Ajeno a la marcha de su padre, y tras unos días repletos de paralelismos porque ambos han disfrutado de una de sus grandes pasiones, la vela, a mil kilómetros de distancia, el Rey Felipe ha continuado con su hoja de ruta prevista y minutos después de que el avión del Emérito abandonase Vigo -y tras protagonizar su primer posado familiar del verano con Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía en la tarde de este lunes- ha reaparecido en el Club Náutico de Palma de Mallorca para participar un día más en la Copa del Rey Mapfre capitaneando el 'Aifos'.