Ángel, casi descartado para el estreno liguero del 14-A

Asier invita a la prudencia con el lagunero, que acusa una microrrotura de fibras y se pierde lo que queda de pretemporada

Ángel, en el momento de su llegada al campo. | | TONY SEVILLA

Ángel, en el momento de su llegada al campo. | | TONY SEVILLA / M. Daswani

Manoj Daswani

Manoj Daswani

La peor noticia de la pretemporada llegó ayer, casi sin avisar. El parte médico del CD Tenerife escupió la lesión de Ángel a unos minutos de comenzar el partido contra el Elche, su exequipo, y la primera valoración desató las primeras elucubraciones: microrrotura fibrilar. Por lo pronto, ya es seguro que se perderá los dos próximos envites de pretemporada (ante Eldense y Villarreal B) y será baja casi segura para el estreno liguero contra el Real Oviedo.

Asier Garitano, técnico del representativo, anunció a EL DÍA que prevé ir sin prisas. «Le hemos firmado no solo para la jornada 1, sino para las 42», fue su contundente mensaje después de acabado el partido. De paso, aseveró que al ariete de Geneto hay que «ayudarle» –también el entorno– para no sobrecargarle de presión y evitar que las altas expectativas le produzcan un exceso de responsabilidad. «Las precipitaciones en este tipo de lesiones nunca son buenas consejeras», advirtió el entrenador.

Por las palabras del técnico vasco, empezará a preparar el duelo contra el Oviedo desde la certidumbre de que Ángel no estará sobre el terreno de juego. «Luego, si puede estar, pues muy bien, pero en principio vamos a pensar que no llega», adujo el jefe del banquillo.

La ausencia de Ángel junto a sus compañeros ya había llamado la atención en el momento de comenzar la contienda. No estaba en la alineación ni en el improvisado banquillo del campo principal de la Ciudad Deportiva. Luego sí, llegó acompañado de Toño Hernández con cierta mueca de desaprobación en el semblante. Su ilusión era tanta por su primer gol y por el día del estreno, que ahora las fechas para su regreso al Heliodoro habrán de mudarse. «No es una lesión grave, sí importante», apuntaba el entrenador, pero sin encender ninguna alarma.

En la misma dirección, Nino le daba ánimos al final y le ofrecía los mejores consejos posibles para que su vuelta a casa salga bien. No en vano, el almeriense firmó una recta final espectacular en su propia carrera (desde los 36 años a los 41) justamente en el club de su vida, al que inclusó ayudó -con muchos goles- a volver a Primera. Ahora, Ángel buscará idéntico propósito. Pero con calma. «No podemos precipitarnos», avisa su jefe. «Por mi parte, vamos a ir relajados. Si llega bien; si no, jugarán otros», cerró.

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