Habitaciones hacinadas y casetas en suelo público, en alquiler a solo un 'clic' en Canarias

Solo una búsqueda devuelve cinco anuncios disparatados en Airbnb

Algunos pisos vacacionales no están dados de alta u ofertan más camas de las legales

Clara Morell

Clara Morell

Hacer una búsqueda para dar con un lugar en el que dormir por menos de 40 euros en Canarias puede ser sinónimo de abrir la caja de Pandora. Con solo un clic se pueden desatar todo tipo de horrores, desde pequeñas habitaciones atestadas de camas hasta una infinidad de tiendas de campaña. Pero… ¿por qué se dan estos abusos en los alquileres vacacionales? Maurizio Catarossi, portavoz de la Asociación Canaria de Empresas de Gestión Inmobiliaria (Acegi), cita como principal causa la falta de construcción de vivienda y, en menor medida, a las dificultades para acceder a un préstamo hipotecario, al aumento del alquiler vacacional y al bum turístico. En medio del caos, el experto pide ir por partes: no todo lo que se ve en las ofertas de alquiler es ilegal, por abominable que parezca. 

La semana pasada saltaba a todos los medios de comunicación la noticia de que una persona alquilaba por 12 euros la noche varias tiendas de campaña ubicadas en la azotea de un edificio de viviendas en Santa Cruz de Tenerife. Alquilar de forma unilateral los espacios comunitarios «no está permitido», señala Catarossi. Sin embargo, puntualiza que hay casos en los que sí es posible cobrar por dormir en tiendas de campaña: «No habría ningún problema en los campamentos que cuentan con sus permisos, con su suelo regulado y en los que se ha especificado al cliente lo que se ofrece».

El caso de las tiendas de campaña del edificio tinerfeño se saldó este miércoles con un expediente sancionador por parte de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento chicharrero. La multa a la responsable ascendió a 15.001 euros. Incluso el presidente canario Fernando Clavijo tildó de «demencial» lo ocurrido y apuntó que es «un disparate lo que se puede encontrar si se hace una búsqueda en las plataformas de alquiler vacacional entre las opciones por menos de 40 euros al día».

Tiendas de campaña bajo las estrellas

El "fregadero" de una tienda de campaña junto al volcán de La Corona en Lanzarote

El "fregadero" de una tienda de campaña junto al volcán de La Corona en Lanzarote / ED. / LP.

Esa búsqueda lleva, de hecho, a otros anuncios curiosos. La misma propietaria alquilaba hasta la semana pasada por 23 euros la noche lo que llamaba como «ecotiendas» a los pies del volcán de La Corona, en el municipio conejero de Haría. Las dos «ecotiendas» estaban en el monumento natural de La Corona, que es un espacio natural protegido de Lanzarote que comprende el volcán del mismo nombre y el malpaís originado por su erupción hace 21.000 años. La arrendadora ofrecía como aliciente la posibilidad de dormir «bajo las estrellas del cielo de Canarias»

Alquilar una tienda de campaña en suelo público es «obviamente ilegal» y para poder hacerlo, antes se debería contar con «una concesión pública». Lograr ese permiso es «muy complicado», matiza Catarossi. En otras palabras, no se pueden poner puertas al campo y tampoco precio al cielo. 

Caravanas ancladas al suelo público

Y es que en suelo público ni siquiera se pueden alquilar caravanas –salvo en los lugares donde está señalizado que se permite su aparcamiento–. «No serían legales los anuncios de caravanas ancladas al suelo público y en los que se prohíbe al arrendatario moverlas de sitio», aclara Catarossi. Esta guerra contra los autocaravanistas tuvo protagonisom el año pasado en el municipio tinerfeño de Granadilla de Abona. En la zona de El Médano, el Ayuntamiento tuvo que poner carteles para prohibir el aparcamiento de caravanas en las calles de la localidad.

¿Qué ocurre con las habitaciones atestadas de camas?

Dormir junto a desconocidos en esta habitación en Arrecife por 17 euros la noche

Dormir junto a desconocidos en esta habitación en Arrecife por 17 euros la noche / ED. / LP.

En Airbnb proliferan los pequeños cuartos con tres literas. El portavoz de Acegi afirma que la legalidad depende entonces de cómo se haya registrado ese alquiler, con cuántas camas se dijo que contaría. En Canarias, el decreto 113/2015, de 22 de mayo, por el que se regulan las viviendas vacacionales, establece que el máximo de ocupación depende de los datos incluidos en la declaración responsable de ocupación, en la cédula de habitabilidad o en la licencia de primera ocupación. 

Parece lógico que la normativa no permita ampliar la ocupación poniendo a dormir en tiendas de campaña en azoteas a los huéspedes. Pero eso ocurre en el anuncio de Airbnb de la «Lanzarote urban house», en Arrecife, un coworking –con mesas y sillas en el interior del edificio– que en su terraza dispone de casetas apiladas. El anuncio seguía el viernes publicado y permitía dormir en esas condiciones por 17 euros la noche.

El alquiler vacacional como actividad profesional, matiza Catarossi, poco tiene que ver con estos anuncios. «Si te saltas las normas no vas a durar nada en el mercado porque el cliente estará cómodo y te criticará. A largo plazo, no es rentable».