Álvaro y Mauro, de la mano

El extremo cordobés subraya que el director deportivo fue crucial para su fichaje y se ve listo para debutar mañana

Pérez anuncia tres movimientos de mercado «inminentes»

Álvaro Jiménez y Mauro Pérez, ayer en la presentación del jugador.

Álvaro Jiménez y Mauro Pérez, ayer en la presentación del jugador. / CDT

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Álvaro Jiménez y Mauro Pérez, protagonistas del primer movimiento invernal del CD Tenerife, se intercambiaron mutuos elogios y parabienes en el primer acto del cordobés como nuevo futbolista blanquiazul. Firma por seis meses y sin cláusulas de continuidad, aunque ambas partes se han emplazado al verano para prolongar el acuerdo por más tiempo, siempre y cuando el Cádiz (su club de procedencia) dé su correspondiente visto bueno.

«Todo va en función de los merecimientos que haga el futbolista. Yo puedo creer mucho en él, pero todo dependerá de su trabajo. Las dos partes nos hemos fijado darle una ampliación a esa cesión, o apostar por otra fórmula, si a partir de junio estuviésemos contentos tanto el club como el jugador», verbalizó el responsable de la contratación, quien veía carencias en la demarcación de extremo, en la que Jiménez ha demostrado ser un avezado especialista. Además, ha coleccionado ascensos, primero con el Getafe y luego con Las Palmas.

En su presentación, Pérez avanzó que son inminentes al menos tres movimientos más; y elogió a Rahmani, próximo a incorporarse al representativo. De paso, destacó la polivalencia como una virtud relevante en futbolistas como el franco argelino. «Tenemos varios jugadores que pueden jugar en varias posiciones, como Jesús Belza, Teto o Sergio González. Eso te da más versatilidad táctica. En cuanto a Rahmani, es un jugador interesante», destacó.

El arquitecto del plantel explicitó que las salidas van en función de las llegadas. «A nivel técnico y deportivo sí que una cosa condiciona la otra, porque no debemos acumular tres o cuatro futbolistas en una misma posición», declaró. Ese es uno de los motivos que arguyó para la desvinculación a préstamo del canterano Pablo Hernández: «El suyo fue un caso especial desde el comienzo. Queríamos que hiciera la pretemporada y en función de su rendimiento, mantenerlo o cederlo. Pero surgió la lesión de Aitor Sanz y se precipitaron los acontecimientos. Es un jugador nuestro, pero entendemos que su participación ha sido escasa para el crecimiento que deseamos Nos han llamado varios clubes por él, también algunos cercanos y otros de la Península, de Primera RFEF. Entendemos que el Melilla, aunque tiene una situación delicada, tiene que hacer una revolución en su plantilla y Pablo puede entrar perfectamente en sus parámetros. Además conocemos a su entrenador y presagiamos que es el sitio adecuado para su formación y su rendimiento».

Asimismo, habló Mauro de las renovaciones. Por enésima vez, se le preguntó por la de Soriano, enquistada. «Es un gran portero y me atrevería a decir que de los mejores de Segunda, con capacidad para competir Primera, y me gustaría que jugase mucho tiempo en el Tenerife. Hemos hecho un esfuerzo importante para que continúe y la negociación está en ese punto. Ya no depende de mí», adujo. Más optimista se mostró con el caso de José León, que firmará por dos años más y opción a un tercero. «Con él tuvimos la incertidumbre de su lesión y entiendo que hay posibilidades de que siga», apostilló.

Mauro tomó la palabra después de Álvaro Jiménez, que ya lleva varios días en la Isla y ha sido satisfactoriamente inscrito para poder jugar. Con casi total seguridad, debutará mañana contra el Elche. «Para competir en LaLiga hay que estar al 100% y yo creo que lo estoy», manifestó el andaluz, quien quiere reeditar en la Isla los éxitos que ya suscribió con otros colores. «Lo que más me gustaría con el Tenerife es volver a ascender (tras lograrlo con Getafe y UD Las Palmas)», adujo.

«Lo que más me motivó para venir fue Mauro. Le tengo un cariño especial. Cuando acabé la temporada pasada lo primero que hice fue llamarle. Cuando le firmó el Tenerife le di la enhorabuena porque sé de lo que es capaz, sé que confía en mí y eso es muy importante», fue otro de sus mensajes. A renglón seguido, se ofreció para participar desde diversos roles y demarcaciones. «Puedo jugar en derecha, izquierda... me gusta arriesgar y dar asistencias, pero para lo que quiera el míster estaré disponible», indicó.

Jiménez desechó la idea de que la iraní –jugaba a préstamo en el Tractor de aquel país– sea «una liga mala» y se fijó propósitos ambiciosos. «Cuando uno llega quiere conseguir los mejores logros individuales que se pueda, pero hay que ir paso a paso. Esto es un deporte de equipo, no una cuestión de primar lo individual. Cuanto mejor esté, será mejor para el grupo. No me he planteado una cifra de goles y asistencias; pero cuantos más, mejor para todos», reiteró el primer fichaje de invierno.

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