El Tenerife gana el derbi a Las Palmas con autoridad y pasa a octavos de la Copa del Rey

El equipo blanquiazul supera a la UD Las Palmas con goles de José Amo y Luismi Cruz y volverá a enfrentarse a un rival de Primera a partido único en el Heliodoro

Julio Ruiz

Julio Ruiz

El Tenerife ganó con autoridad el derbi de la Copa del Rey. Eliminó a una Unión Deportiva de Primera y estará en la ronda de octavos de final. Venció el que leyó mejor el enfrentamiento de principio a fin; el que tuvo más claro que, además de una eliminatoria, era un derbi; el que no solo entró en el campo a jugar, sino también a competir; el que recibió este partido como un estímulo y no como un estorbo; el que quiso clasificarse desde el primer minuto y no llegó tarde, como una UD Las Palmas que, con sus futbolistas más desequilibrantes en el campo en el segundo tiempo, despertó tarde, cuando ya perdía por 2-0, tras los goles de José Amo y Luismi Cruz.

Sin el inconveniente de tener que dosificar por la cercanía de un partido anterior, Asier Garitano eligió una alineación que habría encajado en cualquier partido de Liga. La excepción estuvo en la portería, aunque ya se sabía que iba a ser titular Tomeu Nadal, como en los cruces de Copa contra el Compostela y el Deportivo. Era su competición. De ahí en adelante, el técnico no esperó para meter en el once al recuperado Mellot, repitió con la pareja de mediocentros de Butarque, la formada por Aitor Sanz y Yann Bodiger -reservó a Corredera en previsión de una eliminatoria larga-, mantuvo a Teto, apostó por un Luismi Cruz decidido a retomar el nivel de los primeros meses... Había surgido la duda sobre lo que iba a hacer el entrenador en el puesto de delantero, si le iba a dar continuidad a un inspirado Ángel, si iba a aprovechar que Enric Gallego ya estaba listo para competir tras superar una lesión para atacar 'solo' con él, si iban a coincidir los dos juntos de entrada... Al final, el 9 lagunero ejerció de abrelatas.

Y la Unión Deportiva, que se había desgastado el jueves para intentar derrotar al Barcelona en Liga (1-2 en el estadio de Gran Canaria), salió con una 'unidad B' en la que tuvieron su oportunidad canteranos como el tinerfeño Juanma o Bassinga, y en la que participaron otros con experiencia que no venían participando con regularidad: Mfulu, Cristian Herrera, Sory Kaba... En el banquillo, por si acaso, aguardaban su momento las piezas básicas de la engrasada maquinaria amarilla: Mika Mármol, Kirian, Alberto Moleiro, Javi Muñoz, Sandro, Munir...

Los equipos saltaron al césped acompañados por un ambiente propio de las grandes citas, por un clima de derbi. No importó que fuera el 7 de enero o que el partido se jugara a las nueve de la noche de un domingo. La afición respondió para llenar un Rodríguez López en el que se volvió a corear el himno del centenario, como en la promoción de ascenso a Primera de 2022. La estructura del estadio tembló, literalmente, sin que hubiera empezado a rodar el balón.

El arranque del Tenerife fue arrollador, a la altura del entorno. Tanto, que el saque de centro estuvo a punto de acabar en el 1-0. Ángel esprintó en la presión y taponó el despeje de Escandell para que el balón rebotado saliera por la línea de fondo, cerca del palo. Toda una declaración de intenciones de los blanquiazules. Presión alta y agobiante para no dejar maniobrar a una Unión Deportiva que se lo tomaba con calma, tratando de ser fiel a un estilo con predominio de las jugadas elaboradas. Pero los amarillos -de rojo en esta ocasión- no avanzaban y los tinerfeños no tardaron en ponerse con ventaja. En el segundo ataque local, Roberto López conectó un remate que acabó en córner. Tras su ejecución, el balón pasó por las botas de Luismi Cruz, cuyo pase raso al área pequeña fue cazado por José Amo llegando desde atrás. El chut cercano, en ascenso, fue imparable para Escandell. 1-0 a los 3 minutos. El punto de partida recordó al derbi del 18 de marzo de 2023, el que acabó con 4-1. Intensidad y pegada ante una Unión Deportiva que ni siquiera le había cogido el pulso a la eliminatoria.

