Fenómeno deportivo

El 'boom' del voleibol femenino en EEUU: tres ligas profesionales, miles de espectadores y contratos de TV

Es el deporte de equipo más practicado por chicas en 'high school, por delante de fútbol o baloncesto, y la expectación que genera se percibió en un partido universitario en Nebraska que batió el récord de asistencia de un partido femenino que tenía el Barça desde 2022

Imagen del partido inaugural de la Pro Volleyball.

Imagen del partido inaugural de la Pro Volleyball. / Pro Volleyball Federation

Albert Guasch

En verano del año pasado, impactaron las imágenes que se transmitieron desde el estadio de la Universidad de Nebraska, en Lincoln: un total de 92,003 aficionados se juntaron para ver un partido de voleibol femenino universitario entre el equipo local y el de la vecina Omaha

La asistencia superó el récord mundial de un partido femenino de cualquier deporte. Lo ostentaba el FC Barcelona en el Camp Nou, con 91.648 seguidores presentes en el Barça-Wolfsburgo de la Champions de 2022. Sorprendió que las masas se agolparan para ver un encuentro de voleibol. Puestos a batir récords, ¿cómo es que no fue de fútbol americano, que arrasa con todo? ¿O de béisbol? ¿O soccer? 

La cuestión es que algo potente sucede con el voleibol en Estados Unidos, más allá de las peculiaridades de aquel encuentro, que se disputó en un estadio de fútbol americano (y no un pabellón) y hubo toda una planificación para lograr ese récord. Para escépticos: todas las entradas fueron de pago.

El voleibol masculino ha crecido en EEUU, pero el femenino se lleva la palma, y ya figura como el deporte de equipo más practicado por ellas a nivel ‘high school’. Una final universitaria de chicas puede concentrar en ESPN, el canal deportivo por excelencia en EEUU, hasta un millón de espectadores. "Hay pocos deportes en que la categoría femenina tenga más peso que la masculina. Es el caso con el voleibol. Gusta más", comenta desde la Universidad de Idaho Chiara Gennari, jugadora catalana de 19 años que vive la experiencia americana procedente del Club Volei Sant Cugat.

Emigrar a Europa

Las jugadoras, no obstante, siempre han encontrado un muro que les impedía progresar. La selección estadounidense, formada por universitarias, fue campeona en los Juegos Olímpicos de Tokyo (2021). Bronce en Río de Janeiro (2016). Plata en Londres (2012) y Pekín (2008). Es decir, siempre han sido muy buenas. Pero concluida la etapa estudiantil, si querían seguir jugando a nivel profesional, debían emigrar a Europa, a las ligas más o menos robustas de Turquía, Alemania, Italia o incluso Rusia.

“Eso es como si Michael Jordan y el Dream Team hubieran vuelto de ganar el oro olímpico y se encontraran con que no existe una NBA para jugar”, dijo Katlyn Gao, directora general y fundadora de League One of Volleyball

Es el nombre de una liga profesional puesta en marcha en este 2024. Hay dos más. Otra surgida hace tres años con un modelo muy peculiar, casi experimental, la Athletes Unlimited, y la Pro Volleyball Federation (PVF), que se ha estrenado a finales de enero con más ambición que las otras dos. De repente, pues, tres ligas. Y con el calendario compatible entre sí.

La Pro Volleyball Federation arranca con siete franquicias, cada una de ellas propiedad de algún fondo de inversión con tentáculos en franquicias de otros deportes profesionales. En el 2025 se sumarán tres más. Más de 11.000 aficionados presenciaron el partido inaugural entre el equipo de Omaha y el de Atlanta.

Lo fundamental: han firmado un acuerdo televisivo con la cadena generalista CBS para la emisión de una decena de encuentros. Máxima divulgación. “Para las jugadores de Europa es buenísimo este nuevo panorama y para las jugadoras norteamericanas es un sueño”, explica desde Ohio Maria Schlegel, voleibolista española de 30 años que forma parte de los Columbus Fury.

Poder vivirlo

Schlegel ha jugado en España, Italia, República Checa, Alemania y ahora en EEUU, por lo que conoce bien su deporte y sus peculiaridades. Antes fue profesional del atletismo, como saltadora de altura.

Confirma el interés que despierta el voleibol en EEUU. “Dependiendo del estado hay más o menos cultura de voleibol. En Nebraska, donde se batió el récord de público, existe mucho. En el resto de estados, veremos cómo va. Pero esto ya funciona y tengo la suerte de poder vivirlo”, afirma Schlegel, que suele recurrir a TikTok para revelar detalles de sus experiencias en el deporte ante una legión de seguidores bastante impresionante (unos 150.000).

@mschlegel16

Os sigo enseñando pedacitos de mi vida en USA 🇺🇸🏐🙌🏻 #volleyball #pvf #españa

♬ You Know It's Not the Same as It Was - Martina

La media de salario de una jugadora en la liga en que ahora disputa Schlegel es de 60.000 dólares por temporada y hay dos en cada equipo que pueden llegar a los 100.000. Antes de impuestos. Observa la jugadora asturiana que se nota que es una competición aún en rodaje, con dificultades de compaginar el calendario de los pabellones en algunas ciudades. Pero resalta la fortaleza empresarial de la competición. "Detrás de cada equipo hay fondos de inversión, hay 'celebrities', como cantantes o deportistas, hay patrocinadores... Sacan dinero de todos los lados. Es un negocio", dice.

Estas nuevas ligas han cambiado la perspectiva de las jugadoras que se asoman al final de sus estudios universitarios y quieren seguir compitiendo. "Muchas compañeras me decían que dejarían de jugar porque no quieren irse de EEUU. Estaban forzadas a ello. Ahora se abren posibilidades, muchas juegan con la mentalidad de que hay algo más allá", aporta Chiara Gennari. Falta ver ahora si estos proyectos se consolidan.