El temor al exceso de confianza adquiere un mayor sentido en partidos como el de hoy (17:15) en el Heliodoro Rodríguez López. No es que el Tenerife llegue lanzado en cuanto a resultados. De hecho, perdió en la jornada anterior ante el Zaragoza –con sus matices–. Pero sí parte como favorito. Es lo que tiene recibir al último clasificado, al equipo con menos goles a favor.

En realidad, no es un colista descolgado. Prueba de ello es que adelantará al Sabadell y alcanzará al Cartagena, Castellón y Alcorcón (juega mañana) si logra vencer, un resultado que se le resistió en los cinco últimos intentos. En ese tramo sumó solo dos puntos de 15, una racha que contrasta con la anterior en el mismo número de partidos: cuatro victorias –la última, el 30 de enero en Oviedo– y un empate que justificaron su tercer cambio de técnico, el de Alejandro Menéndez por Aritz López Garai.

En el caso de este colista, la apariencias podrían engañar. Quizás por eso, Ramis exageró el nivel de exigencia al que se enfrentará su equipo. “Será dificilísimo”, avisó pensando en un partido en el que podría tener a casi toda la plantilla disponible. En el mejor de los supuestos, la lista de bajas quedará reducida a las conocidas de Lasso y Jacobo. Para ello tendría que salir a tiempo de la enfermería un Shashoua que acusó molestias durante la semana. A falta de despejar esta duda, es seguro que el técnico recupera a Sergio González, descartado para la visita a Zaragoza por una sanción, y también a Suso y Joselu, que se perdieron ese viaje por estar lesionados.

Son altas que, en teoría, no modificarán el plan de Ramis para formar una alineación que vuelve a presentar varias dudas. Después de que introdujera cinco cambios en el once de La Romareda, respecto al anterior –3-1 al Alcorcón–, quedan pocos con una plaza fija. Shaq, Aitor, Sol y poco más. Ramis reconoció que ha hecho hincapié en la necesidad de recuperar la solidez defensiva, no por el número de goles encajados –uno por partido en las tres últimas jornadas–, sino por la sensación de que el fiable armazón que se había creado tiene alguna fisura. Además, admitió que ha insistido en aumentar el caudal ofensivo con la llegada de más posibles rematadores. De todo esto se puede extraer la lectura de que le ha dado vueltas a la posibilidad de mover alguna pieza, quizás en el centro de la defensa, a lo mejor en el medio o, como es habitual, en el trío atacante que acompaña al goleador Sol. Ahí, alternativas como las de Wilson o Gio Zarfino podrían encajar.

Todo, con tal de encadenar el tercer triunfo como local –no pierde en Liga en casa desde el 3 de diciembre, ante el Sabadell– y mantener en pie el puente que conecta con el sexto puesto, situado ahora a una distancia de 10 puntos.

La misión del Albacete también pasa por ganar, pero con las urgencias de un equipo al que se le agota el margen de error en su intento de no bajar. Meléndez pierde por sanción al lateral Alberto Benito y al delantero Zozulya y recupera a Diamanka, disponible tras superar una lesión. No tuvieron esa suerte Gorosito, Caballo y Emiliano. Ademas, su máximo goleador, Álvaro (3), sigue en cuarentena tras haber dado positivo por coronavirus.