse urgentemente. Sin embargo, el Palacio de la Revolución actúa como si no lo supiera".

La hora del ajuste

De la decepción por el incumplimiento de las metas fijadas en el "ordenamiento" ha nacido otro programa de "estabilización macroeconómica", un concepto que en los países latinoamericanos se asocia generalmente con el "ajuste" y las políticas de choque. El presidente negó que las medidas tuvieran una impronta neoliberal. El 'paquetazo', como se lo conoce, dará, según Díaz-Canel, "un salto necesario" para hacer "más Revolución y más socialismo". Más allá del incorregible optimismo del Gobierno, las nuevas reglas implican un alza de los precios del combustible, las tarifas del transporte público y el servicio de electricidad y el adiós definitivo al subsidio de los alimentos y otros productos que estaban incluidos en la libreta de racionamiento.

Las vísperas de fin de año mostraron largas colas alrededor de las gasolineras. Un serpenteo de automóviles acostumbrados a la espera, esta vez urgente debido a los anuncios que golpean a los bolsillos. Esperar es un verbo sagrado en una Cuba que vive esencialmente de las remesas que envían los migrantes, y atraviesa las estrecheces con imaginación, picaresca y la resignada aceptación de los códigos indelebles del mercado negro. Aquello que nunca parece ser objeto de rectificaciones.

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