Superliga masculina | Playoff por el título

El Cisneros se queda sin margen de error tras perder con el Soria

El equipo tinerfeño se ve superado en el primer partido de la serie al mejor de tres frente al Grupo Herce

Tendrá que ganar los dos próximos a domicilio para clasificarse

Acción ofensiva de Bruno Vinti, ayer en el Colegio Cisneros. | | E.D.

Acción ofensiva de Bruno Vinti, ayer en el Colegio Cisneros. | | E.D. / El Día

El Día

El Día

El playoff de la Superliga volvió al Colegio, y lo hizo con un auténtico partidazo ante Grupo Herce Soria. El Cisneros Alter hizo vibrar con su juego a una exultante grada que llevó en volandas a los suyos y que disfrutó con las grandes acciones locales. Aun así, la mala noticia fue el resultado de 1-3 favorable a los terceros clasificados. La serie pasará a Soria, donde el equipo de Matías Guidolín estará obligado a ganar los dos encuentros.

El duelo comenzó con la conexión Roberts-Macarro funcionando a la perfección para que el central pusiera el primer punto. Pero la cosa no quedó ahí, pues, demostrando que la presión no puede con ellos, los cisneristas arrancaron 3-0. Soria respondió, pero la seguridad local en la recepción los mantuvo por delante (6-3).

Ahí entró en escena Amorim para sumar dos tantos consecutivos y obligar a los visitantes a pedir tiempo muerto (8-4). Sin embargo, la pausa no descentró al Cisneros ni al jugador brasileño, que siguió tocado por la varita para el delirio de la grada. Con 13-6 en el marcador llegaron algunos errores de comunicación en el bando insular que Matías Guidolin quiso atajar de raíz (14-11).

Un gran Dani Macarro dejó el primer punto a tiro (24-22), pero la cosa no iba a acabar aquí. Los peninsulares devolvieron los golpes y se resistieron a perder hasta que un bloqueo de Fran Duque terminó con su resistencia (27-25). 1-0 y el Colegio puesto en pie.

Sin florituras, el Cisneros empezó el segundo set concentrados en su plan de partido, sin dejarse amedrentar por los terceros clasificados de la Liga Regular (7-6). Ante la ventaja local, Toribio pidió tiempo muerto para reorganizar filas, pero nada frenó a los isleños.

Se fue acercándose poco a poco. Con el 18-17, Macarro no hizo prisioneros y sumó dos puntos consecutivos, pero ni así consiguieron distanciarse de un conjunto visitante que fue haciendo la goma. El Cisneros puso el 24-22 y la grada se preparó para explotar con el 2-0, pero, por desgracia, el éxtasis nunca llegó. Los visitantes asestaron un parcial que 0-4 que acabó con el definitivo 24-26 y el empate a uno en el electrónico.

A los cisneristas pareció no afectarles la derrota en el segundo set, pues arrancaron con determinación el tercero. Eso sí, los protagonistas en el inicio del periodo fueron los colegiados, que recibieron protestas de todos los lados. Cuando el juego recuperó su fluidez, el resultado reflejaba un 9-9, dejándolo todo por decidir.

En ese instante, las imprecisiones de adueñaron del plantel tinerfeño, pecando incluso de cierta precipitación en algunos ataques. Soria no dejó escapar la oportunidad de asestar un golpe definitivo y el choque pasó del 13-17 al 15-23. Los visitantes ganaron 16-25, pero la mentalidad cisnerista impedía venirse abajo.

Dicho y hecho, los pupilos de Matías Guidolin comenzaron con un 2-0 a su favor que se transformó en 7-4 gracias a los potentes saques de Macarro. El técnico rival pausó el encuentro para detener la euforia rival, consiguiendo que la dinámica cambiara de bando.

Los locales empezaron a cometer errores, algunos no forzados y otros en los que la pelota no cayó de su lado, pero el choque seguía 15-15. Con los dos equipos peleando cada balón como si fuera el último, ambos fueron intercambiando pequeños parciales mientras la tensión se hacía notar.

Amorim dio un paso al frente en la ofensiva mientras que Bruno Vinti, Gaby del Carmen o Mario Dovale se dejaban el pecho sobre la pista (20-20). En tiempo de playoffs, este era uno de los momentos de partido, con el Cisneros buscando forzar el quinto set y Grupo Herce Soria en posición de sellar una victoria en el Colegio.

Los remates de Bruno Santos dejaron un 20-22 favorable para los visitantes, que se acercaron al triunfo. Como bien ha demostrado este equipo en innumerables ocasiones, el rendirse no forma parte de su diccionario. Los laguneros dieron hasta el último aliento, aunque el 23-25 certificó la derrota. Aun así, aplausos para un equipo que defendió con orgullo el escudo y para una afición que nunca dejó de animar.