Las Islas apenas captan el 0,3% de la inversión extranjera que llega a España

Canarias pasa de los 221 millones del primer semestre de 2022, que en realidad obedecían a una cuantiosa conversión de deuda, a tan solo 37,7 en 2023

Varios jóvenes durante una feria de la tecnología y los videojuegos celebrada en Tenerife.

Varios jóvenes durante una feria de la tecnología y los videojuegos celebrada en Tenerife. / María Pisaca Gámez

M. Á. Montero

La economía canaria sigue siendo tan irrelevante para los potenciales inversores extranjeros como casi siempre. El capital foráneo que llegó al tejido productivo regional en el primer semestre de 2023 asciende a 37,7 millones de euros. Una cifra que por sí sola no dice gran cosa pero que es irrisoria, casi residual, si se tiene en cuenta el volumen invertido en el conjunto de España. De hecho, esos menos de 38 millones arañados por el Archipiélago en la primera mitad del ejercicio apenas suponen un 0,3% de todo el capital extranjero que entró al país en esos seis meses. Dicho de otro modo: de cada cien euros que los foráneos invierten en España, tan solo 30 céntimos acaban en las Islas. Si se tiene en cuenta que la Comunidad Autónoma representa en torno al 4,5% del Estado en casi cualquier variable socioeconómica, queda así de manifiesto hasta qué punto ese 0,3% es un porcentaje ínfimo.

Durante los seis primeros meses del año pasado, la economía canaria recibió una considerable inyección de capital extranjero. Los inversores foráneos colocaron en el Archipiélago un montante de 221 millones de euros en la primera mitad de 2022, una cuantía que a final de ejercicio alcanzó los 270,4 millones. Fue la suma más alta desde los 340 millones de euros del lejano 2004, aún en plena burbuja inmobiliaria y, por tanto, antes del crac financiero de finales de 2007.

No extraña así que las instituciones, y en especial el Gobierno de Canarias, citaran la inversión extranjera entre los indicadores que evidenciaban el progreso socioeconómico de la Comunidad Autónoma. Sin embargo, lo cierto es que aquellos 270,4 millones de 2022 tienen truco, ya que se concentraron en un sector -el del transporte marítimo de pasajeros- y fueron en gran medida el resultado de una millonaria operación de conversión de deuda de una naviera en capital. No fue inversión en sentido estricto, sino reinversión. Así que cerrada esa operación en el sector naviero insular, las cifras de la inversión foránea en el Archipiélago han vuelto a la normalidad histórica, es decir, a cantidades más bien insignificantes.

El negocio naviero y en menor medida el diseño de portales web acaparan casi todos los fondos

Esos 37,7 millones que aterrizaron en el tejido productivo regional entre enero y junio no solo suponen una caída de hasta un 83% en relación con aquellos 221 millones de euros del primer semestre de 2022, sino que también se quedan por debajo de los 38,3 millones del mismo período de 2021 o de los 53,3 de 2020. En cualquier caso podría decirse que la suma está en línea con la histórica incapacidad de la economía isleña para ganar una cada vez mayor atención de los potenciales inversores extranjeros. No es una novedad: la media, y existen registros oficiales desde 1993, muestra que la región es la receptora de solo un 0,67% del dinero invertido en España proveniente del exterior.

El capital foráneo que llegó al país en la primera mitad del año sumó la friolera de casi 12.000 millones de euros, y ello aun cuando la cuantía se redujo un 26,7% en comparación con los alrededor de 16.400 millones de los mismos meses de 2022. Sea como sea, los 37,7 millones que captó Canarias apenas son un 0,31% de los exactos 11.993,5 millones de euros que entraron al país, un porcentaje que queda por debajo, por lo tanto, del ya de por sí exiguo 0,67% que la economía canaria ha arañado, de media, desde que existen datos oficiales. 

El capital extranjero que entró al país en los seis primeros meses del año rozó los 12.000 millones

En cuanto al destino de los fondos, y como ya ocurriera el año pasado, la mayor parte de la inversión se concentra en un solo sector, en este caso en las actividades de alquiler y, más en concreto, en el ámbito del alquiler de medios de navegación. En definitiva, es de nuevo el negocio naviero el que acapara el grueso del capital foráneo, con hasta 32,3 millones de euros, lo que supone más del 85% del total, siempre según los datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que dirige el tinerfeño Héctor Gómez. Con todo, en la estadística oficial es posible dar con algún dato relevante para la economía del Archipiélago. Sobre todo los 1,4 millones invertidos en el ámbito de los servicios de información.

Una cantidad nada desdeñable que inversores extranjeros colocaron, para ser exactos, en la actividad de diseño de portales web, un sector en alza en el tejido productivo isleño, como también los de la animación y los videojuegos. Es más, los servicios de información y los de programación y consultoría informáticas se han convertido de un tiempo a esta parte en uno de los principales ejemplos de la tan ansiada diversificación de la economía canaria, siempre tan dependiente del turismo.