Entrevista

Gerardo Cuerva: "Si el nuevo Gobierno hace una propuesta de reforma laboral, nos sentaremos a negociar"

“La recuperación está siendo muy heterogénea: hay sectores que han despegado de forma sostenida, otros están sufriendo mucho”, afirma el presidente de Cepime

Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme.

Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme. / Alba Villar

Jorge Garnelo

Un té rojo, agua y media hora en una de las coloridas terrazas que alberga la ciudad de Vigo son ingredientes suficientes para charlar con Gerardo Cuerva [Granada, 1971]. El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) se muestra cercano en las distancias cortas, agradable, y a escasos metros de la playa de Samil, bajo un sol que rompe cualquier tópico gallego, atiende a Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, para hablar sobre los retos que encaran este año.

Sobre la llamada reforma laboral, esa que en su momento terminó apoyando en “un acto de responsabilidad”, asegura que fue “la mejor reforma que se podía alcanzar en ese momento”. Y solo un día después de que el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, reculase, afirmando que “hay puntos que se pueden cambiar” tras decir previamente que “lo firmado, firmado está”, manifiesta que se sentarán “a negociar” si el nuevo Gobierno que salga de las elecciones del próximo 23 de julio –sea del color que sea– lleva a cabo una propuesta de reforma.

España recuperó el pasado abril el número de empresas con empleados previo a la pandemia, pero impera la desigualdad entre la gran empresa (recuperó su número en septiembre de 2021 y tiene 625 compañías más que en 2019) y la pyme (todavía está 2.500 compañías por debajo de entonces). ¿Qué ha pasado?

Pues se puso de manifiesto la capacidad de la gran empresa de resistir envites como el que se ha producido. Su tamaño hace que sean más sólidas. Pero España no tiene un problema crónico de creación de empresas, tiene un problema de longevidad. El 50% de las empresas que se crean desaparecen al tercer año. Eso sí es un problema. Tenemos que intentar hacer que las empresas duren más tiempo y sean más grandes.

“Aquella empresa que no dé pasos en digitalización desgraciadamente quedará excluida”

Gerardo Cuerva Valdivia, presidente de Cepyme.

Gerardo Cuerva Valdivia, presidente de Cepyme. / Alba Villar

La digitalización y la internacionalización son dos retos pendientes de la pyme para eso, ¿es factible que alcanzarlos a corto plazo?

La digitalización ya no la vemos como una opción. Hace unos lustros podía ser una herramienta competitiva para la empresa, pero hoy en día me atrevería a decir que está dentro de la subsistencia del tejido empresarial. Aquella empresa que no dé pasos en digitalización desgraciadamente quedará excluida. No es una opción, es una exigencia o una necesidad. Y con la digitalización, con la innovación, la pequeña y mediana empresa ha tenido la opción de internacionalizarse, algo que jamás podría pensar hace 20 o 30 años. Hoy acceder a otros mercados es muchísimo más sencillo.

Por sectores, sangría del comercio (13.500 empresas empleadoras menos que hace cuatro años) mientras la construcción suma y sigue (10.400 nuevas). ¿A qué se achaca este cambio de tendencia?

El hábito de la propia sociedad está haciendo que el sistema productivo también se adapte a ella. Antes teníamos unas costumbres, unos horarios y una forma de vivir que está cambiando. La vida va evolucionando y los sectores tienen que ir evolucionando. Lo que sí es cierto es que la recuperación del sistema económico está siendo muy heterogénea. Hay sectores como la construcción que han despegado y de forma sostenida durante los últimos años, y sin embargo sectores como el comercio o las manufacturas están sufriendo muchísimo.

“La contención de los salarios ayuda a paliar los efectos de un segunda ronda de inflación”

Gerardo Cuerva Valdivia, presidente de Cepyme.

Gerardo Cuerva Valdivia, presidente de Cepyme. / Alba Villar

A nivel salarial, ¿se deben seguir subiendo los sueldos o han de contenerse ahora que el IPC está rozando el 3%?

