A falta de saber si el desenlace termina valiendo la pena, la temporada que este domingo comienza para el Tenerife nace con la garantía de ser recordada como la del regreso de los espectadores a los estadios en las categorías profesionales. En su caso, tendrá que esperar al próximo sábado para vivir ese reencuentro. También será una campaña que llevará el telón de fondo de un centenario que se celebrará el 8 de agosto de 2022 y que, de alguna manera o de otra, estará presente en el viaje. Hay motivos para que sea un curso especial, pero también parecido a otros en su origen por las expectativas y dudas que giran en torno al equipo blanquiazul.

Y es que ya son unas cuantas las trayectorias trazadas por los tinerfeños en Liga con pautas similares, al menos desde que su regreso a Segunda en 2013. Arranques irregulares, cambios de técnico, reacciones suficientes para atar la permanencia pero no para entrar en la promoción... Y vuelta a empezar. A resetear con el objetivo compartido por la mayoría de rivales de, como mínimo, tener opciones de disputar el playoff, aunque no se diga. Desde que se estrenaron en 2011, el Tenerife probó una vez las eliminatorias, en 2017. El sabor fue amargo.

Ya habrá tiempo para despejar incógnitas sobre el papel que tendrá ahora. Para emprender el camino, como de costumbre –ya le pasó en seis de las ocho últimas Ligas–, le toca debutar en campo contrario, en el estadio de un Fuenlabrada entrenado por un viejo conocido del tinerfeñismo, José Luis Oltra.

El valenciano sigue al frente de la escuadra madrileña, a la que llegó el curso pasado con la Liga en marcha –en febrero–, igual que Luis Miguel Ramis, quien inicia su primer proyecto en el club insular desde el principio. En noviembre de 2020 asumió el reto de reconducir el rumbo de un equipo que se aproximaba peligrosamente a los puestos de descenso. Con un balance de diez victorias, otras tantas derrotas y nueve empates, supo guiar hacia el campamento base a un Tenerife que se transformó en un conjunto difícil de batir y que tuvo la asignatura pendiente de la producción de ocasiones de gol. Precisamente, la búsqueda de un mayor equilibrio entre esas dos fases marca el camino del equipo en la nueva Liga.

Para ello, la plantilla recibió refuerzos como Míchel, Corredera y Elady, pero aún aguarda por la pieza principal, al profesional del gol, al especialista. Ramis tendrá que dejar pasar un poco más de tiempo para tener a sus órdenes al 9, un fichaje por el que el club seguirá negociando hasta el cierre del mercado. Mientras tanto, probablemente el técnico optará por el polivalente Elady como delantero. Ya lo probó ahí en los últimos ensayos del verano. En teoría, las otras opciones serían las de Jorge y Ethyan, quienes entraron en la lista junto a otros cuatro canteranos no profesionales: Thierno, Jéremy, Félix y Víctor.

En el frente ofensivo se da por hecha la presencia de Shashoua como mediapunta. El inglés se ha convertido en esencial para el Tenerife. Y en los costados, dos extremos que parten con el deseo de compensar una anterior temporada discreta, Nono y Bermejo. La alternativa casera ofrece la opción de Thierno, uno de los más destacados del período de preparación.

En el centro, Ramis podría decantarse por la veteranía que atesoran Aitor y Míchel, sin descartar la energía de Corredera. En cuanto al bloque defensivo, Soriano parece haberle ganado la partida a Dani, por lo visto en la pretemporada. En la línea de zagueros también hay plazas claras, las de los centrales Sipcic y Sergio. En cambio, en los laterales hay algún matiz. En el derecho, Mellot ha demostrado que es fiable, pero Shaq regresó a tiempo de su experiencia en la Copa Oro y se supone que estaría por delante del francés. Y en el izquierdo, el coronavirus obligó a Álex Muñoz a ir de menos a más en la puesta a punto, mientras que Pomares llega al estreno en mejores condiciones. Se trata de un puesto en el que el canterano Jéremy convenció en los amistosos.

Enfrente, un Fuenlabrada que cumple su tercera campaña seguida en la categoría –las únicas– y que perdió a dos de sus jugadores más influyentes, Randy Nteka y Pathé Ciss, fichados por el Rayo. El club encontró soluciones con buen cartel en el mercado, las de Pedro León y Zozulia. Tiene las dudas de Gozzi, Kante y Salvador por molestias. Todo, con el actualizado sello de Oltra, más práctico y compacto, sin concesiones.