Precio de la gasolina

Alarma con el precio de la gasolina: puede volver a subir en cuestión de días

Se prevé un cambio de tendencia debido a la llegada del verano y el rechazo al petróleo ruso

El precio de la gasolina puede volver a subir

El precio de la gasolina puede volver a subir / pixabay

Después de un período de estabilización en los últimos meses, se prevé que los precios de los combustibles experimenten un aumento significativo debido a varios factores. Estas alzas podrían ser similares a las que ocurrieron en 2022, cuando se desató la guerra en Ucrania, lo que obligó al Gobierno a implementar una bonificación de 20 céntimos por litro de carburante para los conductores, medida que estuvo vigente hasta el 31 de diciembre.

El costo de los combustibles está influenciado por múltiples variables, como la cotización específica, la evolución del crudo, la relación entre el euro y el dólar (moneda en la que se cotiza el crudo), los impuestos, el costo de la materia prima y la logística, así como el margen de distribución y comercialización. Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio medio del litro de gasolina es de 1,579 euros, mientras que el litro de gasóleo se sitúa en 1,411 euros.

La gasolina al alza

Estos niveles están lejos de los máximos alcanzados en julio de 2022, cuando la gasolina llegó a los 2,141 euros por litro y el diésel alcanzó los 2,1 euros. A pesar de esto, Pilar Aranda, analista financiera y de mercados de Bankinter, ha destacado que esta aparente estabilización podría ser solo una pausa en el aumento de los precios de los combustibles.

La principal razón detrás de esta previsión de nuevos aumentos en el precio es que las causas que provocaron las alzas anteriores, especialmente la guerra en Ucrania, siguen presentes. Además, el aumento de las tasas de interés se está frenando, lo que disipa los temores de una recesión económica mundial. Como consecuencia, se espera un incremento en la demanda de petróleo. Si esto no se acompaña de un aumento en la producción (lo cual es poco probable), los precios de los carburantes se verán afectados.

Además, los mercados internacionales podrían rechazar parte del petróleo ruso, lo que reduciría aún más la oferta de crudo. Por otro lado, la llegada inminente del verano en Europa implicará un mayor número de desplazamientos, lo que también aumentará la demanda de petróleo. Si la demanda aumenta y la oferta disminuye, es inevitable que los precios suban.

Ante este panorama, los consumidores y conductores deben prepararse para una posible subida en los precios de los combustibles en los próximos meses. Es aconsejable estar atentos a las tendencias del mercado y buscar opciones de ahorro en el consumo de combustible, así como considerar alternativas más eficientes y sostenibles para reducir el impacto económico y medioambiental de estos incrementos.