El salario no puede ser ajeno al entorno económico, a la situación. Tiene que ser acorde. Nosotros nunca hemos dicho, y además es un mantra que tenemos que desterrar, que a los empresarios no nos gusta pagar bien o que se incrementen los salarios. Eso es una falsedad. Pero el salario debe ir acompañado de la productividad. En este momento, la contención o moderación de los salarios ayuda a paliar los efectos de una segunda ronda de inflación. Y efectos mucho más perniciosos que pueden llegar.

La morosidad preocupa siempre, más si cabe en tiempos de inflación. ¿Está pasando factura a la pyme?

Es otro de los factores que lastra la competitividad y el crecimiento de las empresas. El periodo medio de pago en España se ha visto incrementado y está por encima de los 82 días; 82 días que superan lo que la legislación establece, que son 60 días. El efecto directo de ese incremento del periodo medio de pago es que se duplica el coste financiero de la deuda comercial en España. Quiere decir que estamos invirtiendo más de 1.300 millones de euros (adicionales) en morosidad. Desgraciadamente no van para innovación, no van para digitalización, no van para mejoras salariales, no van en mejora de productividad...

Con todo esto, ¿cuáles son sus perspectivas para este 2023?

Hay que decir que los parámetros macroeconómicos mejoran. Hemos recuperado el PIB de antes de la pandemia. El desempleo parece que también mejora. Habrá que ver las métricas, hemos cambiado la forma de medirlas y habrá que dar un tiempo para ver esta situación.

¿Qué nota le pondría a las políticas del Gobierno a la hora de impulsar a la pequeña y mediana empresa nacional?

La nota la tienen que poner los ciudadanos. Ahora se ha abierto un proceso electoral, habrá una votación y se verá el reflejo de la nota. El Gobierno ha tomado decisiones muy importantes para proteger al trabajador en pandemia como fueron los ERTE, que creo que fue una medida que hizo que la empresa pudiese mantener un bien preciado como son los recursos humanos, o los créditos ICO. Fueron buenas acciones que se tomaron en momentos muy complicados, pero después se han tomado otras muchas con las que se ha perdido la oportunidad de apostar por el tejido productivo. Ha habido un ambiente acusado en estos últimos meses de perseguimiento, de hostigamiento a la actividad empresarial. Se ha señalado con nombres y apellidos a empresarios que lo que hacen es contribuir con el estado de bienestar y con el progreso. Este último devenir del Gobierno no es el camino adecuado, hay que corregir ese camino y dejar a la empresa que actúe en libertad.

¿Qué medidas concretas le pediría al Gobierno que salga del próximo 23J?

Debe tener en mente la palabra competitividad. Y para mantener la palabra competitividad hay un montón de acciones que se tienen que ir realizando. Hay que potenciar la estabilidad, la seguridad jurídica y un entorno favorable.

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¿Y la actual reforma laboral? ¿Cepyme la defenderá ante un eventual cambio de Gobierno?

Nosotros hicimos un importante esfuerzo por alcanzar un acuerdo en un momento difícil. Por supuesto que nos dejamos pelos en la gatera, porque no era la reforma que necesitaba España, pero logramos alcanzar la mejor reforma que se podía alcanzar en ese momento. Y eso vale mucho. Creo que los acuerdos están para ser respetados, porque los tomamos para garantizar un mínimo de estabilidad. Pero si el Gobierno que venga, sea del color que sea, hace una propuesta de reforma, nosotros nos sentaremos a negociar, como siempre hacemos defendiendo los intereses de las empresas. También hay que destacar que es cierto que el Gobierno, después de pactar la reforma laboral, modificó por su cuenta otras cuestiones que restan flexibilidad a la empresa, como es la tramitación de los ERE. Eso es inasumible y una falta de respeto para sindicatos y empresarios que estuvimos dialogando dos años sobre este asunto, y eso debería modificarse de inmediato.

¿Han llegado los Next Generation a la pyme?

Hay un descontento generalizado sobre la consecución y realización de los fondos europeos en el tejido empresarial español. Ha sido muy complejo el sistema burocrático asociado, con la participación del Gobierno, comunidades autónomas, entidades locales, y realmente la percepción por parte de la pyme es que no están llegando.

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