CD Tenerife

Los planes del CD Tenerife para salir de la crisis

El club piensa en incrementar el número de fichajes de invierno para afrontar la segunda mitad del campeonato con una plantilla más larga

Asier Garitano durante un partido liguero con el CD Tenerife.

Asier Garitano durante un partido liguero con el CD Tenerife.

Manoj Daswani

Manoj Daswani

En los despachos más altos del Heliodoro Rodríguez López ya han hecho un primer análisis de los resultados de las 15 jornadas de competición y concretamente de las cinco últimas, en las cuales se adivina un peligroso y preocupante declive en los guarismos del representativo, que ha caído del liderato a la octava plaza y además no suma victorias en liga desde principios de octubre. Con la única salvedad de la Copa del Rey, el cuadro dirigido por Asier Garitano presenta un exiguo bagaje de dos puntos de 15 posibles y ningún gol en sus dos últimos partidos en casa.

En el club entienden que obviamente existe una cierta responsabilidad de Asier Garitano en la flojera del Tenerife, pero ni mucho menos le señalan o cuestionan. Sí han caído en el debe del entrenador algunas determinaciones difíciles de entender, como mantener inalterados los cambios en Valladolid (entraron Jesús Belza y Aitor Sanz) que ya estaban previstos justo antes de que el VAR anulase o mantuviese el primero de los goles pucelanos; y que se ejecutaron sin esperar a la decisión arbitral. Lo mismo que pudo chirriar en el entorno la falta de reacción ante la situación de superioridad numérica ante el Villarreal B. No hubo decisiones tras el vendaval amarillo de la primera media hora; y luego en la segunda mitad entró Buñuel antes que el emergente Alassan.

Sea como fuere, lo que sí preocupa es la exigua participación del fichaje estelar para este curso, Ángel Rodríguez, a quien costó un largo tiempo convencer para que volviera a casa; y que no está hallando continuidad ni demasiadas titularidades en los esquemas del entrenador. No por flojo o bajo rendimiento, pues el de Geneto aprovecha al máximo cada uno de los minutos que disputa –da igual en qué competición– y ya suma cuatro dianas entre Liga y Copa del Rey. El caso es que Asier no ha dado carrete al lagunero ni tan siquiera en medio del aluvión de bajas al que intentó hacer frente el pasado domingo decantándose por jugadores de los que aún se espera más, tales como Teto o Elady.

Respaldo y fe

En el club confían plenamente en el profesional vasco y no hay atisbo de duda respecto a su trabajo, implicación y resultados. Lo que sí entienden equivocado –y ahí hacen autocrítica– es la apuesta hecha en verano por una plantilla corta de efectivos, atendiendo entonces a la expresa petición del propio Asier. No contaban entonces con tantas bajas, algunas focalizadas en unas pocas demarcaciones que han sido muy golpeadas por los contratiempos. De forma muy especial han dañado al eje de la retaguardia y a los extremos, donde ahora preocupa la baja hasta febrero de Waldo o las sensaciones de Luismi Cruz. Dicho sea de paso, una inagotable fuente de preocupación sigue siendo la parcela médica, donde la dirección general confirmaba recientemente una importante inversión para la diagnosis previa, trabajo de prevención y otros recursos.

El plan del club pasa por recuperar efectivos para recobrar a su vez las sensaciones perdidas y también los buenos resultados, que se confía en retomar este sábado en Lezama. Entretanto, se agilizan las gestiones para que la reforma en enero sea más ambiciosa de la inicialmente prevista. A estas alturas parece claro que entrarán en nómina más futbolistas de los que salgan. En la lista de desvinculaciones hay un nombre fijo, el de Mo Dauda, como así avanzó EL DÍA. Sus agentes ya asumen su desvinculación y es probable que no vuelva a vestir la indumentaria del representativo, pues está lesionado y tiene para varias semanas. Su sitio podría ser para Juan Cruz, objetivo número uno en la lista de deseos.

Ahora bien, con la seguridad de que el margen salarial será incrementado notablemente por la ampliación de capital prevista y con la intención de pertrechar mejor el primer equipo para la segunda mitad del campeonato, los refuerzos podrían ser tres o cuatro. Al margen de Cruz –si fructifican las gestiones– y del central deseado para mitigar los efectos de la baja de León, una de las preocupaciones es aumentar las fuentes anotadoras del cuadro chicharrero. De momento, solo han visto puerta seis futbolistas. Muy pocos si se pretende que el Tenerife sea aspirante al ascenso y pueda codearse con equipos como Eibar, Espanyol o Valladolid, donde una decena de jugadores ya han visto puerta en el primer tramo de competición.

Garrido se reunió con el plantel

Antes de abandonar la Isla, el máximo accionista del club acudió al entrenamiento del lunes y tuvo ocasión de dirigirse a los futbolistas que un día antes habían protagonizado su peor partido de la temporada en casa.

José Miguel Garrido transmitió su absoluta confianza a los jugadores; y se mostró convencido de que pronto podrán recuperar su mejor nivel y retomar la senda de los buenos resultados. En la conversación se apeló al hambre de ganar y al afán colectivo de retomar las sensaciones de las primeras jornadas. El inversor madrileño instó al plantel a salir de esta crisis «como equipo» pues, en la línea de lo que piensa Asier, cree que todos los clubes de la categoría han pasado o pasarán por situaciones como ésta.

Es verdad que hay futbolistas de los que se espera más, pero se cuenta con todos. Al menos ese es el discurso público a falta de un mes y medio para la reapertura del mercado de fichajes. Ahí es una incógnita qué puede ocurrir con Elady –si saldrá o se quedará–, pero en todo caso creen en los despachos del Heliodoro que está llamado a aportar más en el camino que ha emprendido hacia su mejor nivel. Distinto es el caso de Pablo. Su futuro no depende de su rendimiento, y en cambio sí del deseo de que pueda hallar fuera los minutos que no tiene en el Tenerife.