Las empresas canarias apenas captan un 0,9% de los fondos europeos del 'NextGeneration'

El montante arañado por el tejido productivo regional vía licitaciones y subvenciones está muy por debajo del peso del Archipiélago en el conjunto del Estado

Una pareja de obreros trabaja en el apuntalamiento de un edificio.

Una pareja de obreros trabaja en el apuntalamiento de un edificio. / Carsten W. Lauritsen

Canarias es una de las Comunidades Autónomas que menos dinero ha recibido para sus empresas de los fondos europeos del NextGeneration. El tejido productivo regional apenas ha arañado a través de licitaciones y subvenciones un 0,9% del total movilizado en España. Solo Cantabria, con un 0,6%, y Navarra y Baleares, ambas con un 0,5%, han logrado menos recursos que Canarias. Así lo pone de manifiesto el último informe, publicado este lunes, del Laboratorio de Análisis y Evaluación de Políticas del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que se ha convertido en una de las instituciones de referencia para comprobar en qué medida y a qué ritmo van llegado los dineros del NextGeneration (NGEU) a la economía real.

Hasta el pasado 31 de diciembre, las empresas españolas ya se habían repartido en licitaciones y subvenciones un total de 11.877 millones de euros con cargo a los fondos del macroprograma comunitario NGEU. Las licitaciones son las obras y servicios que la Administración (Gobiernos, cabildos, ayuntamientos...) saca a subasta o concurso públicos, en este caso con cargo a los recursos del NextGeneration. Y

las subvenciones son cantidades que la Administración concede para la ejecución de un determinado proyecto

. En ambos casos hay concurrencia competitiva, es decir, las empresas presentan sus ofertas para hacerse con el contrato en las licitaciones o exponen sus proyectos para obtener una determinada subvención, y luego la institución de turno escoge la oferta o el proyecto más adecuado. Pues bien, el IVIE lleva a cabo su investigación a partir de las cifras de la Plataforma de contratación del sector público y de la base de datos nacional de subvenciones, que muestran cómo a las micropymes canarias (más del 90% del tejido productivo regional lo integran empresas de pequeño tamaño) les cuesta Dios y ayuda arañar fondos fuera de las Islas. Es lo que tiene la concurrencia competitiva, que las firmas del Archipiélago pueden presentar sus ofertas para los contratos del NGEU que saquen a subasta o concurso el Gobierno madrileño, el Consejo Insular de Mallorca o el Ayuntamiento de Calatayud, pero también las empresas madrileñas, baleares, ceutíes o andaluzas pueden hacer lo propio en los convenios que publiquen los ayuntamientos del Archipiélago, los cabildos o el propio Ejecutivo canario. El problema es que siempre les será más fácil pujar por un contrato en las Islas a las empresas de Madrid y Cataluña (las dos Comunidades Autónomas donde se concentran las grandes firmas del país y que tienen los negocios de mayor dimensión y capacidad financiera y administrativa) que a las micropymes del Archipiélago pujar por un contrato en Madrid, Cataluña o cualquier otra región peninsular. No extraña así que mientras que el tejido empresarial de la región tan solo ha arañado ese exiguo 0,9% de los fondos del NGEU movilizados en licitaciones y subvenciones, las firmas catalanas hayan conseguido un 10,1% y las madrileñas, la friolera del 50,9%.

Las grandes firmas de Madrid acaparan más de la mitad del total ya distribuido en la economía real

En términos cuantitativos, resulta que de esos 11.877 millones licitados o asignados hasta el cierre de 2022, Cataluña ha logrado prácticamente 1.200 millones de euros y la Comunidad de Madrid, alrededor de 6.000 millones, esto es, más de la mitad. No en vano, las empresas de la autonomía dirigida por Isabel Díaz Ayuso se han quedado con hasta 4.450 millones de euros, casi un 54% del total, de los fondos NextGeneration concedidos por la Administración estatal, o lo que es lo mismo: por el Gobierno central y todo su entramado de departamentos y entes dependientes. ¿Y Canarias? El tejido productivo isleño ha de conformarse hasta el momento con unos 107 millones, una suma que palidece ante las cifras de Madrid y Cataluña y que se explica en gran medida precisamente por el acaparamiento que las empresas catalanas y madrileñas, sobre todo madrileñas, están haciendo de los dineros licitados o concedidos por el Estado. Si a ello se le añaden que lo que se licita en el Archipiélago no necesariamente acaba en manos de las firmas del Archipiélago y que a estas les cuesta sobremanera pujar por contratos en la Península, queda de manifiesto el porqué de ese exiguo 0,9%.

Para hacerse una idea de hasta qué punto se trata de un porcentaje ínfimo basta con recordar el peso que tiene Canarias en el Estado. La economía isleña, medida en términos de Producto Interior Bruto (PIB) y con cifras correspondientes a 2021, representa un 3,5% de la renta nacional, una tasa que casi cuadruplica el porcentaje de fondos NGEU arañados hasta el momento por el tejido empresarial de la región. Y el peso del Archipiélago dentro de España es incluyo mayor si se considera la variable de la población, ya que los residentes en las Islas suponen en torno a un 4,5% de los españoles. En definitiva, territorios como Canarias quedan digamos que infrarrepresentados en el reparto de estos fondos comunitarios, mientras que las comunidades punteras del país, que ya de por sí cuentan con tejidos productivos mucho más potentes que el del Archipiélago, resultan sobrerrepresentadas.

Lo anterior se ve con más claridad si cabe a partir de la distribución per cápita de los dineros del NextGeneration. Siempre según el análisis del IVIE al cierre de 2022, las empresas madrileñas se han hecho con recursos del NGEU equivalentes a una media de 886 euros por cada habitante de la comunidad capitalina. Una cuantía que en Canarias se queda en menos de 49 euros per cápita.

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