El encuentro se trabó por momentos, pero se siguió jugando a lo que le interesaba a un Tenerife que volvió a intimidar a la frágil defensa visitante con una acción invalidada por posición incorrecta de Roberto López. El zaragozano marcó un gol que no 'subió' tras recibir una asistencia de un brillante Luismi Cruz (14'). El extremo cedido por el Sevilla se empeñó en que fuera su noche y escribió su nombre en la historia de los derbis al firmar el 2-0 en el minuto 20. Culminó una jugada de corazón, de hambre de triunfo. Teto percutió a trompicones por el costado izquierdo, se apoyó en Ángel, volvió a entrar en escena y enlazó con Roberto López, cuyo chut mordido se convirtió en un regalo para Luismi, que apareció en el momento exacto y en el instante adecuado para superar a un 'vendido' Escandell. El resultado, repleto de eficacia por el lado tinerfeño, no estaba siendo injusto. Los locales ganaban todos los duelos ante una Unión Deportiva que parecía no entender que se trataba justamente de eso.

Cada acercamiento al área contraria se transformaba en una ocasión clara. Una tras otra. Lucidez tinerfeña, empanada grancanaria. Roberto López tuvo el 3-0 en el minuto 31, pero su remate raso y cruzado no tuvo, por centímetros, el efecto deseado de la explosión en la grada.

De ahí al descanso, más carga de ambición del Tenerife y nada de nada de Las Palmas. Pases horizontales en la franja central sin el menor filo. Solo un tiro a puerta, de Pejiño en el 45', fácil para Tomeu Nadal, que estaba siendo un espectador más. Una primera parte perfecta de los blanquiazules, vacía de los amarillos. Pero quedaba partido, quedaba eliminatoria.

García Pimienta trató de arreglarlo con un primer cambio en el intermedio. Benito por Bassinga. A bote pronto, se notó algo diferente en la Unión Deportiva, ya fuera por amor propio o por algún ajuste táctico, el equipo grancanario dio señales de haberse presentado a la eliminatoria. Sin abandonar su esencia, trató de ser más vertical y veloz en las transiciones. La producción parcial, un remate de cabeza de Kaba (46') y un disparo de Mfulu (50'). Como mucho, un par de avisos a un Tenerife armado en su campo, atento para recuperar y lanzar algún contragolpe, como el que finalizó sin puntería Nacho, después de una maniobra de puro oficio de Ángel (54').

A pesar de esos aguijonazos y del 2-0 en contra, la Unión Deportiva empezó a sentirse más cómoda. Benito tiraba del carro y protagonizó el remate más inquietante, de falta, rozando a escuadra. Ese despertar amarillo recibió el respaldo de la tarjeta roja a José Amo en el minuto 62. El Tenerife iba a tener que proteger su valiosa renta con un jugador menos.

En el 65', Asier reforzó el bloque con Sergio González en lugar de Luismi. Pimienta puso a los tinerfeños Kirian y Moleiro y quitó a Mfulu y Sory Kaba. Los blanquiazules, que ya llevaban un rato defendiendo en su campo, se reagruparon todavía más con dos líneas de cuatro. El técnico visitante apretó con otro delantero Marc Cardona, por Loiodice.

Pero Las Palmas se empeñó en autodestruirse y también se quedó con un futbolista menos. En una protesta, Araujo amagó con golpear con la cabeza a Nacho y vio la roja (74').

El revés no frenó a los jugadores que verdaderamente habían reactivado a la Unión Deportiva. Uno de ellos, Kirian, intentó sorprender a Tomeu con un potente disparo desde la frontal del área (76'). Gesto de calidad de un jugador de Primera.

Asier aplicó oxígeno con el despliegue de Corredera. Roberto, agotado, fuera en el 79'. El cronómetro corría a favor del Tenerife. A Las Palmas se le agotaba el tiempo. Pero ni en su mejor tramo pudo aferrarse a la eliminatoria. Los blanquiazues ya habían encedido el modo sufridor, esta vez, con la gran ventaja de contar con dos goles de renta. Y pudieron ser más: Enric Gallego, con minutos como reserva, puso en apuros a Escandell al finalizar una contra lanzada por Teto. Era cuestión de echar el resto, de no conceder nada. Un último esfuerzo para ganar el único derbi de la temporada y plantarse en los octavos de final de la Copa, otra vez contra un rival de Primera y en casa dentro de una semana y media. Que pase el siguiente. Otra fiesta en el Heliodoro, pase lo que pase. En sentido figurado, el Tenerife ya es campeón.