CD Tenerife

Garitano, en la piel de Ramis: dos situaciones casi idénticas

El vasco vive en una posición prácticamente calcada a la de su antecesor en el cargo

Sin opciones en el tramo final, tendrá que buscar motivación y alicientes para que el equipo no se deje ir

Luis Miguel Ramis.

Luis Miguel Ramis.

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Dos formas y discursos para enfrentarse a una misma situación deportiva. Asier Garitano (Vergara, Guipúzcoa, 1969) encara al frente del Tenerife un esprint final muy semejante al que Luis Miguel Ramis (Tarragona, 1970) hace solo doce meses.

El paisaje blanquiazul es casi idéntico: opciones ínfimas de alcanzar la sexta plaza, una afición desmotivada, frustración en el entorno por no alcanzarse los objetivos propuestos, especulaciones en la prensa respecto a entrenadores y fichajes para el curso que viene y, lo más delicado, dudas respecto a la manera más conveniente para enfilar una situación personalísima: la del adiós.

Ramis deshojó la margarita por largo tiempo, pero siempre estuvo latente la sensación de que se iba. No había convergencia entre su discurso y maneras; y los que expresaba la nueva propiedad, con la que hubo diferencias sensibles. Tras varias entrevistas en las que alimentó la duda, finalmente anunció su determinación el 22 de abril. La fecha en la que dio a conocer su decisión adquiere importancia ahora porque aún se desconoce cuándo se definirá Garitano. En todo caso, no son situaciones iguales ni personalidades idénticas.

Ramis anunció su negativa a la oferta de renovación del Tenerife con el equipo undécimo, ya sin posibilidades reales de jugar el playoff (estaba a nueve puntos) y con seis jornadas aún por disputarse. Dijo que sentía «tristeza y también decepción», pero no aclaro por qué. También adujo que separar sus caminos y los del representativo era «lo mejor» para ambas partes; y eligió un sábado (antes de un Huesca-Tenerife) para disipar todas las interrogantes que había respecto a su decisión final. Ya para entonces, EL DÍA había publicado los nombres de los dos candidatos mejor posicionados para relevarle. Y el que estaba en la pole era Asier Garitano, cuyo fichaje se anunciaría solo unos meses después. Ahora, el vasco está en la piel de Ramis.

Con la promoción muy lejos y el equipo desenganchado, solo un milagro permitiría a los blanquiazules llegar a tiempo. Sobre su renovación, todo han sido respuestas enigmáticas por parte del vasco. La más llamativa, la última:«He escolarizado a mi hijo para el año que viene». La realidad es que en esta ocasión la pelota no está en el tejado del entrenador, sino en el del club. Ha sido la trayectoria decepcionante del equipo la que ha reducido a cero las opciones de Garitano para ampliar su contrato, que era solo por un año. Ahora bien, faltan por definir dos cuestiones y ambas son esenciales:cómo hará para que el equipo no se deje ir y trace una trayectoria decente como la de Ramis el año pasado, cuando el Tenerife acabó décimo tras un esprint final notable; y en segundo lugar, en qué momento y con qué palabras anunciará que su ciclo blanquiazul ha finalizado. Esta vez como entonces ya hay también aspirantes para sucederle. Víctor Moreno y Paco López son los elegidos, sin olvidar a Rubén Albés.