La oportunidad de los muelles

El grupo Rodritol S. L. nació del ingenio de un matrimonio canario en 1969

Con 150 trabajadores, se ha vuelto un ejemplo de ‘excelencia’

Trabajadores de Rodritol S.L. en medio de un servicio en el muelle deportivo de la capital grancanaria.

Trabajadores de Rodritol S.L. en medio de un servicio en el muelle deportivo de la capital grancanaria. / ED

Clara Morell

Clara Morell

El matrimonio conformado por Carlos Rodríguez y María Asunción Toledo vio, en 1969, la oportunidad de negocio que escondían los muelles canarios. Reunidos en una «pequeña habitación» de dos por dos metros cuadrados, se les ocurrió crear la empresa canaria Rodritol S.L. –cuyo nombre surge de la mezcla de los apellidos de ambos–, dedicada a la reparación y mantenimiento de máquinas eléctricas para los sectores industrial y naval. Lo que nació como un negocio familiar, hoy se ha convertido en un grupo integrado por cinco empresas y 150 trabajadores cuya trayectoria ha sido reconocida en la XII Edición de los Premios a la Excelencia Empresarial del Gobierno de Canarias, en su categoría a Pequeña Empresa Industrial. Octavio Rodríguez, director gerente de Rodritol S.L., asegura que haber mantenido en el tiempo la apuesta por la calidad, el respeto al medioambiente y la prevención de riesgos laborales es lo que ha encumbrado al proyecto que crearon sus padres.

Durante los primeros años de su existencia, Rodritol S.L. se dedicaba a realizar «humildes reparaciones» a sus vecinos. Fue en la década de los 80 cuando Carlos Rodríguez crea la empresa Comercial Rofer para subsanar la falta de suministro con la que se enfrentaba en muchas ocasiones por el obstáculo que la lejanía de Canarias suponía para la llegada de materiales. Actualmente, esta empresa sigue abasteciendo de material eléctrico a otras compañías.  

La afición de Carlos Rodríguez por la navegación le lleva también a crear, en los 90, la empresa Rolnautic, la primera del muelle deportivo de Las Palmas dedicada a dar suministro a los yates de recreo que pasan por Canarias. Ofrece productos que van desde baterías y paneles solares, pasando por chalecos salvavidas y luces de seguridad, hasta banderas y poleas.

La cuarta empresa del grupo, Rolnautic Varadero, se crea en 2012 también en el muelle deportivo de la capital grancanaria tras ganar el grupo un concurso de la Autoridad Portuaria. El valor de esta empresa está en su equipo técnico especializado, «capaz de resolver cualquier problema que pueda surgir, siempre respetando los plazos y el presupuesto pactado», señala Octavio Rodríguez.

Para penetrar en la provincia tinerfeña, Rodríguez señala que en 2015 optaron por la compra de Peyman –que es la quinta empresa del grupo Rodritol S.L.–. A través de Peyman dan servicio industrial y naval, además de contar con especialistas en rebobinado de motores de corriente alterna y corriente continua, equilibrados, cubas de impregnación y hornos de curado. 

El próximo proyecto en el que se encuentran embarcados se trata de la construcción de un varadero para megayates, también en el muelle deportivo de Las Palmas de Gran Canaria. En este momento, la obra se encuentra al 80% y ha sufrido algunos retrasos por «problemas en la fase ejecutiva» que «ya se han solucionado». Rodríguez asegura que entre febrero y marzo el varadero estará operativo. «Ofreceremos un servicio especializado para yates de gran tamaño que, a día de hoy, no existe en Canarias», explica Rodríguez.

«El varadero de megayates activará la economía de negocios textiles, floristerías y hoteles»

En el varadero para megayates podrán atender todas las embarcaciones que pesen menos de 850 toneladas y midan hasta 70 metros de largo, «lo que supone una longitud considerable», apunta Rodríguez. En cuanto a los servicios que brindarán a estos buques, el director gerente de Rodritol S.L. cita la parte eléctrica y electromecánica del grupo, así como los que puedan subcontratar con empresas canarias. «Creo que el Puerto de Las Palmas está capacitado para atender cualquier tipo de avería o solicitud tanto mecánica, eléctrica, de pintura o de cualquier tipo», valora.  

Para trabajar en el interior de un megayate, Rodríguez afirma que hay que «cambiar la mentalidad», pues «no estamos hablando de un barco de recreo o un buque mercante, sino en una instalación de lujo en la que hay que extremar todos los cuidados». Esto implica desde ser meticuloso «con lo que se toca» o «donde se ponen los pies» mientras se trabaja, hasta tener en cuenta «la vestimenta» y «la higiene». «Una persona que se compra un Ferrari no lo lleva a lavar a una gasolinera, sino que necesita un servicio más especializado y exclusivo», manifiesta.

Aunque en Canarias se prestan una gran variedad de servicios, hay algunos, como los de ebanistería, en los que «hay que ponerse las pilas». No obstante, Rodríguez aclara que los dueños de los megayates «no suelen tener problemas a la hora de traer a personas de otro lado del mundo si necesitan trabajos muy específicos».

En el caso de este proyecto, Rodritol S. L. analizó los datos estadísticos sobre megayates y concluyó que existía una oportunidad: «En el mundo hay 5.000 embarcaciones de este tipo y al menos 500 pasan por Canarias cada año. Competimos con el Mediterráneo, donde la temporada empieza en junio y acaba en septiembre, porque hace mucho frío. Mientras que aquí el clima se mantiene estable todo el año». Además, los varaderos del Mediterráneo se encuentran ya «saturados», por lo que el Archipiélago busca aprovechar esa falta de espacio. Aparte de beneficiar a los sectores naval e industrial, los megayates son empresas flotantes que activan también la economía de las ciudades. Así, las personas que viajan a bordo de estas embarcaciones pueden proveerse de comida, flores o textil en empresas isleñas o visitar la Isla y dormir en sus hoteles de lujo

«Los premios nos sirven como una motivación extra, nos invitan a no bajar la guardia y a seguir creciendo»

Reconocimientos como el de los Premios a la Excelencia Empresarial sirven para Octavio Rodríguez «como una motivación extra» para seguir obteniendo certificados de calidad, medio ambiente y prevención de riesgos laborales. «Ahora que somos un referente para otras empresas no podemos bajar la guardia. Tenemos que seguir creciendo, siempre haciendo las cosas correctamente».

En medio siglo, el grupo Rodritol S.L. ha creado cinco empresas de reparación y mantenimiento de máquinas eléctricas para los sectores naval e industrial, entre otros servicios. Su apuesta por la calidad, el medioambiente y la prevención de riesgos le ha valido el reconocimiento del Gobierno regional.

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