CANARISMOS

Morisca la cabra, morisco el cabrito

Jenifer Santos entre parte de su rebaño de cabras en la finca ubicada en el municipio sureño de Arafo. | | EL DÍA

Jenifer Santos entre parte de su rebaño de cabras en la finca ubicada en el municipio sureño de Arafo. | | EL DÍA / José Domingo Méndez

Luis Rivero

Luis Rivero

Desde finales del siglo XV llegan a Lanzarote y Fuerteventura inmigrantes moriscos con la intención de convertirse al cristianismo y avecindarse en estas islas. A estos hay que añadir la gran cantidad de esclavos que eran capturados en las razias llevadas a cabo en las costas de la Berbería. De modo tal que a finales del siglo XVI existían en el archipiélago entorno al millar de moriscos empadronados (número relativamente significativo si se considera que la población en las islas a mediados del siglo XVI se estima que no superaba los 35.000 habitantes), de los cuales más del 50% residían entre las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Se dice que la toponimia muchos de los pueblos y aldeas de Fuerteventura que comienzan por la letra «T» identificaban el componente étnico de sus pobladores como de origen moriscos. (Son los casosde Tuineje, Tesejerague, Toto, Tetir, Tiscamanita, Triquivijate o Tindaya…). [Un informe del año 1602 realizado por el Comisario Ginés Cabrera Bethencourt habla de «trece aldeas moriscas» en la isla, en cuyos asentamientos no existía ni una sola familia de «cristianos viejos»]. Con independencia del mayor o menor rigor de tal aseveración, conviene advertir que los moriscos de Canarias tienen un origen distinto a los moriscos hispanos. Los moriscos de las islas eran descendientes de los «moros» (berberiscos) que venían de las cercanas costas africanas donde, en ocasiones, eran capturados como esclavos en las cabalgadas; otras, emigraban voluntariamente buscando mejores condiciones de vida que en su país de origen, de hecho, se consideraban así mismos población autóctona y «naturales de las Islas Canarias». Con tales antecedentes, llama la atención el frecuente uso de pseudogentilicios, en detrimento de los gentilicios propiamente dichos, para nombrar a los naturales de los distintos pueblos de Fuerteventura. Estos son más usuales entre la población que el recurso al gentilicio, muchas veces desconocido o inexistente. Lo cierto es que muchos pueblos de la isla tienen nombres colectivos informales o nombretes en lugar de gentilicios para nombrar a los naturales de un lugar. Así ocurre con los pueblos de Villaverde, Tuineje, La Oliva, Tindaya, La Matilla, Vallebrón, Antigua, El Time, Gran Tarajal, Tesejerague, Tiscamanita, Toto, Coralejo o Betancuria que son conocidos popularmente en la isla como ratones, moriscos, corbatas, hueveros o sogueros, cordones, teniques o garrafones, presumidos, rabones, cangrejos, pelados, gatos, enterregados, costeros y golosos, respectivamente. Estos motes pueden obedecer, unas veces a rasgos característicos de los que tienen fama los lugareños, como, por ejemplo, de los de Villaverde se dice que son golosos, otras por una labor artesanal llevada a cabo tradicionalmente en el pueblo: en Tindaya se hacen sogas o en La Matilla, cordones. Y de estas denominaciones («descalificativas») de carácter burlesco nos interesa el «nombrete étnico» o pseudogentilicio con el que se conoce a los naturales de Tuineje, apodados «moriscos». [En el español de Canarias se emplean preferentemente las voces «dichete» o «nombrete» para referirse al apodo o sobrenombre que se da a una persona en particular por algo que la caracteriza y, por extensión, a una familia, comunidad o pueblo].

«Morisca la cabra, morisco el cabrito y los de Tuineje, moriscos toditos».

Esta expresión que se recita como una suerte de «coplilla» de aire burlesco, puede resultar inocua, cuando es pronunciada con donaire, o llegar al escarnio hurgando y desvelando la posible procedencia étnica de los naturales del lugar, ya que es voz popular la que sitúa al pueblo de Tuineje entre una de esas trece aldeas moriscas que se reconocían en el pasado.

«Morisca la cabra». Se alude aquí a la presencia de la «cabra morisca», como se le llama en Canarias a la cabra de color grisáceo consecuencia de la mezcla de pelo blanco y negro o gris.

«Morisco el cabrito». En la versión que conocemos se dice «cabrito» y no «baifito» como parecería más propio (aunque podemos suponer que es posible que se empleen indistintamente ambas voces para referirse a la cría de la cabra morisca).

«Y los de Tuineje, moriscos toditos», pregona la parte conclusiva de estos versos para expresar que todos los de Tuineje, sin excepción, son de origen «morisco», como confirma el pronombre indefinido expresado en forma diminutiva («toditos») buscando la rima con «cabrito» como recurso estilístico y, seguramente, nemotécnico. En definitiva, que en Tuineje hasta las cabras y los baifos son moriscos que es como decir que «no se escapa ni Dios».