Los partidos trampa

El Tenerife ya ha dejado volar 18 puntos de sus encuentros en casa, algunos contra rivales teóricamente asequibles

Se le atragantaron Villarreal B, Cartagena y Andorra

Roberto López y Corredera se lamentan de una ocasión desperdiciada en casa. | | MARÍA PISACA

Roberto López y Corredera se lamentan de una ocasión desperdiciada en casa. | | MARÍA PISACA / Manoj Daswani

Manoj Daswani

Al Tenerife se le atragantan los partidos teóricamente asequibles. Ha sido la endeblez del equipo blanquiazul ante los rivales posicionados en el hemisferio sur de la clasificación uno de los principales motivos de su decadencia clasificatoria. De forma muy evidente en los encuentros que el equipo de Asier Garitano ha jugado en el Heliodoro Rodríguez López, de donde se han esfumado muchos más puntos de los deseables para un proyecto que quería instalarse en la zona noble de la clasificación. De ahí que en el representativo estén más que prevenidos y en alerta ante la visita del Mirandés, equipo en apuros y que ocupa el puesto inmediatamente posterior al del Tenerife en la clasificación de la Hypermotion.

El primero.

Los trasquilones en casa comenzaron en el mes de noviembre con la visita del Villarreal B. Nadie podía imaginar un tropiezo con el minisubmarino amarillo, un oponente que apenas había mostrado fiereza alguna en sus comparecencias como visitante y que llegaba muy urgido a su cita del Heliodoro. No solo se fue con el portal a cero (0-1), es que además sacó los tres puntos en litigio y lo hizo con uno menos, tras la expulsión de Abraham del Moral al filo del descanso (44’). Los de Asier jugaron en superioridad medio partido, pero fueron incapaces de hacer un solo gol a uno de los equipos que ahora cierran la clasificación.

Otro tiro en el pie.

El siguiente descalabro en casa se produjo solo dos semanas más tarde. Venía el entonces colista de la categoría, el Cartagena, que se puso por delante en la primera mitad (gol de Jansson, 41’) y luego supo mantener su ventaja casi hasta el final. Un tanto postrero y providencial de Ángel Rodríguez (93’) evitó el desastre para los blanquiazules. Asier Garitano se dio por contento con el empate porque interpretó que había valido para frenar la hemorragia de puntos. El tiempo ha demostrado que no fue así; y que los problemas para ganar en casa se han convertido casi en una constante en los últimos tiempos.

Con apuros.

El Tenerife sufrió también en otro de los denominados partidos trampa de la primera vuelta contra el Alcorcón de Mehdi Nafti. El cuadro insular sacó adelante la contienda con un solitario gol de Ángel, crucial de nuevo y que salió al rescate del equipo en la segunda mitad (64’). Pero las sensaciones fueron muy malas y confirmaron que el Tenerife tenía problemas serios, sobre todo cuando jugaba ante su público. Además, valió para corroborar sus problemas de gol en casa, donde el equipo está firmando una sequía histórica (12 tantos en 14 encuentros jugados en el Rodríguez López).

Empate con el Andorra.

El equipo volvió a quedarse a cero contra otro de los aspirantes al descenso. Llegaba en muy mal momento el cuadro de Eder Sarabia, que salió vivo del coliseo capitalino (0-0). El partido se disputó cuando ya habían llegado los dos refuerzos invernales y ya entonces Garitano empezó a mostrar su predilección por ambos. Yanis Rahmani y Álvaro Jiménez fueron titulares aquel día, pero fueron incapaces de alterar el marcador, lo mismo que Luismi y Enric, ambos reemplazados a lo largo de la contienda. El resultado y sobre todo las formas llevaron la inquietud a la grada, que empezó a mostrar su contrariedad con el entrenador. Más que nada, porque los anteriores choques jugados en casa –contra rivales clasificatoriamente mejor posicionados como Elche y Sporting– también habían acabado con derrota.

Victoria por la mínima.

Un partido con aroma a plebiscito. El relevo de Asier Garitano estaba preparado para el caso de que el representativo no ganase al Eldense. Era otro partido trampa, pero supo resolver la ecuación un inspirado José León, que anotó en la primera mitad y arrimó los puntos al casillero del Tenerife. El tanto tempranero no trajo serenidad ni mayor confianza a las huestes de Garitano, que acabaron pidiendo la hora y sufriendo ante un Eldense que ofreció pocos argumentos. Fue un triunfo clasificatoriamente reparador, pero que no valió para atajar las dudas.

Se le dan mejor.

El discurrir de los dos primeros tercios de la competición demuestra que al Tenerife –al menos en el Heliodoro– se le dan mejor rivales ahora posicionados arriba, tales como Oviedo, Racing de Santander o Espanyol; que los considerados asequibles o aspirantes a la permanencia. El Tenerife ya ha dejado volar 18 puntos de su feudo; y no aparece siquiera entre los diez mejores locales del campeonato.