La Guerra Chica o cómo se fraguó una rivalidad histórica

Entre el 5 y el 7 de junio de 1810 tiene lugar en Arrecife un enfrentamiento, que deja un muerto y dos heridos, protagonizado por vecinos de Teguise y la actual capital

Vista de la Villa de Teguise a finales del siglo XVIII.

Vista de la Villa de Teguise a finales del siglo XVIII. / FEDAC

«Desde el tiempo de los abuelos de los actuales contrincantes se comenzó en Lanzarote a disputar quién había de mandar o mejor decir quién había de robar, vejar y estafar a aquellos infelices», escribía en 1812 sobre el origen de la Guerra Chica el lanzaroteño Félix Cabrera y Ayala. «Habiendo llegado a esta Isla un poco después de las convulsiones políticas que hubieron en ella, quise averiguar el origen de semejantes convulsiones», añadía sobre su deseo de poner en antecedentes el porqué de ese enfrentamiento que tuvo lugar entre el 5 y 7 de junio de 1810 en Arrecife y se saldó con un muerto y dos heridos. Intereses económicos, administrativos y políticos alimentaron dicho suceso.

Las desavenencias entre los comerciantes grancanarios y tinerfeños instalados en la Isla para explotar el negocio de la barrilla, el nombramiento como Gobernador Militar provisional de Lanzarote del capitán Lorenzo Bartolomé Guerra —que como vecino de San Bartolomé traslada al pueblo las banderas del Regimiento—, la creación en Arrecife de la administración de correos y el traslado de Teguise a Arrecife del juzgado militar, terminan por encender la mecha de la llamada Guerra Chica lanzaroteña.

La Junta Suprema de Tenerife comunica al Cabildo de Lanzarote, establecido en Teguise, que debe proceder, de acuerdo con las normas dictadas por de la Junta de Sevilla, al nombramiento de una Junta Subalterna en la Isla. Teguise dice «no» y se produce una sublevación en Arrecife, San Bartolomé y Yaiza, según el relato recogido por Francisco Hernández Delgado, cronista de la Villa.

El negocio de la barrilla provoca una pugna entre comerciantes grancanarios y de Tenerife que deriva en enfrentamientos entre Arrecife y Teguise

El 15 de abril de 1810, 3.000 lanzaroteños reunidos en Cabildo General dan su apoyo para el cargo de Gobernador Militar a José Feo en desacuerdo contra Lorenzo Guerra «quien el 4 de julio llega a Arrecife y al no serle reconocida su autoridad, junto con sus acompañantes, se refugia en los dos castillos de Arrecife. Ginés de Castro, capitán y comandante del Puerto, ataca a Guerra y se une el 5 de junio a la expedición que desde Teguise llega al puerto intentando arrestar a su contrincante, quien dispara sus cañones desde el castillo ocasionando un muerto y dos heridos. El día 6 se repiten los ataques sin resultado alguno y Guerra abandona la isla el día 13.

La llegada a Lanzarote de Rafael Clavijo, que los Guerra y Rancel pretendían nombrar Alcalde mayor en Arrecife y San Bartolomé, puso en alerta al Cabildo. El Rey indulta a los vecinos de Lanzarote poniendo fin a la guerrilla.

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