El Consistorio redactará una nueva Ordenanza de Telecomunicaciones

Los partidos aprueban por unanimidad la medida para regular mejor la instalación de antenas de telefonía

La desaladora y el patrimonio marcan también el pleno

El público durante la sesión plenaria.

El público durante la sesión plenaria. / Arturo Jiménez

La Laguna redactará una nueva Ordenanza de Telecomunicaciones ante los problemas y rechazo vecinal que suponen las antenas de telefonía. Ese fue el principal acuerdo adoptado en el pleno extraordinario celebrado en el tarde de ayer en el Ayuntamiento. El PP, Unidas y Drago habían solicitado una sesión con tres puntos: desaladora de Valle de Guerra, patrimonio histórico lagunero y antenas de telefonía. El hecho de que la tercera de las mociones también tuviese mucho que ver con Valle de Guerra llenó el salón de plenos de vecinos de este núcleo de la Comarca Nordeste y dejó algunos momentos que recordaron episodios pasados de su lucha.

Desaladora de Valle de Guerra. La moción contra el proyecto de desaladora de la costa de Valle de Guerra –como el resto de asuntos– fue enmendado por el grupo de gobierno (PSOE-CC). No fue un punto sencillo. El público mostró su malestar en varias ocasiones y el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), amagó con adoptar medidas. El pacto local se amparó sobre todo en un escrito de COAG-Canarias sobre la necesidad de agua para riego. El texto aprobado (con los votos del gobierno; el rechazo de Vox, USP y Drago, y la abstención del PP) recoge que se adoptarán «medidas protectoras correctoras y compensatorias» e iniciar trámites para aplicar procedimientos de carácter sostenible.

Patrimonio lagunero. El pleno había empezado a las 15:00 horas y, llegada la segunda moción de la tarde, avanzaba lento, plomizo, soporífero... Fue ahí que tomó la palabra el presidente de la Asociación de Vecinos Casco Histórico, Pablo Reyes: «Pese a ser la hora de la siesta y la cabezada en el sillón, venimos a dar nuestra opinión». Se detuvo en el ruido, la espera por el mobiliario urbano de las calles peatonales o algunas «consecuencias catastróficas» del Plan Especial de Protección (PEP) del centro lagunero. «Últimamente parece que solo prosperan bares y franquicias; hay mucha tapa ahora... y hamburguesas», dijo con socarronería lagunera. También defendió un patronato de gestión del patrimonio. El punto no dio mucho de sí. La enmienda contenía 20 medidas en la línea de «continuar» con diversas actuaciones. Votos a favor de PSOE, CC y PP; en contra de Unidas y Drago, y abstención de Vox.

Antenas de telefonía. La última iniciativa dejó el principal acuerdo y una alegría para Valle de Guerra. Según la decisión unánime adoptada por el Pleno, redactará La Laguna una nueva Ordenanza de Telecomunicaciones. «Instar al gobierno municipal para la redacción de una nueva Ordenanza de Telecomunicaciones», reza el texto, según leyó el concejal de Ordenación del Territorio, Adolfo Cordobés. Además, Urbanismo va «a dar prioridad a todos los procedimientos relacionados con la instalación de antenas de telefonía» para ejercer sus competencias «con la máxima celeridad y eficiencia» y se buscará «minimizar los efectos negativos» de estos dispositivos a través del futuro Plan General de Ordenación. La buena noticia para Valle de Guerra llegó con los datos que aportó Cordobés sobre el caso de una antena en este lugar que era desencadenante de la moción. El edil apuntó que se ha revocado la comunicación previa y se va a ordenar la retirada de la estructura por no cumplir criterios urbanísticos. Pese a la celebración final y los aplausos de los vecinos, hubo tensión. El alcalde llamó al orden a Idaira Afonso (Unidas): «Que sea la primera y última vez que usted intenta intervenir molestando o incordiando una intervención de un concejal». La edil le contestaría después: «Ni mi padre ni mi madre me dice eso de primera y última vez». El choque alcalde-Unidas siguió en un receso. «No me están gustando las formas», se quejó el regidor local al portavoz de la coalición de izquierdas, Rubens Ascanio, mientras caminaban hacia la sala anexa al salón de plenos. Ascanio le respondió que estaba representando a los vecinos. Gutiérrez zanjó la conversación: «Pero si tú no representas absolutamente a nadie...».