El Sanaya Libby’s Haris queda, como en cuartos de final, al borde del abismo después de caer en el primer partido de la serie de semifinales ante el Olímpico CCO 7 Palmas de Gran Canaria, que dominó el juego de principio a fin y solo se vio sorprendido en la segunda de las mangas. Salvo en ese tramo, las blanquiazules fueron siempre a remolque. Dio incluso la impresión de que se sintieron inferiores ante un rival construido a golpe de talonario y que, después del fiasco copero, no puede permitirse otro disgusto en la Liga Iberdrola.

Salió lanzado el equipo amarillo. Ni rastro de la teórica falta de ritmo competitivo después de dos semanas de parón. Saray Manzano tomó el mando en ataque para castigar una y otra vez la despoblada defensa tinerfeña en el arranque (1-4). El saque de Lucía Varela, dañino durante toda la contienda para el Haris, mantuvo la distancia (5-9). No conectaba la recepción, no entraban en juego las centrales y sufrían las locales.

Tocaba picar piedra, usar las puntas y sufrir para recortar distancias. Patricia Suárez puso a las suyas a uno (11-12), pero una serie de errores de Lisa Jeanpierre devolvió la distancia de seguridad al CCO 7 Palmas (14-17). Llegó Manzano a la parte delantera de la rotación y se acabó lo que se daba en la primera manga (18-25).

El guion se repitió en el inicio de la segunda. De hecho, Juan Diego García tuvo que solicitar un tiempo muerto muy pronto (3-6) que no terminó de enchufar a las suyas. Con Lisbeth Arredondo muy intermitente, las grancanarias mantuvieron la diferencia hasta el 8-13. Ahí llegó un parcial de 4-0 que despertó al Sanaya Libby’s. Una leve mejoría en la recepción, acompañada de un saque más agresivo, incomodó más al CCO 7 Palmas (12-13). Pascual Saurín paró el encuentro.

El servicio de Patricia Aranda, el más fiable de las blanquiazules, terminó de dar la vuelta a la dinámica del set (17-14). Saurín lució banquillo dando entrada a Nancy Carrillo y Ariadne Priante. Pero ya no hubo solución. Fueron los mejores momentos locales, con Wagner y Jordan más participativas gracias al mejor trabajo de segunda línea (25-20).

Las tablas en el marcador no fueron del todo reales. Había sufrido mucho el Sanaya Libby’s para imponerse, confiando en un cambio de tendencia que no llegó en el tercero. Es más, fue un parcial sin historia. Arrolló el CCO 7 Palmas (0-4, 2-9, 4-12), pese al intento de Juan Diego García con un doble cambio (Emma Ordóñez y Silvia Araco por Suárez y Aranda). Vivió, con Arbos resolviendo las situaciones difíciles, del intercambio de golpes la escuadra amarilla hasta ganar el set (18-25).

Helia González se encargó de poner tierra por medio en el cuarto (3-6) con su servicio. Lo paró el técnico local tratando de levantar la moral de las suyas, ya por entonces muy tocada. La neta superioridad amarilla quedó patente (7-13) desde mediado la que sería última manga del choque. Dos bloqueos a Jordan y el bloqueo mental de Jeanpierre remataron a un Sanaya superado (20-25).

Aranda cree que se deben “ajustar bloqueo y defensa”

Juan Diego García, entrenador del Sanaya Libby’s Haris, pidió “tiempo” para analizar la derrota de su equipo ante el CCO 7 Palmas. “Hay que enfriar un poquito para verlo luego y comenzar a preparar el siguiente fin de semana, analizando errores y enfocando el trabajo en corregirlos”, expuso recordando que están “en la misma situación” que en cuartos de final, cuando lograron darle la vuelta al asunto ganando el segundo y tercer choque de la eliminatoria. “Nosotras tenemos que seguir peleando, afrontando cada jornada de la mejor manera posible para cumplir el objetivo, que ahora es ganar el sábado. Eso nos daría alguna posibilidad de estar en la final”, asumió García quien transmitió a sus jugadoras que desconectaran ayer para pensar ya en el trabajo a partir de este martes. “Les he dicho que piensen en sus cosas y que dejen el voley hasta el martes. Ese día ya veremos cómo afrontar el siguiente partido”, insistió el técnico. Por su parte, Patricia Aranda admitió que el Olímpico había sido “mejor” no sin advertir que el Haris “es capaz de dar un poquito más, sobre todo en las facetas de bloqueo y defensa”. La colocadora forzó para estar “porque cualquiera quiere jugar estos encuentros, en los que la cabeza manda más que el cuerpo”.