Entre los efectos secundarios de la derrota del Tenerife en la final de la promoción de ascenso a Primera División, está la ruptura de la relación laboral entre el club y los jugadores Mario González y Andrés Martín. Los dos únicos fichajes que realizó la entidad blanquiazul en el mercado de invierno habrían continuado en la plantilla si el equipo hubiera subido de categoría. En ambos contratos de cesión, del Sporting de Braga y el Rayo Vallecano, se incluyeron sendas cláusulas de compra obligatoria. Con la escuadra blanquiazul un curso más en LaLiga Smartbank, el delantero burgalés y el mediapunta sevillano seguirán sus carreras en sus equipos de origen.

Ayer aprovecharon las redes sociales para despedirse del tinerfeñismo. Lo hicieron con la sensación compartida del dolor provocado por el desenlace del curso, pero también agradecidos por la experiencia de haber formado parte del club blanquiazul. Para Andrés, el adiós fue «muy doloroso» por no haberle podido «dar» a la afición un merecido ascenso. Por su parte, Mario calificó el final de la temporada como «muy duro e injusto» con el Tenerife, aunque extrajo la conclusión de que lo sucedido marca «el camino» para que el equipo llegue pronto al lugar en el que debería estar, LaLiga Santander.

Los dos le dedican unas palabras a la afición, la misma que «llevó en volandas» al equipo desde el comienzo, según la carta de Martín. O esa que hizo que González sintiera «cariño y apoyo» nada más pisar la Isla. El goleador confía en que se mantenga viva la llama del tinerfeñismo y perdure un sentimiento «único» y que ha puesto al club en el «mapa» futbolístico.

El compañerismo es otro de los puntos fuertes de las dos publicaciones. Andrés se lleva «grandes amigos» y Mario, el recuerdo de un «grupo humano entrañable». Ninguno olvida el trato recibido y la profesionalidad de los entrenadores, médicos, utillleros, personal de oficinas, jardineros... En definitiva, tal como comenta González en su carta, la entrega de los que consiguen que el club pueda seguir creciendo «cada día que pasa».

Mario concluye reconociendo lo «especial» que fue para él lucir una camiseta «con tanta historia». Guarda el uniforme en la maleta «con un sabor agridulce», aunque «satisfecho» por haberlo dado «todo» para intentar que el equipo se acercara al sueño que estaba persiguiendo. « Nadie sabe lo que deparará el futuro, pero después de lo vivido, lo tengo claro:Eterno blanquiazul», finaliza el delantero del Braga.

Víctor Mollejo

Las de Mario y Andrés no fueron las únicas cartas de despedida publicadas por jugadores del Tenerife, una vez finalizada la temporada. El tercer cedido, Víctor Mollejo, también subió la suya. El extremo toledano cerró su temporada en la plantilla blanquiazul para volver al Atlético de Madrid. «Tras unos días muy duros, ha llegado el momento de despedirnos», comienza Mollejo, encantado de haber pertenecido durante un año a un club «histórico» y convencido de que esta experiencia le ha permitido ser «mejor jugador y, sobre todo, mejor persona». Mollejo confiesa que le costará encontrar un vestuario «con gente tan noble, humilde y trabajadora» como el del Tenerife. En sus líneas dirigidas a la afición, asegura que «el verdadero logro» que se lleva de la Isla es el cariño recibido. «Siempre recordaré mi paso por la Isla», apunta antes de firmar el texto.