Un número 2 del Draft que sí cuaja

La gran mayoría de apuestas que los equipos de la ACB han realizado con jugadores en su día elegidos en posiciones de relumbrón en el Draft de la NBA han acabado saliendo rana. Le sucedió, por ejemplo, al Baskonia, donde apenas aportaron ni Andrea Bargnani (número 1 en 2006), ni Lamar Odom (4 en 1999); también vivió algo parecido el Valencia con Derrick Williams (2 de 2011). Más atrás en el tiempo tampoco ayudó mucho Ralph Sampson (1 de 1983) en el Unicaja, mientras que sí se salvó de la quema Dennis Hopson (3 en 1987), que promedió más de 20 puntos en sus dos temporadas en el Natwest Zaragoza.

Lejos recientemente de experimentos de este tipo, un par de clubes sí volvieron a arriesgarse este verano. Lo hizo el Zaragoza con Jahlil Okafor (3 en 2015) y el Barça con un Jabari Parker que, tras ser número 2 en 2014, se había visto lastrado por las lesiones. Y en ambos casos la apuesta resultó un acierto, si bien el club aragonés vio como su estrella voló hace unas semanas al basket chino en busca de un contrato mayor.

El Lenovo Tenerife, ante la confirmación definitiva

El Barça, por contra, sigue disfrutando de Jabari Parker. Lejos de sus ínfulas de estrella, el de Chicago ha dejado atrás sus problemas físicos y parece uno más en el plantel de Roger Grimau. «Tiene tanta calidad y le ves hacer cada cosa», expresaba ayer Vidorreta, incluso con cierto brillo en sus ojos. «Ese cambio de ritmo que tiene, su capacidad para ver un hueco, la coordinación que posee para finalizar y que es inusual en jugadores grandes como él...», seguía relatando a modo de piropos, el preparador del Lenovo, que recordó «el 4/5 en triples» del duelo de la primera vuelta gracias a su «mano extraordinaria». «Queremos defenderle bien para que no rinda como lo está haciendo últimamente», añadió, a modo de propósito, el entrenador canarista.