El precio de una casa en Canarias roza el de los años de la burbuja inmobiliaria

Canarias y Baleares son las regiones donde más se encarecen los inmuebles

El valor está un 3,9% por debajo del máximo histórico

Una persona observa los precios de las viviendas en una inmobiliaria de Las Palmas de Gran Canaria

Una persona observa los precios de las viviendas en una inmobiliaria de Las Palmas de Gran Canaria / Andrés Cruz

Clara Morell

Clara Morell

Comprar una vivienda en Canarias es cada vez más difícil. Mientras que en el conjunto del territorio español los precios tienden a moderarse, en las Islas llevan años desbocados. Tanto es así, que la diferencia entre lo que salía adquirir una casa entre los años 1997 y 2007 –durante la llamada burbuja inmobiliaria– y lo que cuesta ahora es cada vez menos perceptible. Según datos del último informe elaborado por el Grupo Tinsa, el precio del metro cuadrado en el Archipiélago se situó en el tercer trimestre en 1.545 euros, lo que apenas supone un 3,9% menos de lo que suponía durante el boom inmobiliario.

La recuperación del mercado de la vivienda desde el 2008 -cuando se pincha la burbuja inmobiliaria- ha sido apabullante. El precio de los inmuebles ha aumentado un 37,4% de media en España. Un porcentaje que se ha visto incrementado en el caso de las capitales y grandes ciudades (45,2 %), Islas (41,5 %) y áreas metropolitanas (40,4 %).

Los datos mensuales de Tinsa –que toman a Baleares y a Canarias como un único mercado–  reflejan que en estas dos comunidades el precio de la vivienda creció un 2,3% en septiembre y que la suma del aumento en los últimos 12 meses es de un 8,9%. El resto de grupos, en cambio, se mueven en el entorno de la estabilización, entre el -0,2 % de capitales y grandes ciudades y el +0,2% de costa mediterránea y resto de municipios. 

¿A qué se deben estas grandes diferencias entre las Islas y otros territorios? Según Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa, el papel de los extranjeros es fundamental y «ha tenido mayor peso durante la primera mitad del año en el territorio insular y en algunas zonas de la costa mediterránea».

Aunque en Canarias la compra de vivienda se mantiene al alza gracias al capital extranjero, no se puede afirmar que el Archipiélago sea ajeno a la ola inflacionaria. Arias explica que los españoles cada vez tienen menor poder adquisitivo por culpa del «efecto de la inflación sobre los ahorros de los hogares y el impacto de la subida de los tipos de interés». Esto, a su vez, se traduce en una «moderación gradual» de la venta de casas por la «menor concesión de hipotecas». 

Como contrapunto positivo, desde Tinsa señalan que «la vivienda continúa canalizando ahorros». Y es que las familias que mantuvieron su trabajo durante la pandemia lograron hacerse con un colchón económico gracias a la contención del gasto –no había posibilidad de ir de vacaciones ni de destinar dinero al ocio–, un ahorro que muchas destinan ahora a la compra de un inmueble. 

Mejor todavía es el horizonte que Arias prevé para el mercado de la vivienda de cara a los próximos meses: «El sostenimiento de las tasas de empleo está permitiendo mantener la solvencia de los hogares, que irán recuperando su poder adquisitivo lentamente a medida que se modere la inflación».

Los bajos salarios y los elevados precios de la vivienda complican el acceso a un techo en las Islas. De hecho, según el último estudio publicado por Idealista –que incluye datos del tercer trimestre– Canarias es una de las comunidades donde mayor esfuerzo para comprar y alquilar hay que realizar. Las familias isleñas destinan el 25% de sus ingresos a la hipoteca y el 35% al alquiler. En el conjunto del país, por el contrario, una unidad familiar dedica el 21% de sus ingresos al pago de la hipoteca y el 31% al alquiler. 

Las dos capitales de provincia canarias se encuentran entre las diez capitales españolas donde hay que hacer mayor esfuerzo para alquilar una casa y, encima, se sitúan justo en el 30% máximo que los expertos recomiendan destinar al pago de la vivienda. Las ciudades españolas con alquileres más caros en proporción a los salarios son Barcelona (43%), Palma (42%), Valencia (39%), Málaga (37%),Alicante (35%), Madrid (35%) y San Sebastián (33%). Bilbao iguala a las capitales canarias y se sitúa en el 30%.

En la mayoría de los casos que Idealista ha estudiado el esfuerzo de las familias ha concluido que suele ser menor para comprar que para alquilar, con la excepción de los mercados de San Sebastián, Palma, Granada y A Coruña. Además, señala que en contra de lo que sucedía el año pasado, cuatro capitales tienen tasas de esfuerzo superiores al 30% recomendado por los expertos: Palma (47%), San Sebastián (38%), Málaga (33%) y Barcelona (32%).

En el caso de las hipotecas, Baleares es la comunidad autónoma que exige un mayor esfuerzo, con el 45% de los ingresos familiares. Le siguen Málaga (43%), Santa Cruz de Tenerife (34%), Alicante (28%), Las Palmas (25%), Madrid (24%) y Cádiz (23%).

En compra, los mercados de todas las regiones exigen un mayor esfuerzo que hace un año, siendo las ciudades de Palma (18 puntos más), Málaga (11 puntos), Santa Cruz de Tenerife (10 puntos) y San Sebastián (10 puntos) donde más ha crecido. El menor incremento se ha producido en Soria (2 puntos), Palencia, Toledo, Jaén, Teruel, Ciudad Real y Cuenca (3 puntos en todas ellas).

El encarecimiento de la financiación –por la subida de los tipos de interés– es el culpable de que las familias cada vez tengan que destinar mayor porcentaje de su salario a la compra de su vivienda. Así, según el informe de Idealista, una familia ha pasado de tener que gastar el 17% de sus ingresos en septiembre de 2022 a su hipoteca, a tener que destinar un 21% en el último mes. En el caso del alquiler, la subida fue de apenas unas décimas.

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