A falta de 23 días para que se celebre el acto inaugural del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife –el viernes 3 de junio, la presentación de las once candidatas adultas, otras tantas infantiles y ocho mayores–, el salón de actos de CajaSiete acogió ayer el sorteo que, como si fuera el extraordinario de la Lotería de Navidad, deparó el orden de actuación de los grupos en el concursos y certámenes de una edición que por primera vez en la historia se celebra en junio, tras la decisión adoptada para sortear los contagios del covid.

La rondalla Las Valkirias, vigente ganadora con un título que se remonta al último concurso –celebrado en 2020–, inaugurará los concurso, en la cita con la lírica que tendrá lugar el sábado 5 en teatro Guimerá, modalidad que se resentirá por el covid y pasará de ocho a cinco participantes tras las bajas de Los Aceviños, Orfeón La Paz de La Laguna yGran Tinerfe.

Al día siguiente, domingo 6, esta vez en el recinto ferial, dieciséis grupos coreográficos inaugurarán el escenario de Carlos Santos con su baile. Frente a la baja del colectivo más numerosos, Echeyde, las alta de Ballet Dance, Tenerife Danza Proyect, Luther King San Miguel, Patronato Cultural de Arona, Yu-Funk y Crea Hip Hop. Se trata de una exhibición en la que solo se entregan premios de disfraz.

Tras la presentación de Los Fregolinos –martes 7– y La Zarzuela –miércoles 8–, y la gala de la reina –viernes 10–, llegan agrupaciones musicales, la única modalidad estable, se mantienen los mismos nueve grupos de hace dos años; la primera en actuar de Salsabor, de Yurena Delgado La Negra, para cerrar Sabor Isleño, de uno de los padres de este género, Pedro Ortega.

En la gala de los mayores, la segunda que se desarrollará en el Carnaval de junio –domingo 12 de junio–, se registra el descenso más importante: de los dieciséis participantes de hace dos años se quedan en ocho, tras el descanso que han decidido tomar Virgen de las Mercedes de Roja, Mayores de Guía de Isora, Fraisa, Mayores Playa de Los Cristianos Protecri, Nuestra Señora de Fátima (Güímar), Los Cardones (Tamaimo), Amazonas del Universo y Ansinalegría.

El lunes 13 comienza el concurso más esperado del Carnaval: las murgas adultas, que deparará dos paradojas: las tres fases las abren féminas; Tras Con Tras –en la actualidad, la decana femenina en concurso–, la primera; Burlonas, la segunda, y Diabólicas, tercera. El otro detalle, en un concurso que por covid la actuación se limita a 20 minutos por grupo –presentación, pasacalle, un tema y despedida—, las fases eliminatorias tendrán menos protagonistas que la final. De otra forma, la gran fiesta de la crítica y el pasacalle, y también el espectáculo, contará con los ocho mejores grupos puntuados, frente a la primera y segundas fases, con seis murgas, y la tercera, con solo cinco, lo que compensará la espera por el primer fallo del jurado.

El motivo del desajuste, las bajas de seis murgas adultas: La Traviata, Klandestinas, Marchilongas, Triquikonas, Cascarrabias –que le tocaba como ganadora del Norte en 2020– y Ni Muchas-Ni Pocas. Frente a estas bajas, solo un alta, y de larga duración, de La Sonora, de Carlos Estévanez, que lleva dos años para estrenarse.

También en las murgas infantiles se podría haber registrado una debacle, por el descanso anunciado por Frikywiky’s y Rebobinados, y en particular por el éxodo del Norte, Distorsionados, Minivirgues y Tiralengüines, que al no tener certamen no vendrán a la capital del Carnaval. Amortigua las bajas el regreso de Distraídos –que revolucionó el formato de concurso hasta que dejó de salir– y Revoltosos; ambas dejaron de salir en 2019. Finalmente, no serán las diecinueve de 2020, sino dieciséis, con el añadido de que su concurso se celebra después de las adultas; falta ver si sus mayores cambiar el escenario por la grada para animarlas.

El anunciado año sabático que había anunciado Joroperos –la comparsa más laureada en los últimos años y que protagoniza el mano a mano de la modalidad con Cariocas– hacía temer un desmoronamiento de la modalidad y la pérdida de atractivo. Nada más lejos de la realidad. El género se revitaliza. Frente a la baja de los laguneros, las altas de Río Orinoco, que vuelve a concursar y sus últimos años lo hacen a gran nivel; Abenaura, la primera comparsa que se crea en las últimas dos décadas, y Valleiros, que también vuelve a concurso, con solera de lustro de antigüedad.

En total, 88 formaciones que harán las delicias de un Carnaval que goza de fortaleza como evidencia el número de participantes y los repertorios que mostrarán.